Repsol fabrica biocombustible a partir de aceite usado en La Coruña
Repsol fabrica biocombustible a partir de aceite usado en La Coruña, incrementando así su capacidad de producción de diésel renovable a partir de residuos. La compañía ha procesado 500 toneladas de aceite de fritura de origen nacional como materia prima para la fabricación de hidrobiodiésel en su refinería de La Coruña. Este centro industrial ha procesado con éxito el primer lote de esta tipología de biocombustible, mezclado con aceite vegetal y otros componentes, en una unidad desulfuradora para transformarse en hidrobiodiésel.
Este hito se une a la producción ya consolidada en el complejo industrial coruñés de otros combustibles de baja huella de carbono. En el proceso de biogasolinas se utiliza bioetanol y en la fabricación de hidrobiodiésel se usa como materia prima aceite vegetal (VO). En otros productos también se incorpora éster metílico de ácido graso (FAME).
Con esta nueva producción de hidrobiodiésel se da un paso más en la descarbonización de los combustibles para el transporte por carretera utilizando residuos que se generan en España, dado que la fabricación y uso de este biocombustible en un vehículo supone una reducción de hasta el 90% de las emisiones de CO2 respecto a las de un gasóleo mineral.
El pasado 14 de julio, la Comisión Europea publicó como parte del paquete de medidas “Fit for 55” nuevos objetivos específicos para el uso de energías renovables en el transporte, entre ellos la reducción del 13% en la intensidad de carbono de los combustibles para 2030. Los combustibles de bajas emisiones procedentes de residuos se encuentran recogidos en la lista de combustibles sostenibles de la Directiva Europea de Energías Renovables que fomenta su uso para alcanzar los objetivos globales de descarbonización
En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima reconoce que los biocarburantes constituyen la tecnología renovable más ampliamente disponible y utilizada en la actualidad en el transporte. Por su parte, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada el pasado mayo, contiene un artículo dedicado a los combustibles alternativos sostenibles en el transporte, con especial énfasis en biocombustibles y otros de origen no biológico, como los combustibles sintéticos o el hidrógeno.
Además, en determinados sectores como el de los vehículos pesados y el de la aviación, no electrificables actualmente, los biocombustibles seguirán siendo durante los próximos años la opción más rápida y eficiente en relación con el coste para reducir las emisiones en el transporte.
La transformación industrial de la refinería de La Coruña
La refinería coruñesa está en plena transformación industrial para convertirse en un polo multienergético capaz de fabricar productos de baja huella de carbono, como los biocombustibles producidos a partir de residuos. Este foco en la economía circular está recogido en el Plan Estratégico 2021-2025 de Repsol y es uno de los ejes de actuación de la compañía para alcanzar su objetivo de cero emisiones netas en el año 2050.
Además, este proceso de transformación contempla la producción de hidrógeno renovable a partir de biogás, y modificaciones en unidades e implementación de nuevas tecnologías para reducir emisiones CO2, lo que también permitirá la integración energética con el entorno local.
Asimismo, las nuevas instalaciones logísticas en Punta Langosteira permitirán la gestión de los nuevos productos y los tráficos de materias primas, ayudando a la creación de un centro de energías renovables como el que supondrá el A Coruña Green Port.
Avances en la descarbonización
Así, la compañía incrementa la inversión en el periodo 2021-2025 hasta los 19.300 millones de euros, destinando 1.000 millones de euros adicionales con respecto a lo previsto en el Plan Estratégico para aumentar su generación eléctrica renovable y su producción de hidrógeno libre de emisiones, e impulsar otras iniciativas bajas en carbono.
También tiene el objetivo de liderar la transición energética, en línea con el Acuerdo de París, y limitar así el incremento de la temperatura global por debajo de los 2ºC. El avance tecnológico y el despliegue de proyectos actuales y futuros permite a la compañía aumentar su ambición en los objetivos de reducción de la intensidad de carbono. La nueva senda de descarbonización para alcanzar la neutralidad en 2050 establece una reducción del Indicador de Intensidad de Carbono del 15% en 2025, del 28% en 2030 y del 55% en 2040, frente a los anteriores del 12%, 25% y 50%, respectivamente.