Sector agropecuario, en un imparable proceso de cambio
Además de ser una tendencia, la normativa y las medidas institucionales siguen también este camino. Recientemente, el Gobierno ha aprobado dos Proyectos Estratégicos para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTES) que afectan a estos sectores. Uno de ellos supondrá la movilización de más de 3.000 millones de euros para garantizar una gestión más eficiente de este recurso. El segundo, destinado al sector agropecuario, conlleva una inversión de más de 1.000 millones y un impacto en la economía de más de 3.000 millones de euros.
Ambos PERTES tienen como objetivo fundamental la modernización de ambos sectores, en la que la digitalización de los procesos ha de jugar un papel clave. Y, para conseguir esta actualización, hay que combinar soluciones que incluyan tanto las necesidades de identificación de las partes (certificados digitales, identidad soberana) como herramientas de firma, de entrega certificada o de preservación de documentos. Por ejemplo, en el sector agropecuario, vemos que los tradicionales tratos con un apretón de manos han quedado atrás, ya que se han sustituido por acuerdos comerciales que han de ser firmados digitalmente. De hecho, incluso tendrán que registrarse, tras la entrada en vigor el 1 de enero de 2023 del registro de contratos alimentarios.
La digitalización del sector contribuye, en líneas generales, a su modernización, pero es imprescindible que las diferentes empresas y actores del sector cuenten con las herramientas necesarias para cumplir con las nuevas obligaciones que la normativa marca. Se hacen necesarias compañías que ayuden de manera integral a la transformación digital del sector ofreciendo soluciones end to end, desde la emisión del certificado adecuado para la identificación y realización de los distintos trámites hasta la preservación del documento digital durante el tiempo establecido por la ley.
Además, en el sector de la gestión del agua se implementarán soluciones IoT y será necesario garantizar las comunicaciones entre máquinas (por ejemplo, contadores/servidores) teniendo en cuenta la ciberseguridad. Para ello, las tecnologías implementadas tendrán que combinar las soluciones de identidad (de personas, entidades, páginas web o máquinas) con soluciones de ciberseguridad (ataques informáticos, phishing, suplantaciones de identidad).
Sectores tradicionalmente más conservadores, como el agropecuario están ya en un imparable proceso de transformación y modernización del que las empresas y profesionales del sector no pueden olvidarse si quieren seguir siendo competitivos y gestionar sus negocios con eficiencia.