El número de redes de calor y frío en España sigue aumentando
En este último año en España se han construido 54 nuevas redes llegando ya a las 468, lo que supone una potencia total instalada de 1610MW que ocupan 752 km., dan servicio a 5.700 edificios y con las que se ha logrado un ahorro medio de combustibles fósiles del 92%. Todos estos datos los conocimos en la presentación del Censo de Redes de Calor y Frío, que anualmente elabora la Asociación de Empresas de Redes de Calor y Frío (Adhac), y que este año se ha realizado vía telemática.
Más redes en 2020
Cataluña, la comunidad con más redes
La siguen en el ranking Castilla y León con 65, y Navarra y País Vasco con 47 y 40 respectivamente.
No obstante, si nos fijamos en la potencia instalada en cada una de las comunidades, Madrid con 384 mW, junto con Cataluña (510 MW) ocupan las primeras posiciones, ya que en estas zonas suelen ser instalaciones grandes y por tanto con mucha más potencia. Las siguen Navarra con 209 MW y Castilla y León con 157MW de potencia instalada.
Tipos de instalaciones
Del total de la potencia instalada, el 75% se destina a la generación de calor.
Comparativa de datos entre 2019 y 2020.
El sector terciario, principal usuario de las redes de calor y frío
De nuevo, si miramos las cifras en términos de potencia, los datos varían. Así, el sector industrial pasaría al segundo lugar con el 26% del total de potencia; el terciario seguiría siendo el principal cliente con un 54% de la potencia y finalmente el sector residencial, con un 20%.
De todas las redes censadas, el 55% son de titularidad pública, el 42% privada y un 3% de titularidad mixta. Sin embargo, la potencia instalada se distribuye de forma similar entre los tres modelos.
Biomasa, el combustible más utilizado
En términos de potencia, el gas natural sigue tenido gran peso, (58%) aunque está aumentando la potencia instalada con biomasa (38%)
Un marco regulatorio propicio
Miguel Armesto, presidente electo de Adhac, reconoció que estamos en un momento en el que el marco regulatorio tanto en Europa como en España es propicio para invertir en redes de calor y frío ya que se está fomentando el uso eficiente de la energía y el uso de renovables, dos premisas fundamentales en las redes de calor y frío.
Recordó que estamos hablando de una solución tecnológica flexible a la que se pueden ir incorporando diferentes tecnologías. “Las redes son una buena plataforma para incorporar energías renovables o adaptarse a múltiples escenarios”, defendió. Permiten llegar a varios tipos de consumidores; por tanto “existe un gran potencial de negocio por desarrollar”, aseguró.
Además, cuando hablamos de redes de calor y frío, hay que pensar en que “son inversiones muy importantes a largo y que dan un impulso en el territorio donde se realizan”, comentó.
Barreras que salvar
Víctor Marcos, director de Energías Renovables y Mercado Eléctrico del Idae, que participó al inicio de la jornada, recordó el importante papel de las redes de calor y frío, destacando, por ejemplo, su valía en el sector industrial, integrando fuentes de energía desaprovechadas como las residuales.
Reconoció, no obstante, que a pesar de que el número va creciendo año a año todavía hay barreras que romper. Falta un nuevo modelo de colaboración público-privado, potenciar el modelo colaborativo entre empresa y usuario como las comunidades energéticas, la integración de energía solar térmica para edificación y ayudas específicas a las redes de calor y frío