El informe Oekom asegura que la responsabilidad de la industria química sobre los productos es mejorable

Un nuevo informe realizado por el instituto alemán Oekom pone de manifiesto que las empresas químicas valoran más los riesgos sociales que los medioambientales, aunque destaca que en el sentido ambiental “se han producido avances para reducir los riesgos de las sustancias químicas”.

Fotografía cortesía de Basf

Imperial Chemical Industries (Reino Unido) y los grupos químicos alemanes Basf y Degussa llevan una ventaja indiscutible a sus competidores de la industria química en lo que respecta a actuación responsable con la sociedad y el medio ambiente. Esta es una de las conclusiones del último estudio de “Oekom Research” sobre la industria. Esta agencia calificadora analizó minuciosamente 23 empresas de nueve países, con arreglo a casi 200 criterios, para evaluar la forma en que responden a los desafíos sociales y los riesgos medioambientales.

En promedio, las empresas obtuvieron mejores calificaciones en las cuestiones sociales que en las medioambientales. Los analistas critican sobre todo unos esfuerzos a su juicio insuficientes por catalogar y evaluar las sustancias de riesgo, y por desarrollar sustitutos sostenibles desde un punto de vista medioambiental. Por otro lado, “Oekom Research” reconoce que la industria en su conjunto ha hecho importantes progresos en áreas que, durante muchos años, han sido fuente constante de preocupación pública, por ejemplo la seguridad ocupacional o la seguridad en las plantas y en el transporte.

Hoy más que nunca, la industria química está sometida a fuerzas contradictorias: por un lado, el estilo de vida moderno demanda constantemente nuevos productos, pero por otro, ni siquiera los expertos saben qué contestar cuando se les pregunta por los efectos medioambientales a largo plazo de los más de 100.000 productos químicos que se fabrican en la actualidad. Por ello, el objetivo de este estudio consistió en analizar en qué medida responden las empresas a sus responsabilidades, es decir, hasta qué punto es firme su voluntad de evaluar y minimizar los riesgos asociados a sus productos y de encontrar nuevas soluciones.

“Por norma general, las empresas proporcionan poca o ninguna información sobre las sustancias que examinan y evalúan”, comenta Oliver Ruedel, analista de “Oekom Research” y autor del informe industrial, resumiendo en pocas palabras la situación. La falta de transparencia es sólo una indicación de un hecho: la industria sigue estando lejos de gestionar los productos químicos de una forma compatible con los requisitos sanitarios y que sea medioambientalmente sostenible. La actitud esencialmente crítica de la industria hacia el programa de la Unión Europea para el registro, la evaluación y la autorización de los productos químicos (Reach) es una prueba más de que la industria está poco dispuesta a responsabilizarse de sus productos de una forma más comprometida.

De las 23 empresas analizadas, el Instituto Oekom sólo puede recomendar a siete

El estudio muestra a las claras qué empresas han dado los primeros pasos en dirección a una mayor responsabilidad de sus productos. Por ejemplo, desde hace algunos años el grupo químico Basf (Alemania) somete a las nuevas sustancias que desarrolla a un análisis especial de eficiencia ecológica antes de introducirlas en el mercado. Con ello, analiza minuciosamente y en fase temprana los riesgos para el medio ambiente y la salud. Otras empresas, como el productor de productos químicos especiales Rohm & Haas o la multinacional química DuPont (ambas estadounidenses) complementan los métodos convencionales con la noción de “Química Verde”. En estos casos, el objetivo consiste en minimizar el impacto de las sustancias que se producen, por ejemplo, mejorando su biodegradabilidad biológica o sustituyendo los componentes perjudiciales.

Sólo un pequeño número de empresas pioneras han emprendido el esfuerzo de encontrar sustitutos compatibles con el medio ambiente

Sólo un pequeño número de empresas pioneras han emprendido el esfuerzo de encontrar sustitutos compatibles con el medio ambiente para los aproximadamente 90.000 productos químicos que se producen actualmente a partir del crudo de petróleo. Imperial Chemical Industries (Reino Unido) y DuPont (EE.UU.) causan buena impresión con sus materiales producidos a partir de materias primas renovables. Sus esfuerzos parecen especialmente bien diseñados, porque además estas empresas también están desarrollando programas orientados al cultivo sostenible.

Ruedel resume los resultados del análisis de la industria: “En una industria tan compleja y plagada de riegos como la química, sería de esperar una transparencia general mucho mayor en el tratamiento de la información y los datos. Esta era una oportunidad para que las empresas mejorasen su credibilidad y, a la vez, aumentase el grado de confianza en sus productos. De las 23 empresas que hemos analizado, sólo podemos recomendar siete a nuestros clientes para que inviertan en ellas”.

Las importantes diferencias en el comportamiento social y medioambiental de las empresas también se refleja en las calificaciones. En una escala de A+ a D-, la empresa mejor situada obtuvo una B+ y la peor una D. La industria química obtuvo una calificación general de C. En comparación con la edición anterior de este estudio sobre la industria, en el que la media fue de C+, la calificación de la industria química ha caído ligeramente.

Oekom research ofrece sus resultados en un Informe Industrial exhaustivo, redactado en inglés. El informe titulado “Corporate Responsibility Industry Report Chemicals” desarrolla en detalle los resultados de las 23 empresas analizadas, y aporta información valiosa y actualizada sobre las actividades de la industria química.