El corte por láser y la fibra óptica cumplen con las demandas del corte de chapa más exigente
Con más de 50 años a sus espaldas Mafesa se ha convertido es especialista en el trabajo de hierro y acero, desde la producción de ferralla —o acero de refuerzo— hasta el corte por láser. Actualmente cuenta con 8 centros que le permiten dar cobertura, con diferentes servicios, a una amplia zona geográfica de Cataluña e incluso al sur de Francia, con un total de más de 50.000 metros cuadrados de almacenes y plantas de producción. Su capacidad productiva les permite trabajar perfiles, tubos, chapa, calibrados, corrugados, mallas, etc. Dentro del grupo, Mafesa Láser nació para ampliar el servicio de plasma y oxicorte, y dar cobertura a una mayor amplitud de sectores cliente.
Hoy en día Mafesa Láser suma 10 empleados repartidos entre taller y oficina técnica, con dos máquinas de corte por láser adquiridas a razón de una por lustro desde sus inicios. Pero su espíritu inquieto y su particular visión de trabajo les llevará, a mediados de año, a adquirir —sí, adquirir, aquella acción comercial tan poco dada últimamente— una nueva máquina de corte por fibra óptica, a la vez que se trasladen a unas más amplias y modernas instalaciones. Este cambio busca repercutir positivamente en sus clientes, ampliando su portafolio de productos.
Geográficamente Mafesa se ubica en las comarcas centrales de Cataluña, con ubicaciones en Vic, Canovelles y La Seu d'Urgell (almacenes) Palafolls y Figueres (almacén y producción de ferralla), Seva (ferralla), Vic y Gurb (oxicorte y corte por láser respectivamente).
Precisamente de las instalaciones de Gurb, que visitamos, se trasladaran a Seva, desde donde ampliarán su oferta.
Por otro lado, también se plantea, si bien en un futuro, ofrecer servicios de plegado, roscado… “El cliente quiere una solución completa y eso significa ampliar el portafolio de servicios y la maquinaria”.
Los retos actuales no residen únicamente en el corte de materiales diversos, las durezas y la complejidad de las piezas, sino también en la rapidez de entrega. “Somos un taller pequeño y debemos competir con los grandes láseres… Y una estrategia es (casi) nunca decir que no”. Aunque ser pequeño a veces puede ser una ventaja en cuanto a flexibilidad, agilidad y polivalencia, como es el caso del transporte propio con que cuenta Mafesa. “Son detalles que el cliente agradece”, reconoce Manel Solà.
El cliente tipo principal de Mafesa es el constructor de maquinaria. Principalmente para el sector de la alimentación, de maquinaria industrial y máquina-herramienta, aunque también dan servicio a talleres de carpintería de aluminio, diseñadores, rotulistas, escultores —“muchas esculturas de rotondas han salido de nuestro taller”—, trabajando tanto para clientes finales como subcontratistas de empresas principales. E incluso se fabrican algunos recambios de sus propias máquinas. Ingeniería e inventiva a partes iguales.
Mafesa está preparada para cortar todo tipo de materiales aunque notan un cierto incremento de la demanda para trabajar cobre y latón “y la máquina de fibra óptica nos permitirá trabajar estos materiales con mucha mayor fiabilidad”. En este sentido, Manel Solà explica que “si bien es posible cortar cobre y latón mediante láser, éste aporta demasiado brillo al material y los resultados no son todo lo óptimos que deberían”. En este caso, se trata de una máquina de alta velocidad que les permitirá, además, asumir trabajos que hasta ahora no podían. “Tenemos mucha ilusión. Si bien es cierto que el trabajo ha bajado, debo decir que no lo ha hecho en la misma proporción que en otros sectores. La construcción de máquinas ha sido estable, más o menos, así que nosotros hemos podido mantener un bien ritmo de trabajo”.
Cuestión de medidas
Actualmente, las dos máquinas láser instaladas en Mafesa les permiten cortar hierro y acero inoxidable —y sus aleaciones— entre 0,8 y 25 mm, y hasta 15 mm en aluminio.
El corte por láser es quizá uno de los más bien considerados en el sector del corte de metal, tal y como confirma Manel Solà: “No es comparable con el oxicorte o el plasma que, aunque también tienen un buen corte, no ofrecen las mismas tolerancias ni rapidez de trabajo”. Pese a ello, Solà tiene claro que no siempre es necesario trabajar con láser para obtener un buen resultado, dependiendo del material, el uso de la pieza y la variable del precio: “Hay determinados trabajos en los que no es necesario utilizar el láser, evitando además encarecer el producto innecesariamente. Estamos para servir al cliente, no sólo para hacer negocio a su costa”.
Por ello mismo, ponen especial empeño en el control de calidad de sus productos: “Cualquier mínimo detalle puede suponer un problema importante para el cliente así que es necesario controlar de manera exhaustiva en el inicio, durante y al final del proceso de corte”.
Pero en Mafesa no se conforman con hacer “lo de siempre” y Manel Solà afirma rotundo que, en el sector del corte de chapa, “hay que buscar nuevos materiales. Desde gerencia se preocupan para ampliar nuestra capacidad de trabajo hacia materiales diferentes que aporten valor y nuevas características”, lo que de nuevo explica la adquisición de una máquina de fibra óptica.
Mecanizador – fabricante, codo a codo
Mafesa empezó hace 15 años a trabajar el corte por láser. A la máquina inicial se le sumó un nuevo modelo al cabo de cinco años, “unas máquinas de alta productividad y fiabilidad óptimas”, admite Manel Solà. “Son máquinas que se adecúan a nuestras demandas y cuyos fabricantes realizan un ‘paquete a medida’ para que resuelvan nuestra necesidad de trabajo”. Mafesa valora muy especialmente también el constante trabajo que las firmas realizan para mejorar y evolucionar sus máquinas: “Sus departamentos de ingeniería saben escuchar a los clientes de manera que continuamente les presentan mejoras para optimizar la producción”.