Los arquitectos técnicos lanzan el Test Radón para medir la concentración de este gas en los edificios
El Colegio de la Arquitectura Técnica de Barcelona, CATEB, y el Consejo General de la Arquitectura técnica de España (CGATE) desarrollaron y lanzaron la plataforma Test Radón para facilitar a usuarios y técnicos de la medición de la concentración de radón. Este es un gas radiactivo que si se expone durante un periodo largo de tiempo en un espacio cerrado puede ser perjudicial para la salud. Es por eso, que se elaboró esta plataforma, con el fin de concienciar e informar sobre las consecuencias del radón.
Para saber si una persona está expuesta a este gas hay que medir su concentración en el aire. De este modo, con el fin de continuar trabajando en la salubridad de los edificios y las personas, el CATEB y el CGATE, a través de una colaboración, ponen este método de medición al alcance de profesionales que quieran cumplir el reglamento a sus proyectos de edificación y facilitar a los ciudadanos la concentración de radón en su edificio.
“Una rápida puesta en conocimiento de los niveles de gas radón en los edificios, ayudará a plantear soluciones con inmediatez. Y también reducir los índices de mortalidad por cáncer de pulmón, ya que, según la OMS, este gas es la segunda causa de este tipo de enfermedad, atribuible al 14% de los casos en España”, sostiene Alfredo Sanz, presidente del CGATE.
La entidad insiste en que existe una normativa en España, desde finales de 2019, que obliga a los edificios tomar medidas de protección, CTE-DB-HS-6, si se encuentran en zonas de riesgo (17% del territorio nacional), según el mapa de potencial de Radón en España del Consejo de Seguridad Nuclear.
En el año 2022 se publicó el RD 1029/2022, que obliga a los titulares de las actividades laborales que desarrollen en planta bajo rasante o planta baja de los términos municipales de actuación prioritaria, según el mismo mapa, a estimar el promedio anual de concentración de radón.
A día de hoy no hay ninguna obligación de medición del radón en edificios residenciales existentes, ni en las inspecciones relativas a la seguridad como la ITE o la IEE. Tampoco es obligatorio informar a los compradores a la hora de realizar una compraventa. A este respecto, según Sanz “debe imperar la necesidad de una información mínima para los compradores en las transmisiones patrimoniales, que les proteja frente a diversos riesgos, incluidos los referentes a la salud, como la exposición al amianto, al plomo o al radón, dando cumplimiento al artículo 31 de la Ley 12/2023 por el derecho a la vivienda que indica la información mínima en las operaciones de compra y arrendamiento de una vivienda”.
Con el Test Radón, los usuarios podrán respirar tranquilos, ya que la medición de este gas en los edificios se realiza con unos detectores y aparatos que presentan unas dimensiones reducidas y una autonomía durante todo el período de exposición, sin la necesidad de utilizar fuentes de alimentación.