Casa Decor desvela el edificio de la edición 2025
Para la edición 2025, Casa Decor ha elegido un edificio ‘genuino’ y lleno de historia, de tipología canónica del barrio de Chamberí de Madrid, situado en la calle Sagasta, 33. Un espacio decimonónico que reunirá 50 propuestas innovadoras y disruptivas en la exposición de interiorismo y decoración para conmemorar una edición de celebración, ya que se cumplen 60 ediciones, del 3 de abril al 18 de mayor de 2025.
Desde 1992, Casa Decor ha atesorado una colección de edificios históricos y singulares. Un extenso catálogo de inmuebles de gran valor arquitectónico, que incluye palacios, palacetes, bancos, embajadas, viviendas señoriales, construcciones industriales e, incluso, un convento. En esta ocasión, la organización mantiene su vocación de descubrir, recuperar y abrir el rico patrimonio a la ciudadanía, para poner en relieve la gran herencia cultural de nuestro país.
Para la edición de 2025 se ha apostado por un edificio de porte señorial, estilo decimonónico, con amplios espacios, techos altos, muy luminoso y con detalles de época. El inmueble, de 7.141 m2, se distribuye en bajo, sótano y cuatro plantas, ocupa todo el frente de manzana de la calle Sagasta, desde la Plaza de Alonso Martínez hasta la calle Covarrubias. A pesar de ser dos edificios, fueron planteados como una unidad estética y arquitectónica.
Su imponente fachada está coronada por dos torreones octogonales en las esquinas y uno central en forma trapezoidal, recubiertos de teja de cinc al estilo francés. De cada una de ellos sobresale una hilera de balcones o miradores acristalados que dan dinamismo a la fachada, perfectamente alineada por medio de balcones con balaustrada de piedra, que se alternan con rejería.
La simetría de la fachada está milimétricamente diseñada a través de la composición de los paños de ladrillo visto, todos del mismo tamaño y delimitados por calles de piedra revocada en blanco, que contrasta con el rojo del ladrillo, dando aún más fuerza al alineamiento de todos los elementos.
El edificio de Sagasta 33, construido entre 1899 y 1901 por el arquitecto bilbaíno Luis de Landecho Jordán y Urríes, es un espléndido ejemplo del eclecticismo madrileño de finales del siglo XIX, que sigue las tendencias del racionalismo neogótico con la potente presencia del ladrillo visto combinado con la piedra y el metal.
Las generosas dimensiones del edificio permitirán la segmentación de más de 50 espacios, que serán un lienzo en blanco que, sin duda, motivará la creatividad de los profesionales y empresas que participen.
Las 90 ventanas abalconadas del edificio garantizan que la luz natural llegue a todos los rincones. Además, dos amplios patios de luces surten de iluminación a todas las estancias interiores.