El CGATE compensa las emisiones de su sede contribuyendo a dos proyectos medioambientales en Turquía y Madrid
El Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) y ClimateTrade colaborarán, por tercer año consecutivo, para compensar las emisiones contaminantes producidas en la sede corporativa de la entidad colegial y en las reuniones de sus órganos de gobierno. Como en los dos años anteriores, el CGATE ha elegido un proyecto internacional y otro nacional para efectuar la compra de emisiones que compensen las producidas en sus oficinas madrileñas.
“Para nosotros se ha convertido en una tradición este gesto de compensación de nuestras emisiones, enmarcado en nuestra estrategia de Responsabilidad Social Corporativa. Es un pequeño grano de arena, pero es nuestra forma de contribuir a la descarbonización y a la lucha frente al cambio climático”, asegura Alfredo Sanz, presidente del CGATE.
Para la compensación internacional de emisiones se ha participado en el proyecto Gunder HPP Run-of-River Hydro Projectes en Turquía, desarrollado por la empresa Enerjisa Enerji Üretim. Las reducciones de emisiones globales conseguidas por esta central hidroeléctrica ascenderán a un promedio de 38.760 toneladas de CO2 por año. El proyecto generará, además, una reducción sustancial de las emisiones al llevar la producción de electricidad neutra en carbono a la red turca.
“Tras apostar por otros proyectos internacionales en México o la India en los dos años anteriores, nos ha parecido buena idea compensar nuestras emisiones en un proyecto que, además de su vertiente medioambiental, contribuirá a mejorar la economía de un país como Turquía, que se ha visto gravemente afectado por el terremoto que sufrieron el pasado mes de agosto”, explica Sanz.
El resto de las emisiones han sido compensadas en España, a través del proyecto ejecutado por la asociación (R)forest Project para la reforestación del bosque de Alalpardo en Madrid. El principal objetivo de este proyecto es recuperar una zona de ribera, junto al Arroyo del Casar y aumentar su biodiversidad, ya que el municipio está declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) donde se crían especies protegidas.
Los árboles, plantados de forma aleatoria con fin de imitar el proceso de crecimiento de un bosque natural, son especies autóctonas como el espino blanco, el álamo, el endrino, el sauce o el enebro. Además de este proyecto, en España, durante 2022 y 2021 se participó en otras reforestaciones en el Campoo de Yuso (Cantabria) y la Sierra de Gredos (Ávila).
“Medir nuestro consumo energético y las emisiones que producimos con el objetivo de compensarlas, nos permite, además, ser conscientes de nuestro comportamiento energético, algo crucial para reducirlo y contribuir a mejorar nuestra huella de carbono”, finaliza Alfredo Sanz, presidente del CGATE.