El 25% de la facturación total de la compañía en 2022, superior a los 215 millones de euros, fue generada en la instalación zaragozana
Pladur convierte a Aragón en un referente en exportación de yeso natural
El director general de Pladur, Enrique Ramírez, ha visitado la fábrica de la compañía en Gelsa (Zaragoza) para repasar los últimos hitos de estas instalaciones desde su inauguración oficial, en febrero de 2019. Se trata de una explotación pionera, ya que cuenta con una planta de reciclaje propia y autoabastecimiento a través de energías renovables, lo que la convierte en una instalación que genera cero residuos.
Pladur es hoy en día la marca de referencia en España en la fabricación de soluciones constructivas sostenibles a base de yeso natural. A este respecto, Enrique Ramírez ha hecho hincapié “en los beneficios económicos y sociales como consecuencia de la adopción de prácticas de sostenibilidad. Nos centramos en fomentar la producción de un material esencial, lo que yo llamo ‘oro blanco’, para una construcción respetuosa con el medio ambiente”, ha declarado.
También el director de Pladur ha destacado la importancia y el arraigo de la compañía en Aragón “como motor de empleo y modelo de exportación". Actualmente, la fábrica exporta el 100% de su producción a Reino Unido, Irlanda, Francia e Italia. “En esta región, tenemos la suerte de contar con una fábrica de grandísimo valor, ya que el yeso es de gran pureza y homogeneidad. Por otro lado, esta comunidad autónoma está situada estratégicamente en conexión con el Mediterráneo y el Atlántico, lo que facilita la exportación a países europeos”, ha insistido Ramírez.
Zaragoza, centro estratégico
Aragón tiene una larga historia en la producción de yeso y cuenta con un sector industrial bien establecido y competitivo. Por esta razón, Gelsa se ha convertido en un epicentro de la compañía. La fábrica, con una capacidad operativa de 30 millones de metros cuadrados, contó con una inversión inicial de 56 millones de euros.
El crecimiento de la producción de la instalación de Pladur en Gelsa en 2021 fue de un 30% con respecto a los años anteriores; mientras que en 2022 esta cifra se incrementó un 10%. Este año, según la compañía, se estima “el mantenimiento del volumen de producción del pasado ejercicio”.
Esta fábrica emplea a unas 100 personas de manera directa y a un 40% más de manera indirecta. En cuanto a cifras de negocio, la instalación de Zaragoza supuso, en 2022, el 25 por ciento de la facturación total de la compañía, que es superior a los 215 millones de euros.
En pro de la sostenibilidad
España es el primer país en producción de yeso que cuenta con las reservas más importantes en cuanto a calidad y cantidad. En este sentido, la región de Aragón cuenta con uno de los yacimientos más importantes de Europa, “lo que hace posible que nuestro país juegue, hasta el final de esta década, un papel fundamental en la exportación de este material necesario para una construcción más sostenible”, ha apuntado Ramírez.
El yeso es un material infinitamente reciclable. La circularidad en el proceso de fabricación permite reintroducir el material de rechazo al proceso productivo. En palabras de la directora de la fábrica de Gelsa, Marta Blasco, primera mujer al frente de una instalación de este tipo, “ya hemos alcanzado nuestro objetivo zero landfill; es decir, que nuestro proceso de producción envía cero residuos a vertederos y promueve la reutilización de los desechos de esta actividad”.
En julio de 2022, esta fábrica incorporó placas solares fotovoltaicas y tecnología innovadora para la automatización. Así, la fábrica en Gelsa cuenta con 4.242 paneles solares en cubierta capaces de generar 2.726.052 kWh de energía al año, lo que representa un 25% aproximadamente del consumo total requerido. Además, se hizo otra gran inversión ambiental en 2022, que se corresponde con el proyecto de puesta en marcha de la planta de reciclado en la fábrica de Gelsa. Ambas acciones suponen 90% de la inversión total anual realizada por Pladur en ese año.
Además de reducir el coste de electricidad, el uso de esta energía renovable es la forma más efectiva de reducir las emisiones de CO2. En concreto, esta instalación supone una reducción de 8.750 toneladas de emisiones de CO2 en un plazo de 20 años.
Por otro lado, el consumo de agua está íntimamente ligado con la fabricación de placa de yeso laminado. En su fabricación el agua se utiliza para crear la pasta de yeso, que se utiliza para rellenar las láminas de cartón y producir las placas. Con objeto de minimizar el consumo de agua del proceso se cuenta con colectores de aguas pluviales.
Otro proyecto en curso es la disminución del film empleado en el packaging, que están siendo sustituidos por embalajes más sostenibles, procedentes de materiales reciclados.
También se ha fijado la meta de cero emisiones y sostenibilidad relacionada con la disminución del consumo de gas. Según Ramírez, “una inversión a medio plazo será la sustitución del gas natural empleado en el proceso de producción por hidrógeno verde”, con el fin de estar alineados con los requisitos sostenibles y la normativa europea.