Los nuevos desafíos arquitectónicos a debate en Rebuild

El Congreso de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0, en el marco de Rebuild, fue el escenario perfecto para poner de manifiesto la transición que está viviendo, no sólo el sector de la construcción sino muy especialmente los estudios de arquitectura. Los avances tecnológicos y las nuevas herramientas digitales están revolucionando una profesión que, a su vez, ofrece disruptivas propuestas bajo el paraguas de la sostenibilidad y la eficiencia energética.

Carlos Lamela durante su ponencia en el Auditorio Lignum Tech, donde dio pinceladas de su trayectoria profesional a través de sus obras más emblemáticas.

Una de las primeras espadas de la arquitectura en asistir al Congreso de Rebuild fue Carlos Lamela. El aclamado arquitecto ofreció un punto de vista crítico sobre la profesión y abanderó nuestras estrategias y posicionamiento, para sumar en éste nuevo paradigma urbanístico. Lamela analizó sus obras más destacadas y expuso los retos a los que se expuso. Destacó la rehabilitación de un edificio emblemático para la ciudad de Madrid, como es el de Canalejas, espacio que ocupa el Hotel Four Season. A la complejidad de recuperar su esplendor, disponiendo de artesanos en piezas que son auténticas obras de arte, se unió la transformación de un entorno urbanístico del centro de la ciudad.

“En una fachada de protección patrimonial y con miles de elementos por restaurar, es sin duda una de mis obras más complejas que he gestionado. El objetivo era recuperar casi todos los elementos, restaurando pieza a pieza, en especial los vidrios. Se crearon, para protegerlas, unas 14.000 fichas restaurables del edificio, donde la colaboración de artesanos de Madrid ha sido remarcable”, comentó al respecto.

En este sentido, el arquitecto debe tener una visión de 360º para dar respuesta a necesidades particulares, ya sea en el entorno de la rehabilitación y restauración, como en el de la funcionalidad. Sirva de ejemplo sus últimos trabajos en el sector aeroportuario. La T4 de Madrid fue uno de los mayores exponentes de esta arquitectura, cuya evolución se puede ver en la nueva terminal de Tijuana y también de Schipol, donde priman los espacios diáfanos y modernos, para cumplir con su propósito en el tránsito de viajeros.

Pero esta adaptabilidad y flexibilidad marca la diferencia profesional. El conocimiento de los materiales, de sus usos y durabilidad, ero también su combinación para ofrecer propuestas que se alineen con la sostenibilidad son aspectos a tener en cuenta en la actualidad.

La clave radica en explorar e innovar. De hecho, Carlos Lamela ha iniciado en la construcción modular en Málaga, donde “hay que investigar más porque industrializar no es tan fácil, ya que se requiere una industria potente detrás y todavía estamos en fase de desarrollo. No obstante, existe un profundo interés y se están sentando las bases de un nuevo futuro en el sector”, reconoció.

Un conocimiento que abarca a un pensamiento holístico donde recuperar es mejor que destruir y donde el naturalismo “como ya comentaba mi padre” debe preocupar “a una de las profesiones más bonitas del mundo”.

Uno de los momentos más esperados fue la presentación del diseño de la nueva estación de Chamartín-Clara Campoamor, que debe dar respuesta a una nueva necesidad social, que, como anunció Montserrat Rallo del Olmo, directora General de Planificación, Estrategia y Proyectos de ADIF, “es mucho más que una estación”.

Para desvelar y exponer los elementos clave de este proyecto, estuvieron presentes Fermín Vázquez, de b720 Fermín Vázquez Arquitectos, y Carlos García Acón, CEO de Esteyco, estudios ganadores de este concurso ferroviario.

“Hay tres características clave del proyecto: Desde la escala de la ciudad, la propia estación que debe tener su reconocimiento y la escala humana desde el punto de vista de las personas que se aproximan, la usan y la disfrutan”, comentó al respecto Fermín Vázquez, quien añadió que “no hay que destruir lo que no necesita ser destruido”.

En este sentido, el proyecto se sustenta en la propia base de la estación actual, manteniendo las características bóvedas originales, que serán seguro su gran referencia e imagen del proyecto. Además, su uso no será exclusivo al tráfico ferroviario, sino que se completará con oferta de servicios y ocio, donde primará, por encima de todo, el espacio. Los ambientes abiertos, diáfanos, no sólo mejorará el tránsito de personas, sino que debe contribuir a mejorar la climatización interna.

Un entorno urbano que también se beneficiará de este gran proyecto transformador, ya que un gran parque adyacente pondrá a la naturaleza en el eje central. “Uno de los aspectos más importantes de este proyecto es su permeabilidad y poder disponer de accesos no sólo en las zonas norte y sur, sino también desde el este y el oeste. El concepto es de estación abierta entre dos espacios naturalizados, creando un anillo conector”, añadió Fermín Vázquez.

Por su parte, Carlos García Acón hizo mención a las soluciones eficientes y sostenibles inherentes en este proyecto: “Tanto los materiales como la gestión del agua y su captación, así como la generación de energía contribuyen a este diseño resiliente. Hay que respetar este referente histórico, pero llevándolo a la modernidad”.

Respecto a la vivienda, indicó que “es algo demasiado importante, con sus problemas y decisiones a tomar, para dejarlo en manos de la arquitectura”. Afirmó que, a principios del siglo XX, la arquitectura prometió soluciones en materia de vivienda social y no pudo cumplir con ello porque la arquitectura hablaba de innovación y esa idea no se pudo trasladar a la vida real. Se hizo una investigación únicamente formal pero los usuarios pedían algo más. “El referente de la arquitectura es el ser humano y la arquitectura viene a paliar sus fallos de diseño. Necesitamos dormir, alimentarnos, asearnos… Necesitamos viviendas que sean más eficaces en términos holísticos, más allá de lo meramente funcional”.

La rueda de prensa fue conducida por Miquel Àngel Julià, arquitecto, que planteó a los ponentes algunas de las tendencias que la experiencia digital estaba imponiendo en el mundo físico, como la transformación del lugar de trabajo que está permitiendo la hibridación entre presencialidad y teletrabajo, el nomadismo, la movilidad o los problemas de salud que puede acarrear trabajar en entornos físicos mal habilitados frente a la irrupción de las nuevas tecnologías.

Raquel Quevedo, directora de marketing de Lamp, abogó por conseguir que los espacios físicos sean compatibles con la experiencia digital. “El espacio físico debe aportar unos estándares de calidad para mejorar el bienestar y el espacio de las personas. La tendencia se dirige a la hibridación de espacios para sentirnos a gusto. Un ejemplo de ello, aunque no fue el detonante, fue la pandemia, que nos llevó a convivir entre lo físico y lo digital. Otro ejemplo es el nomadismo, que permite trabajar desde cualquier lugar del mundo, allí donde la persona se sienta a gusto”.

Un instante de la mesa redonda 'Phygital: el nuevo concepto del espacio'.

Iker Alzola, director de Elastiko Architects, especializados en ‘workplace’ argumentó que “el lugar de trabajo ha evolucionado mucho. Los nuevos sitios donde trabajar deben proporcionar bienestar y ser respetuosos con la sostenibilidad. Los cambios generacionales también se reflejan en estas tendencias en el lugar de trabajo y en la vivienda”.

Matteo Baraie co-CEO de PIX Moving, empresa especializada en movilidad, afirmó que la arquitetura es “el primer paso a dar cuando nos referimos a movilidad. El consumo ha cambiado, como también lo ha hecho el consumidor, que no solo trabaja en lugar físico, sino también en digital. Nuestra vivienda es un lugar físico pero conectado en modo digital y nuestro trabajo, de todos modos, es físico, porque nosotros somos reales”.

Imágenes de la pasada edición de Rebuild, que amplió no sólo su espacio expositivo en los pabellones 8 y 10, sino también los auditorios con ponencias de alto nivel dentro del Congreso de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0.