Asepal: “El objetivo es que la nueva directiva sobre EPI vea la luz en 2012”
28 de abril de 2010
El gerente de la asociación de fabricantes de equipos de protección individual comenzó su intervención presentando a la entidad que representan, cuyo nacimiento se gestó con el objetivo de homologar las empresas españolas. En cuanto a ensayos y necesidades se crearon la directiva 686/89 y una serie de normas armonizadas, denominadas así porque sirven para el conjunto de la UE. En este contexto, numerosas empresas tanto pequeñas como multinacionales pretendían homologarse como el resto de Europa y así se creó Asepal.
Por su parte, Felipe Blanco es licenciado en Ciencias Químicas, master en prevención de riesgos laborales, socio fundador de la empresa Right & Safe —“que hace una labor muy importante en el campo de los EPI, en los terrenos de formación, certificación y uso de este tipo de equipos”, según Expositor— y secretario general de Asepal.
En diciembre de 1989 se publicó la directiva de nuevo enfoque cuya tarea consiste en armonizar productos para la libre circulación dentro de la UE. El conjunto de estas directivas, unas 30, tienen el mismo objetivo: poner a disposición productos en la UE, con el marcado CE, que cumplan con unos requisitos fundamentales de salud y seguridad, ya sean EPI o juguetes, aparatos a presión o maquinaria.
Dada la creación de dicha norma, diversos fabricantes españoles de equipos de protección laboral, como guantes, calzado o vestuario, encontraron la necesidad de agruparse para aprender a certificar. “Hace 20 años los equipos se homologaban, no se certificaban. La homologación consistía en llevar el equipo al Ministerio de Industria, este realizaba una serie de pruebas y una vez que daba el visto bueno, era el Ministerio de Industria el garante de que ese equipo cumpliera. Si fallaba, el Estado se hacía cargo de las responsabilidades”, apuntaba Blanco. Las directivas de nuevo enfoque cambiaron ese concepto, y la responsabilidad pasó a ser del fabricante del producto, independientemente del país o lugar de fabricación. Por este motivo, se creó Asepal.
Necesidad de cambiar la directiva
Hace ya una década, Asepal comenzó a hablar de la necesidad de modificar la directiva de EPI. “Ya preveíamos que había aspectos que eran mejorables y en los que debíamos trabajar. Desde la asociación, junto con el Ministerio de Industria y otros miembros de la European Safety Federation (ESF), federación que agrupa todos los ‘Asepales’ de Europa, elaboramos un borrador de la directiva que se quedó paralizado en la comisión, entre otras cosas, porque había un problema de homogeneización de los organismos notificados. Desde la comisión se dijo que hasta que no existiesen unas reglas claras en cuanto al funcionamiento de los laboratorios, pararían la publicación de esa directiva”, señalaba el secretario de la organización.
Sin embargo, hace dos años el Ministerio informó que desde Europa se daba luz verde a la publicación de esa nueva directiva y de nuevo con la ESF, la asociación elaboró un cuestionario de aspectos modificables. “El objetivo es que la nueva directiva de EPI aparezca en 2012. Debe salir porque se están renovando todas las directivas de nuevo enfoque de maquinaria. Ha salido la de productos sanitarios y están introduciendo conceptos que vienen a tocar la directiva de EPI, por lo que se hace necesario que la modificación de esta normativa se haga en breve”, apuntaba.
¿Qué ha ocurrido durante estos 20 años?
En particular, el sector de los equipos de protección individual ha crecido en cifras de dos dígitos durante los últimos doce a quince años. De ser un sector sin configuración, formado por guanteros o fabricantes de calzado, entre otros, ha pasado hoy, y a pesar de la crisis, a ser un sector fuerte y consolidado. Entre otras cosas, decían desde Asepal porque los EPI se tienen que utilizar por ley. En 2007/2008, facturó cerca de 700 millones de euros.
Blanco continuó su intervención hablando de la evolución del sector, que ha registrado grandes cambios y tendencias que hacen necesario un cambio de directiva.
Nuevas tendencias
A grandes rasgos, las tendencias pasan por la globalización, el bienestar, el desarrollo sostenible y la funcionalidad ya que los equipos deben ser multifuncionales, evitando el uso de varios equipos para cubrir distintos riesgos.
Tal y como señaló Blanco, la ruptura de barreras comerciales vino desarrollada fundamentalmente por dos parámetros: el desarrollo de la electrónica y por la incorporación de China a la Organización del Comercio Mundial en 2001.
Otro aspecto relevante fue el acuerdo de Viena firmado ese mismo año, cuyo propósito era la armonización de todas las normas a nivel mundial. “El objetivo es tener una sola norma para un producto. Ahora mismo, existen multinacionales con tres cadenas de producción distintas para fabricar una mascarilla autofiltrante dependiendo del mercado al que se dirija”.
¿Cómo afecta esto al mercado de los EPI? “A nuestro entender, la globalización ha planteado una serie de amenazas a este mercado. Como es una directiva que hablaba de un mercado libre de barreras, la figura del fabricante, del representante legal o la figura del importador, no está excesivamente clara. En cuanto a la denominación de fabricante, la mayoría subcontrata cadenas de producción o compra directamente un producto y lo hace suyo como fabricante. Por eso, la terminología es difusa. Hay que tener en cuenta que las directivas o el Libro Azul para el entendimiento de las normativas de nuevo enfoque señalan que un fabricante es aquella entidad física o jurídica que se responsabiliza del diseño y de la comercialización del producto. Hoy en día, el fabricante es que el responsabiliza del producto y la norma no obliga a fabricar en Europa. Este es un problema que va conjuntamente con el segundo ítem que son los certificados y extensiones “dudosas”, por no hablar de copias, falsificaciones”, señalaba Blanco.
Otra característica de esta globalización es la creación de marcas blancas. “Hoy nos encontramos con la paradoja de que un productor asiático hace un producto para 25 marcas y, en teoría, tendría que hacer 25 extensiones de certificado porque de acuerdo a la directiva, no se puede certificar un producto dos veces bajo el mismo criterio. Hay mucha gente que piensa que hacer una marca blanca es poner el nombre a su equipo de protección individual y la extensión de la certificación se la hace el propio fabricante. Pero, no, una extensión de certificación la debe hacer el organismo notificado que ha expedido el certificado original”.
Otro tema importante es la validez de los resultados y la presunción de conformidad de las normas armonizadas. “Un tema muy amplio” –apuntaba– “porque en teoría la directiva de equipos de protección individual no contempla que los certificados realizados por los organismos notificados caduquen”. En teoría, y de acuerdo a la directiva, un fabricante obtiene un certificado CE y este vale para toda la vida.
“Tengo que advertir que el criterio que mantiene el Ministerio de Industria no es el que estoy exponiendo. Para el Ministerio, si sale una norma que sustituye a la norma armonizada anterior, anula la presunción de conformidad que tenía la norma antigua y el fabricante debe comenzar a fabricar de acuerdo a la nueva, por lo que le obliga a ir a rectificar al laboratorio, a comprobar si el producto que tenía certificado anteriormente está cumpliendo con la nueva norma. Este es el criterio del estado español no el de Francia o Reino Unido. Esto atañe a la fabricación pero no a la comercialización. Si el producto está comercializado, en stock, se puede seguir vendiendo hasta que en teoría se finalice el estocaje.
“La directiva no es clara”, apuntaba Expositor. “El problema es la falta de homologación de criterios en la Unión Europea. Hay una directiva de obligado cumplimiento para todos los países, pero el problema base es su interpretación.
Según el estado español, cualquier norma nueva o que sea una modificación de la anterior obligará al fabricante a adecuar el certificado que tiene de los ensayos correspondientes de ese equipo a la nueva norma o a la modificada. Además, se introducirán unos periodos de transición”, apuntaba.
Alquiler de EPI
Hasta ahora está implantado el renting de vestuario sobre todo de tejidos con altas prestaciones, para bomberos o similares pero cada vez se introduce más el renting en vestuario común y por qué no hablar en un futuro de ese mantenimiento o alquiler de EPI, en la medida de que hablamos de reutilizar y aumentar los tiempos de uso.
¿Y el periodo de transición?
El periodo de transición es otra de las dificultades a las que hace frente el sector. El fabricante —como ha ocurrido recientemente con el calzado de seguridad que debe hacer ensayos o certificados por resbalamiento—, tiene unas líneas de producción que no se pueden modificar de la noche al día. Y la empresa tampoco se puede adelantar. Si bien Asepal informa sobre las prenormas, diciendo qué va a venir y qué certificados se requerirán, estas no pueden cumplirse ya que los organismos oficiales de inspección, como consumo o inspección de trabajo, exigen la norma armonizada. “Hay una especie de esquizofrenia. Se quiere cumplir, pero es imposible. Es una situación complicada”, señalaba Expositor.
“Por ejemplo, la directiva de productos sanitarios ya aparece con esa premisa de caducidad: cada cinco años debe ser revisado si no ha salido una norma anterior. Ya lo están aplicando para el calzado de uso profesional. Esos periodos de transición se dan con normalidad en otras directivas, como las eléctricas o de compatibilidad electromagnética, por ejemplo. En cuanto sale una norma que anula a la anterior se le da al fabricante un año para que adecue su producción. En el caso de los EPI esto no ocurre”.
Marcas de moda que acaparan el sector de los profesionales
Según Blanco, otra de las amenazas de la globalización es la entrada de marcas consolidadas —fundamentalmente en vestuario laboral, de uso corporativo o calzado—, del sector de la moda no profesional para las cuales es relativamente sencillo abrir una línea de vestuario de uso profesional. También destacó, aunque en menor medida, el caso del comercio particular en la venta de plataformas de venta online, “algo que a día de hoy no está muy bien regulado porque puedo abrir una plataforma online con sede social en Pernambuco y estar vendiendo EPI aquí. ¿Cuál es la responsabilidad de esa página que está en un tercer país? Este es un tema a estudiar”, señalaba.
Por último, apuntó como otra amenaza, la entrada de grandes grupos con grandes potenciales de compra. “Como están haciendo en sectores como la ferretería y suministro industrial, con la herramienta eléctrica”.
Ante esto, desde Asepal defienden, en primer lugar, que se aclaren esas definiciones (qué es un fabricante o un importador) y qué responsabilidades tienen, y además, que se encuentren al alcance del público general.
Desarrollo sostenible
Tal y como apuntaron durante la jornada, la normativa nada dice de ahorros de energía, reducciones de CO2, reciclado de materiales, tratamiento de residuos y la reutilización, un término que consideró que se utilizará con más familiaridad. “Lo que interesa es que el tejido en contacto con el cuerpo sea inocuo. Hay fabricantes que en su información dicen que han eliminado productos potencialmente tóxicos, se empieza a ver la introducción de fibras de materiales reciclados, las biofibras, biopolímeros... Y cada vez más, las normas inciden en el mantenimiento de los equipos. De hecho, será más común que veamos programas de alquiler de EPI”, señalaban.
La aduana debe controlarse
Desde Asepal creen fundamental el control eficaz de la aduana. “En 2008, con el Real Decreto 230, comenzaron a realizar una serie de inspecciones aleatorias a tres tipos de EPI: el calzado de uso profesional, los guantes y –‘curiosamente solo una parte del vestuario’–, los pantalones. Este Decreto debía haberse ampliado a finales del año, pero aún no se ha hecho. Nosotros desde la asociación hemos hecho ver al organismo encargado del control de aduanas de EPI, que es necesario controlar esos tres tipos de vestuario, pero también otros como el de la protección respiratoria”.
Actualmente el importador ya no solo trae guantes, calzado o ropa sino que este “es más osado y trae un equipo de protección contra caídas o respiratorio, mientras que los equipos de categoría 3 no solo deben tener ese certificado sino que el fabricante ha tenido que ir al laboratorio y debe demostrar que está haciendo un control o mantenimiento de la producción anualmente”.
Además de controlar la aduana, Asepal aboga por los controles internos de producto, por la necesidad de legislar nuevas formas de comercio y por homogeneizar los resultados que dan los organismos notificados. “Los laboratorios, organismos notificados, lo han visto claro: si se produce en otros países, vamos a abrir delegaciones en ellos. En muchas ocasiones no consiste en abrir una delegación propia, sino que subcontratan en esos países. Como el organismo debe estar en la UE, se certifica en Europa pero los ensayos se realizan fuera incluso con diferentes valores”.
Y por último, es necesario contar con una base de datos global de certificados emitidos por los organismos notificados. De forma que cualquiera pueda comprobar que ese EPI está bien certificado y aparece con ese laboratorio. “A día de hoy, si cualquiera de ustedes llama a un organismo notificado para comprobar si el EPI está o no certificado la respuesta que va a obtener es que la información es confidencial”.
La segunda gran tendencia, el bienestar
Los equipos de protección individual eran hasta hace muy poco seguros, pero pesados, no transpiraban, rozaban, eran incómodos, etc. “Cuando apareció la directiva de equipos de protección individual en el año 92 esta se limitaba a que los equipos fueran seguros. Cada vez más las modificaciones de las normas van encaminadas a que los productos sean más ergonómicos, por ejemplo, que un guante tenga más destreza o sea más transpirable. Si es un calzado que sea más ligero y a que además, en la medida de lo posible, sea más transpirable, mientras que si es una prenda, que permita hacer las funciones de forma confortable”. También destacó la moda ya que los productos son cada vez más atractivos. Uno de los productos que más ha cambiado en este sentido son las gafas, apuntaba.