La empresa se esfuerza por minimizar el impacto generado, por los procesos de producción, ahorrando recursos y utilizando o produciendo energía regenerativa

La sostenibilidad es un concepto amplio y complejo que requiere, para un fabricante como BITO, un posicionamiento claro en la selección de las materias primas, el desarrollo de los procesos productivos, e incluso la gestión empresarial como un todo.

BITO ha integrado plenamente esta filosofía en su gestión corporativa. Su director general, Winfried Schmuck, sintetiza con acierto la relación inexorable entre desarrollo sostenible y crecimiento económico: “No son valores contradictorios, sino que promueven la fuerza y el rendimiento innovadores, ayudan a conseguir una relación precio-rendimiento equilibrada, promueven la equidad en los negocios con el personal, los proveedores y los clientes, y crean conciencia de las preocupaciones medioambientales y sociales”.

La Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU entiende la sostenibilidad como “el desarrollo sostenible que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades". En el ámbito de la industria logística, una definición más concreta es la que proporciona Carsten Deckert, profesor de Gestión de la Innovación y la Producción en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Düsseldorf: “En la logística verde, el transporte, el almacenamiento y el embalaje se orientan hacia los objetivos ecológicos de la sostenibilidad: eficiencia de recursos y compatibilidad medioambiental. Se trata de suministrar la cantidad adecuada del artículo correcto en el lugar correcto y en el momento adecuado, con la calidad correcta y al coste correcto, con la menor cantidad de recursos posible y minimizando las emisiones”. La implantación de procesos sostenibles en la logística es una cuestión cada vez más urgente en tiempos de cambio climático.

En 2002, en la Cumbre Mundial de la ONU sobre Desarrollo Sostenible, la sostenibilidad debía basarse en tres pilares: responsabilidad ecológica, económica y social. Para crear una verdadera gestión corporativa sostenible, la dirección de BITO fomenta el desarrollo profesional y personal de los empleados, mediante la Academia BITO, que ofrece un amplio abanico de cursos de formación. Igualmente, BITO patrocina actividades culturales locales, planes de promoción de la juventud, deportes y eventos especiales en colaboración con clubes e instituciones locales.

En el ámbito de las Compras, BITO da preferencia a los fabricantes y proveedores que cumplen con las normas ecológicas. En la selección de materias primas, se opta por materiales que no sean perjudiciales para la salud y que permitan un procesamiento respetuoso con el medio ambiente. Además, se tiene en cuenta la huella de carbono producida por los desplazamientos, de modo que se prioriza la cercanía, de modo que el 90% de los materiales adquiridos proceden de proveedores de la UE.

En cuanto al impacto generado por los procesos de producción, la empresa se esfuerza por minimizarlo ahorrando recursos y utilizando o produciendo energía regenerativa:

• Para los edificios, se seleccionan materiales de construcción con aislamiento térmico y desde un concepto energético sostenible que contribuya a reducir la huella de CO₂.
• El consumo energético se ha contratado un proveedor de energía que prioriza las energías renovables. A su vez, se han instalado paneles fotovoltaicos en los edificios de la planta en Meisenheim para generar electricidad propia.
• Se ha pasado a iluminación LED para reducir el consumo de energía en un 60%. Gracias a estas medidas, las emisiones de CO₂ han bajado un 40% en 2020 respecto a 2018.
• Las máquinas de moldeo por inyección de última generación de la planta de Lauterecken se han equipado con ecomotores que consumen entre un 12 y un 20% menos de energía por kilogramo de polímero.
• En 2019, se recicló el 96,76% de los residuos producidos.
• Se ha pasado a un sistema de agua de circuito cerrado y se han instalado refrigeradores libres en lugar de torres de refrigeración, consiguiendo un ahorro de agua del 60%.
• Además, se instalaron calentadores de agua de flujo continuo en todos los puntos de consumo de las zonas de producción y oficinas.
• Se presta una especial atención a los procesos de producción sin gases, tanto en la conformación de metales como en el proceso de moldeo por inyección.

Un almacenamiento compacto y una clara presentación de los productos ayudan a reducir los tiempos de entrega de los pedidos y a coordinar los procesos logísticos. Esto evita los tiempos muertos, aumenta la productividad del almacén y reduce los costes de almacenamiento. Las estanterías de almacenamiento BITO Live mejoran la eficiencia en la preparación de pedidos, permiten trabajar de forma ergonómica y crean un mejor entorno de trabajo gracias a un mejor manejo de los materiales. Por ejemplo, la posición de palé frontal extraíble en las estanterías de paletización es una solución ideal para la preparación de pedidos ergonómica fuera del palé a la altura del suelo.

La preocupación por la sostenibilidad está obviamente muy vinculada con los materiales con los que se fabrican las estanterías, cajas y contenedores que ofrece BITO. Aquí indicamos algunos ejemplos de mejoras implementadas para cumplir con las normas medioambientales:

• Montantes y largueros con recubrimiento epoxi: la pintura líquida convencional, que necesita un disolvente que se evapora, se ha substituido por el recubrimiento en polvo aplicado electrostáticamente, mejorando la resistencia de las piezas a los impactos y a la intemperie. Se utilizan únicamente pigmentos de color ecológicamente seguros y que liberan una cantidad muy baja de compuestos orgánicos volátiles durante el proceso de recubrimiento.
• Cajas fabricadas con materiales reciclados: como las cajas BITO Kanban para artículos C, que contribuyen a reducir la huella de carbono y a proteger el medio ambiente. Están fabricadas con compuesto de girasol (SFC), una mezcla de polipropileno (PP) y fibras de cáscaras de girasol. Producir este material compuesto genera menos gases de efecto invernadero que el plástico virgen convencional y puede procesarse a temperaturas más bajas, consiguiéndose la misma rigidez y propiedades de carga que un producto de plástico virgen.