¿Cómo se puede proteger adecuadamente la superficie de la cubierta de un aparcamiento?

Comencemos por lo fundamental. Aunque un bloque de hormigón pueda parecer extremadamente sólido e incluso indestructible, esta primera impresión no es totalmente correcta. En los aparcamientos especialmente, el hormigón está sometido a una gran presión. El primer aspecto que se ha de considerar es el del impacto mecánico: los coches modernos pesan en torno a una tonelada, y la mayor parte de los SUV son aún más pesados; en un momento dado, los aparcamientos deben soportar decenas o incluso cientos de estas cargas, algunas estáticas y otras en movimiento (dinámicas). Las cubiertas de los aparcamientos también están expuestas a los gases de los tubos de escape, lubricantes, líquidos de frenos y sal de deshielo. Además, la cubierta superior está continuamente expuesta a cambios meteorológicos: viento, lluvia, variaciones de temperatura, radiación ultravioleta, hielo y nieve.

A causa de estos factores, el hormigón se erosiona. Las agresiones de agentes meteorológicos afectan a la superficie del hormigón, incrementando la porosidad del material con el consiguiente riesgo de fisuras. Con el tiempo, el agua y la sal de deshielo penetran en la armadura, lo que dará lugar a un proceso de corrosión de la misma, o acelerándolo. Todos estos factores, junto con las cargas mecánicas que ya he mencionado, pueden comprometer gravemente la integridad, seguridad y durabilidad de la estructura, en ausencia de un revestimiento de protección e impermeabilización adecuado. Si se emplea un revestimiento eficaz, se mejora la durabilidad de la estructura, haciéndola más sostenible.

Una protección e impermeabilización eficaz es fundamental para la integridad estructural a largo plazo y la eficiencia de costes de cualquier aparcamiento.

Las características fundamentales son; una gran resiliencia general y unas buenas propiedades de puenteo de fisuras. El revestimiento protector debe ser lo suficientemente robusto para resistir la presión habitual de un aparcamiento. Asimismo, la cubierta superior (normalmente, expuesta a la intemperie) es especialmente proclive a sufrir agrietamientos con el paso del tiempo; en tal caso, el revestimiento protector debe ser capaz de puentear las fisuras para evitar que sustancias nocivas penetren en el hormigón y causen graves daños. También son importantes otros requisitos técnicos, como la resistencia al deslizamiento y la necesidad de cierta flexibilidad en el diseño visual para marcar las plazas de aparcamiento o indicar las direcciones en la calzada. Aunque todo esto pueda sonar sencillo, en la práctica suele presentar muchas dificultades.

Para ser efectivos, los revestimientos utilizados en aparcamientos se componen de entre dos y cuatro capas individuales, cada una de ellas con propiedades diferentes para las distintas funciones que deben cumplir. La forma en que se combinen estas capas determina en último término la eficacia y la durabilidad del revestimiento, así como el tiempo de instalación necesario. Los detalles muchas veces varían de un proyecto a otro, y no hay ninguna solución válida para todos los casos. Por eso es tan importante que en una fase muy temprana queden claras todas las necesidades.

Diferentes capas del revestimiento protector.

• Acabado

Aunque es la capa más fina del sistema, el acabado desempeña un papel fundamental y debe ofrecer una protección integral contra las variaciones de temperatura, la radiación solar, la agresión de sales de deshielo y la abrasión de las ruedas, permitiendo al mismo tiempo una fácil limpieza que permita su rápida puesta en servicio. BASF ofrece diversas soluciones con diferentes particularidades de rendimiento.

• Capa de rodadura

La función de la capa de rodadura es proteger la membrana de los daños causados por el tráfico, además de dar la rugosidad de la superficie final. Junto con el acabado, proporciona propiedades antideslizantes. Para los sistemas sin puenteo de fisuras, muchas veces utilizados en las cubiertas intermedias, la capa de rodadura y la imprimación se combinan en una sola capa. En los sistemas con puenteo de fisuras, la capa de rodadura proporciona la unión entre la membrana de impermeabilización y el acabado.

• Membrana

La membrana es la capa impermeable y flexible que confiere sus propiedades al sistema final. Las demás capas deben proporcionar una buena adherencia de la membrana al sustrato y protegerla de las agresiones mecánicas y químicas.

• Imprimación

La imprimación es la base de todos los sistemas y garantiza la adherencia entre el sistema de protección y el sustrato. BASF ofrece diversas tecnologías desde lo más convencional hasta las últimas innovaciones.

En función de la aplicación concreta y de las necesidades del proyecto, el tipo y el número de capas se eligen de entre una amplia variedad de membranas de impermeabilización, capas de rodadura y acabados que forman todo un sistema. Las capas de un sistema presentan diferentes propiedades. Por ejemplo, en el caso de los aparcamientos, muchas veces las necesidades difieren de un nivel a otro.

Las capas de un sistema presentan diferentes propiedades.

A continuación, se enumeran las más importantes:

• En el nivel superior, el revestimiento debe ser extremadamente resistente a todo tipo de agresión ambiental y debe presentar excelentes propiedades de puenteo de fisuras. Por este motivo, el sistema habitual de la cubierta superior consta de cuatro capas.
• Las cubiertas intermedias habitualmente son espacios cerrados, no directamente expuestos a los agentes meteorológicos, como el sol y la lluvia, pero deben presentar buenas propiedades de puenteo de fisuras para mayor seguridad y durabilidad de toda la estructura. En este caso, el sistema suele constar de dos o tres capas.
• En el nivel inferior, un factor muy importante que se ha de considerar son las condiciones del sustrato que existe bajo el hormigón. El nivel inferior puede requerir una impermeabilización adicional para proteger de las aguas subterráneas o de la humedad de la tierra. En este caso, todo el sistema puede constar de dos o tres capas.
• Las rampas también son áreas muy exigentes donde es necesario utilizar los sistemas más resistentes, normalmente constituidos por cuatro capas.

Además, deben tenerse en cuenta las necesidades generales de toda la estructura en cuanto a resistencia a la abrasión, al desgaste y antideslizamiento.

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