Desaprendiendo arquitectura
Los arquitectos tenemos mucho conocimiento heredado que actúa como un lastre muy pesado que no nos permite avanzar con libertad. ¿Por qué hacer las cosas de un modo diferente si siempre se ha hecho así y ha funcionado? A su vez, como es sabido, la arquitectura es la más lenta de las artes. Innovar es arriesgar y eso, cuesta dinero.
Al formarnos como arquitectos, nos hacemos viejos al instante. Precisamos que nos abran los ojos empezando así a desaprender. Sí, sí, he dicho desaprender. Pero también es cierto, que para poder desaprender lo aprendido, lo primero que hay que hacer, es aprender. Del mismo modo que para ir en contra de toda normativa, o como mínimo al límite de la misma, lo primero que hay que hacer es conocerla. Sin sistema, los antisistema, no existirían.
Pensemos en Ferran Adrià, para deconstruir su tortilla, lo primero que tuvo que hacer es saber cocinar una tortilla “convencional”. Es el llamado de-engineering, o aplicación de los conocimientos con el fin de tener éxito con la introducción del desorden.
Picasso precisó toda su vida para desaprender. Pero no hubiera sido quien fue, sin antes haber pasado por la “Academia”. Luego supo hacer borrón y cuenta nueva y volver a empezar.
“Me falta la torpeza de un niño, su ingenuidad. He hecho dibujos académicos a la edad de siete años, con una precisión de la que me asusto” . Picasso
Para evolucionar, debemos ir dando nuevas respuestas a las preguntas de siempre. Pero si realmente queremos revolucionar la arquitectura, como bien explica el investigador y divulgador científico Jorge Wagensberg, lo que realmente debemos hacer es cambiar de pregunta. No hay un futuro si no existe un pasado. Es más, el futuro en realidad no existe, el futuro es aquí y ahora.
Pero si la idea es ésta, es decir, desaprender para poder volver a aprender… ¿Qué nuevo camino debemos tomar?
El arquitecto debe olvidarse de las respuestas comunes y buscar nuevas respuestas en otros sectores. Hemos de aprender del resto de disciplinas, generando ya no sólo equipos de trabajo pluridisciplinares, sino transdisciplinares.
En un proceso transdisciplinar concurren varias disciplinas integradas de tal modo, que no sólo los resultados o planteamientos de cada una de sus partes se ven influidos o modificados por los demás, sino que los propios expertos disciplinares corrigen sus aproximaciones a la luz del debate con el resto de miembros del equipo de trabajo. A partir del minuto cero de la cada de valor, todos los miembros piensan y aportan.
El arquitecto, por tanto, debe acumular menos conocimientos técnicos y en cambio debe potenciar su capacidad para conectar personas, ser una especie de linker. Es más importante saber quien tiene las respuestas o donde se puede encontrar, que la propia respuesta. El arquitecto puede ser un Hub (conector) del conocimiento, un especialista interdisciplinario y multinivel.
El arquitecto, de este modo, se enriquece de la colaboración y de la incorporación de elementos que tradicionalmente le quedarían alejados a la hora de proyectar.
Hasta hace muy poco tiempo, el poder lo tenía quien poseía el conocimiento, ahora lo tiene quien lo comparte.
La verdad, ¿Qué mejor modo de desprender, que escribiendo? Por cierto, solo escribes cuando te leen. Es el acto de la lectura el que hace que el escrito exista y no al revés. Si has llegado a este punto de la lectura, es que he escrito. Gracias.
Nuevos/viejos conceptos vinculados a la Arquitectura nos permitirán cuestionar de un modo diferente, haciendo que tanto preguntas como respuestas sean nuevas. Diseño global, coworking, codiseño, pensamiento lateral, open design, economía del conocimiento, networking, pensamiento colaborativo, Open Innovation, Desing Thinking … ¿Escribimos juntos?
Miquel Àngel Julià, arquitecto director de Diseño de GRUP IDEA y blogger de Arquitectura y Diseño en ICANDELA.
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