PLDC 2013: menú del día 30 octubre
Los organizadores calculan una afluencia de 1400 personas esta edición, una cifra ligeramente superior a la realizada en Madrid, así que una vez sorteada la impresionante cola de acreditaciones (realmente fue una muy buena idea asistir a las reuniones previas y de ese modo superar este trámite el día de ayer) nos disponemos a dar buena cuenta de las conferencias seleccionadas para el menú de hoy, de las que destacamos:
Saturated color: why the blues?
Lora Kaleva y Colin Bal trabajan en el estudio de este último en Londres. Desgranan las diferentes connotaciones del uso de la luz saturada de color en los diseños de iluminación, con un foco especial en el color azul, que relacionan con el mecanismo de percepción escotópico (aquel que se pone en funcionamiento en condiciones de escasa luminosidad) que es el correspondiente al máximo de sensibilidad espectral en los mamíferos. De algún modo el color azul está relacionado con los primeros estadios de nuestra evolución como seres humanos. Además, funciona muy bien como relajante (reduce la presión arterial y la actividad cerebral, ayuda a la concentración intelectual) y permite al diseñador de iluminación elevar el contraste de las luces cálidas, cuando se usa como color dominante en la luz ambiental.
Roger Narboni
Poco importa el título de la ponencia de Narboni (Nocturnal cities and natural spaces), este maestro siempre aglutina alrededor una gran expectación. El pequeño auditorio destinado a albergarle estaba completo, y numerosos asistentes se sentaron en el suelo y en las escaleras. Narboni es un experto en iluminación de espacios naturales y autor de numerosos planes directores de iluminación, junto a Louis Claire, iluminó la catedral de Notre Dame de París, y es una verdadera eminencia, así que es un miembro muy destacado del “star system” dentro del pequeño mundo de los diseñadores de iluminación.
Durante su exposición, nos comunicó una forma de aproximar los planes directores de áreas urbanas que ha aplicado en varios proyectos recientes. Desde Sao Paulo a Lille, hasta llegar a Dujiangyan, Narboni destina el potencial de la iluminación del espacio urbano a facilitar una lectura acerca de la topografía del entorno y los orígenes fundacionales de cada uno de estos asentamientos humanos. De algún modo se trata de pedagogía, y también de otorgar relevancia a aquello que caracteriza a cada lugar, su especificidad. Debe ser una de las consecuencias de realizar proyectos en entornos urbanos alrededor del mundo, y darse cuenta de que las grandes ciudades del planeta, con su homogeneidad vertical, apenas permiten diferencias a nivel de paisaje, de entorno construido. Narboni trata de no repetirse, de diferenciar en cada proyecto y buscar en el contexto topográfico el motor de sus diseños. En los planes directores de las ciudades mencionadas, por ejemplo, empleó los ríos como ejes fundacionales del diseño y construyó alrededor de ellos las imágenes y los ambientes que esas ciudades necesitaban para escapar de la nebulosa de la indiferenciación.
Al emplear la topografía, el territorio, como hecho diferenciador, lo que pretende, me parece, es tratar de recuperar la relación del hombre con su entorno, con la naturaleza que le rodea, y que en muchas ocasiones se encuentra anulada por las barreras que imponen el vidrio y el hormigón de la presión inmobiliaria, y de una arquitectura postrada sin contemplaciones a su servicio.
La primera jornada ofreció por la tarde los resultados preliminares de dos tesis doctorales en curso que encuentro muy interesantes y de las que hablaremos en profundidad en otro momento, ambas relacionadas con la imagen de nuestras ciudades.
Un poco de (auto)crítica
La calidad e interés de las presentaciones es muy variable, y la abundancia de propuestas, la sobresaturación de ponencias, quizá tiene algo que ver en este hecho. Más de doscientas propuestas se presentaron a la convocatoria de este año, y unas setenta han sido seleccionadas, esto supone que una tercera parte de las propuestas han pasado la selección. En mi opinión esto es aplicar un criterio muy holgado, demasiado.
Muchos de los speakers son valores seguros, y los jóvenes ofrecen sorpresas muy agradables. Pero es difícil no acabar el día sin haberse llevado al menos una o dos decepciones considerables.
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