Solo el 55% de los encuestados han oído hablar del este tipo de edificios

Representantes de las firmas participantes en este estudio durante su presentación el pasado 6 de marzo en Ifema.

ePower&Building, Passivhaus Consulting, Zehnder, Knauf Insulation, Roto Frank, Griesser e InnSolutions, se han unido para conocer y valorar cómo van a adaptarse los usuarios españoles a este nuevo tipo de vivienda. Fruto de este trabajo ha resultado el estudio, pionero en España, presentado en Ifema el pasado 6 de marzo, cuyas conclusiones principales fueron expuestas por Luis A. Martínez, director de Passivhaus Consulting.

Ante el reto que se plantea desde Europa, los responsables de este estudio han querido conocer cómo se comportará el usuario en un ECCN, si sabrá comportarse acorde a un ECCN, si comprenderán cómo funcionan los componentes y servicios que forma parte de una casa pasiva, y cómo los profesionales han de dirigirse al usuario para explicarles el modelo.

El estudio ha permitido identificar, a través de 1.100 encuestas realizadas en toda España, cuáles son las prácticas del usuario en su viviendas en relación a su adaptación a los Edificios de Consumo Casi Nulo.

Según la encuesta, el usuario está acostumbrado a intervenir constantemente en las viviendas para lograr confort: abre y cierra ventanas; enfría y calienta según la temperatura interior... Sin embargo, los Edificios de Consumo casi Nulo suponen un cambio de modelo, ya que como explicó Luis Martínez “la vivienda pasiva trabaja permanentemente sin necesidad de intervención del usuario para lograr la temperatura confortable”.

Uno de los datos que se refleja en esta encuesta es que el 57,92% de los usuarios identifica una relación causa-efecto entre salud y condiciones de la casa. En este contexto, las principales causas en la falta de confort que detectan son, con un 44,90%, la diferencia de temperatura en las diferentes estancias de la casa, un 34,40% por falta de aislamientos en las paredes, muros o techos; un 28,07%, por la falta de calidad de las ventanas, un 27,50%, por no poder pagar los recibos de energía al ser altos, y un 25,61%, el polvo, humedad y sequedad del ambiente.

No obstante, a pesar de que para el 60% de los usuarios el confort en sus casas es bastante importante, se aprecia un desequilibrio entre esta necesidad y el déficit que impide obtenerlo activamente.

En cuanto si han oído hablar de los Edificios de Consumo Casi Nulo, el 55,99% responden afirmativamente, aunque ese porcentaje varía de forma significativa según las comunidades autónomas, estando entre las primeras Madrid, Aragón, Navarra, Cataluña o País Vasco, como apuntó Luis Martínez en la presentación. Esta diferencia entre comunidades está directamente relacionada con el grado de implicación y promoción por parte de las distintas administraciones públicas.

Como explicó Josep Castella, director técnico de Zendher, existe una completa confusión sobre la tecnología de ventilación, confundiéndola con el concepto de frio/calor.

A pesar de que los encuestados reconocen la importancia de ventilar, (el 76,27% abren las ventanas para ventilar) el usuario desconoce los sistemas de ventilación mecánica, siendo, sin embargo, un elemento clave para los edificios de consumo casi nulo: la calidad del aire se logra con sistemas de ventilación con recuperación de calor y la temperatura de confort viene dada por el uso de cerramientos-aislamientos pasivos.

Por tanto, como se apuntó en la presentación “habría que llamarla ventilación natural controlada y sería el pulmón natural de este tipo de viviendas”.

El aislamiento tampoco se tiene en cuenta por parte del usuario de un edificio. “Estamos preocupados y motivados por los resultados. El usuario no percibe el aislamiento y por tanto no le da la importancia que requiere. Estamos ante un gran reto: crear una cultura para que el usuario demande un buen aislamiento”, comentó Oscar del Rio, General Manager Iberia de Knauf Insulation. Para ello, solicitó desde este foro ayuda a las administraciones públicas y lobbys energéticos para difundir su importancia.

En definitiva, hay que “educar al consumidor final para que exija un tipo de viviendas que aporte mayor confort y calidad”.