Andorra (Teruel) a Andorra (AND): una etapa prólogo particular
Así que arrancamos sin demora y al poco pasamos fugazmente por Alcañiz, población ya visitada en múltiples ocasiones, con su bello casco histórico y conocida por el Circuito Motorland Aragón y la Baja España Aragón antes de centrarse en la capital Teruel. Enfilamos la N-211 hacia tierras catalanas hasta Lleida, pasando por Caspe y Mequinenza, siguiendo dirección norte para conectar con la C-14, para llegar a Oliana, donde paramos a comer en Cal Petit, hotel y restaurante de la familia del gran Isidre Esteve.
Aquí mantenemos una grata conversación con su hermano mayor, Siscu, quien nos muestra el comedor con los trofeos y nos relata los inicios de Isidre en el mundo de las motos y TT y sus participaciones en el Dakar. Un ejemplo de pasión, fuerza y entrega en todo momento y circunstancias. Proseguimos hacia Andorra bordeando el pantano de Oliana, que en la actualidad vemos ya muy recuperado y más cerca de sus mejores momentos después del preocupante e inquietante bajón por la sequía.
El tiempo que nos acompaña es de sofocante calor. Seguimos rodando con temperaturas superiores a los 35 grados y bajo un sol penetrante, pero nos damos por contentos y satisfechos.
La C-14 nos lleva hasta la Seu de Urgell, desde donde se accede al vecino país de Andorra. Llegamos al hotel sobre las 19 horas, lo que nos da un mínimo tiempo para adecentarse y encontrarnos con los demás integrantes del grupo, que ya han llegado desde sus lugares de origen: Vizcaya, Madrid, Guadalajara. Los que vienen de Galicia y Valencia se agregarán el lunes durante la visita a Percoter.
La RS se defiende bien, a nuestro entender, en carreteras de curvas más abiertas como las de hoy. En las más reviradas no nos sentimos tan cómodos, pero la entrega de potencia en todo momento nos sigue gustando muy mucho.
El casco que utilizamos en esta edición es un HJC i71, gentileza de la marca a través de la tienda Bubumotos de Terrassa. Cómodo y ajustado, aunque la pantalla se nos cierra de golpe cuando se superan los 80-90 km/h. Aun siendo de color blanco, que atenúa mejor el calor que sufrimos, en muchas ocasiones preferiríamos dominar ese cierre y evitar la sorpresa que nos causa.