Andece: mucho hecho y mucho por hacer en pos de la construcción industrializada

Nuestras empresas fabrican elementos prefabricados de hormigón, ofreciendo soluciones constructivas que posibilitan la construcción industrializada. Este es el método constructivo con mayor proyección de futuro. Nuestras soluciones con elementos prefabricados de hormigón permiten abandonar las prácticas tradicionales e incorporar al proceso constructivo todas las ventajas que aporta la industrialización.

Andece empezó gracias a la iniciativa de un pequeño grupo de empresarios con el afán de regularizar e institucionalizar nuestra actividad. Durante nuestros más de 40 años de historia, nos hemos esforzado en prestar, con agilidad y eficacia todos aquellos servicios que los asociados han ido precisando para realizar su actividad cada vez mejor. Nuestras actuaciones van desde la regulación normativa nacional y europea, pasando por la promoción de nuestra solución constructiva ante los agentes relevantes y por la promoción de la participación en proyectos de I+D+i; sin olvidar la tarea más complicada, la de representar al sector ante las administraciones públicas defendiendo sus intereses.

En el inicio de nuestra actividad, el mayor reto fue la regularización normativa y la elevación de los estándares de calidad. En la actualidad, estamos orgullosos de decir que este objetivo se ha cumplido con creces y, hoy en día, nuestros productos y soluciones constructivas están ampliamente normalizados.

Como elementos resistentes, nuestras soluciones se calculan de acuerdo a la Instrucción española de Hormigón Estructural, EHE. Además, la práctica totalidad de las soluciones tiene desarrollada su correspondiente Norma Europea EN, que incluye los requisitos y rigurosos controles de fabricación precisos para su Marcado CE que, en el caso de elementos con carácter resistente, han de ser auditados por terceros. Por otra parte, tenemos el Código Técnico de la Edificación y una gran cantidad de normas antifuego, antisismo, etc.

Pero quedan todavía cosas por hacer, como industria ante el sector de la construcción y como asociación misma.

En el primer caso, la construcción industrializada representa en el sector de la construcción solo un 26% del volumen total; así pues, aún nos queda mucho por hacer dentro del mercado. El proceso natural es que progresivamente se abandone la construcción tradicional y se imponga el progreso constructivo que ya impera en Europa. Es necesario que se “industrialice” España constructivamente hablando; y aquí es donde la prefabricación con elementos prefabricados de hormigón es la clave. Por lo tanto, debemos incrementar la participación de nuestras soluciones industrializadas en el global de la construcción, como lo han hecho en la UE, sobretodo en la categoría de edificación de viviendas. Afortunadamente, ya estamos perfectamente instaurados como soluciones constructivas para grandes infraestructuras y edificación no residencial.

Debemos continuar realizando el esfuerzo para demostrar a los arquitectos que tenemos soluciones que compaginan perfectamente su capacidad creativa con las ventajas inherentes de una solución industrializada. En la actualidad, ya son muchas las empresas que están colaborando estrechamente con importantes despachos de arquitectura para desarrollar productos y soluciones más innovadoras y muy avanzadas tecnológicamente.

También tenemos que desarrollar aún más la exportación a otros países. Nuestras soluciones son en muchos campos las más desarrolladas y tienen un alto reconocimiento internacional. Aunque lo cierto es que nuestros productos viajan poco, al menos nuestro “saber hacer” tiene que exportarse.

Y como asociación debemos trabajar en favor de nuestras empresas y potenciar su actividad.

Las condiciones y plazos de pago son también una gran reto. Cuando en el resto de la Unión Europea hablar del pago a 60 días desde la entrega de materiales ya les suena a una barbaridad, en España plazos de 220 a 270 días están a la orden del día. Estas condiciones que son impuestas por las constructoras suponen una situación inasumible, pues los fabricantes han de dedicar una importante cantidad de recursos a financiar las ventas, en detrimento de inversiones en renovación de maquinaria, I+D+i, etc. Es inadmisible que nos fuercen a sustituir a la banca.

La excesiva rigidez en la legislación laboral, que unido a que los Sindicatos manifiestan una total despreocupación por la realidad de las empresas y sus trabajadores (solamente en nuestro sector han desaparecido más de 20.000 puestos de trabajo en estos últimos 18 meses), hace muy difícil el poder adecuar nuestras plantillas laborales a la demanda. Podemos adecuar prácticamente todos nuestros costes variables....salvo el coste laboral, aún cuando no se haya tenido casi actividad y la cartera de pedidos esté bajo mínimos.

Objetivo: diferenciar el mundo del prefabricado

Andece, fue, en su origen, la asociación de empresas dedicadas al derivado del hormigón. Sin embargo, los años y el propio sector hicieron evolucionar a la asociación hasta convertirse en la Asociación Nacional de la Industria del Prefabricado de Hormigón. El motivo: uno de los problemas de comunicación con los que nos encontrábamos era el desconocimiento y falta de diferenciación que los agentes del sector tenían de nuestra industria con respecto a la de nuestros competidores.

Y es que nuestros productos NO son un derivado del cemento sino un producto que utiliza como una de sus materias primas el cemento (Si se me permite un símil muy cercano: un pan de 8 cereales se hace con harina pero el resultado final nada tiene que ver con otro producto también hecho con harina, como sería la bechamel).

Por este motivo, se consideró como primer paso imprescindible el desvincular el nombre de Andece del cemento y utilizar uno más concreto que definiera lo que los prefabricados de hormigón son en realidad, una industria independiente, y poder promocionar con mayor claridad de mensajes las diferencias que aportan estas soluciones constructivas.

Asimismo, en octubre de 2008 y dentro del marco del Salón Monográfico de Prefabricados de Hormigón en Ifema (Madrid) se aprobó el cambio de nombre de la Asociación a ‘Asociación Nacional de la Industria del Prefabricado de Hormigón. Andece’.

Sin embargo, también se acordó, que el acrónimo de la Asociación, Andece, continuara siendo el mismo ya que, tras 40 años de actividad se había consolidado como la marca comercial de la casa con valores propios de experiencia y solidez institucional.

Nuestro desarrollo en diseño, innovación técnica y ejecución de obras es ampliamente reconocido y apreciado tanto en Europa como en el resto del mundo. Durante más de 5 años, España estaba en el segundo puesto de volumen de producción de elementos prefabricados de hormigón, solo después de Alemania.

En este momento, hay cada vez más empresas españolas de prefabricados con presencia internacional. Esta actividad empezó hace una década aproximadamente, exportando a los países más cercanos geográficamente, como Francia y Portugal. Actualmente, las empresas ya se atreven a ir más lejos como Dinamarca o Estados Unidos. Otra fórmula es abrir plantas en los países de origen, principalmente a Sudamérica y el norte de África. Ya que nuestra experiencia en construcción es ampliamente reconocida, otra de las vías ha sido exportar nuestro “know-how” a otros países como la zona de Oriente Medio.

Lamentablemente, a pesar de estas iniciativas, aún nos queda mucho por avanzar en esta línea. No debemos olvidar que la salida de España de nuestras empresas es compleja; en nuestro caso concreto, por nuestras propias características y porque además debemos hacerlo casi en solitario, pues apenas existe apoyo comercial de las Administraciones Públicas.

Por ello creemos que es deber del gobierno crear estructuras de apoyo empresarial para facilitar y garantizar las actividades empresariales en el extranjero; tal y como vienen haciendo la mayoría de países de la UE como el Reino Unido, Francia o Alemania.

Un sector comprometido con el medio ambiente

En cuanto al tema de las políticas medioambientales que se están aprobando a lo largo en los últimos tiempos, desde Andece estamos encantados que se aprueben y sobre todo que se hagan cumplir. No es una reacción altruista sino de competitividad. Los elementos prefabricados de hormigón tienen unas características inherentes al propio producto que ‘en estado puro’ ya cumplen con la normativa, y disponemos de múltiples estudios objetivos que así lo avalan.

En primer lugar destacar que los prefabricados de hormigón son reciclables y también se fabrican con áridos reciclados. Pero en realidad esta es sólo una de las ventajas inherentes a nuestros productos al hablar de sostenibilidad, una vivienda sostenible tiene que tener un bajo impacto ambiental tanto en su construcción como durante su uso y finalmente en la reutilización o reciclaje de sus materiales. Los prefabricados de hormigón son elementos que cubren estas tres etapas. En primer lugar las materias primas son productos tradicionales que se industrializan dentro de instalaciones controladas. Su montaje en obra es rápido evitando las molestias asociadas a la construcción tradicional.

En la fase de uso garantizan un adecuado confort térmico, una calidad del aire interior óptima y el mínimo consumo energético todo ello sin necesidad de mantenimiento durante toda la vida de la construcción.

Como al resto del sector, la crisis nos ha afectado de manera drástica y directa, pues somos proveedores de soluciones constructivas. En primer lugar, fueron las soluciones para la edificación de vivienda, y posteriormente, en una cantidad más que apreciable, al resto: edificaciones comerciales e industriales, infraestructuras, saneamiento y tratamiento de agua, pavimentación...

Lo que no tiene sentido ahora es abandonar la actividad que ha sido el motor de nuestra economía y que se ha visto afectada por condicionantes ajenos a la propia construcción en sí. La clave es encontrar alternativas que contemplen el relanzamiento de la inversión y de la actividad constructiva en España.

Los niveles de edificación de los años 2006-2007 estaban totalmente desproporcionados y no respondían a la demanda real del mercado, por lo que la prioridad ahora es reajustar la actividad a la necesidad real. En la actualidad, se precisan unas 350.000 nuevas viviendas anuales, pero la clave es construirlas allá donde la población las necesita, no donde benefician a terceras partes.

La construcción especulativa se ha frenado, de momento, aunque nunca de debió permitir, ni debemos permitir que vuelva a ocurrir.

En cuanto a la evolución de los últimos años, en 2007, la facturación alcanzó la cifra récord de 8,5 M euros, y a finales de 2009 ésta ya había caído hasta los 4,4 M. El descenso drástico se inició en el segundo semestre del año 2008. Desde entonces, ésta alcanza ha sido con respecto al 2007 del 80% en materiales destinados a viviendas, de más del 60% en edificación industrial y comercial y del 40% en grandes obras civiles.