Hacia la descarbonización de edificios
El 27 de mayo se celebró una interesante jornada en Madrid sobre descarbonización de edificios organizada por Ashrae Spain Chapter. En ella se abordó este reto desde diferentes perspectivas: ingeniería, fabricantes de equipos y administración.
Para ello han contado con la participación de Andrés Sepúlveda, director de la Región XIV Europea de Ashrae; Pedro Ruiz Romero, responsable del departamento de Estudios y Legislación de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (Afec); Gustavo Álvarez, vicepresidente de la Asociación de Ingenierías e Ingenieros Consultores de Instalaciones (Aedici); Manuel Ruiz, miembro de la Comisión Técnica de la Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor (Fegeca); Iván Vaquero, jefe de la Unidad Técnica de la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (Fenercom); y David Diaz, jefe de producto de calefacción de Daikin.
Como comentó Andrés Sepúlveda al inicio de su intervención “la descarbonización es el gran reto medioambiental de nuestra sociedad”.
Teniendo en cuenta que la temperatura del planeta está subiendo de forma alarmante, en la pasada Cumbre de Glasgow se tomó la decisión de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 50% a 2030, con el objeto de conseguir la neutralidad de carbono en 2050.
En este contexto, no hay que olvidar que los edificios consumen el 30% de la energía y emiten el 40% de emisiones de carbono, por lo que es necesario reducir de forma drástica las emisiones para lograr en 2050 edificios ‘Cero Carbono’.
Otro aspecto a tener en cuenta, recordó Sepúlveda, es el ciclo de vida del edificio, desde la extracción de material para su construcción hasta el derrumbe y reciclaje o puesta en vertederos.
Por todo ello, Sepulveda dio una serie de recomendaciones para descarbonizar nuestros edificios: reutilizar edificios, estructuras y materiales cuando sea posible; optimizar la envolvente, la orientación y la geometría del edificio para reducir el consumo de energía y maximizar su potencial solar; implantar medidas activas y pasivas de eficiencia energética; generación y consumo de energías renovables directas e indirectas; aprovechamiento de fuentes de energía residuales; minimizar el carbono incorporado en los materiales de construcción; integrar el edificio en la infraestructura eléctrica con almacenamiento de la energía y flexibilidad de la demanda; maximizar la iluminación natural y uso de LED con control; en cuanto a la climatización, optar por la electrificación, bomba de calor, Sistemas Dedicados de Aire Exterior (DAES) y usar refrigerantes con bajo PCG y controlar que haya las mínimas fugas posible; y finalmente recomendó utilizar componentes fácilmente accesibles que pueden desmontarse y reutilizarse.
Y recordó: “Plantar más vegetación es la mejor forma de coger CO2. El subsuelo del planeta también es interesante a la hora de descarbonizar”.
Andrés Sepúlveda.
Por su parte, Pedro Ruiz se centró en mostrar el papel que juega la bomba de calor en la descarbonización de los edificios.
Reconoció que hay que hacer una transición ordenada, con el foco puesto en que en 2050 uno de cada dos edificios tenga bomba de calor.
Como destacó en su intervención, las bomba de calor no solo reduce las emisiones de CO2, también la contaminación debida a subproductos de la combustión como SOx y NOx, y todo ello redundaría en una mejor calidad del aire en las ciudades.
Desde la UE se han planteado el objetivo de que en 2027 se hayan instalado 17 millones de bombas de calor hidrónicas en toda Europa. No obstante, los fabricantes de esta tecnología reclaman que también se incluyan las bombas de calor aire-aire.
Además, destacó que la reducción de demanda de energía mediante el control de los sistemas de calidad de aire interior y la recuperación de energia de los sistemas de ventilación son clave para reducir las emisiones de CO2. Y puso el foco en los sistemas de regulación y control "críticos para alcanzar los objetivos marcados en cualquier instalación".
A la hora de diseñar el edificio el ingeniero debe tener presente la economía circular, pensando en los materiales que se van a utilizar, de producción cercana, el mantenimiento y el reciclaje al final de la vida útil del edificio.
“Pero si pensamos en descarbonizar la sociedad, también hay que tener en cuenta el parque edificatorio tan antiguo de nuestro país”, recordó. Por tanto, “la rehabilitación es fundamental para lograr los objetivos de descarbonización”.
El ingeniero consultor tiene el objetivo de asesorar para lograr diseños arquitectónicos bioclimáticos, proyectar con equipos de alta eficiencia, proyectar con energías renovables e implementar sistemas de control en los edificios. “Eso solo lo puede hacer un técnico independiente que controle el diseño desde el inicio del proyecto”, defendió.
Manuel Ruiz abogó por no pensar solo en electrificación para descarbonizar los edificios. “El uso de los gases renovables es una alternativa”, afirmó.
Como explicó en su intervención, la dependencia actual plantea buscar nuestros propios recursos, de ahí que se estén acelerando los planes de biocombustibles. El Hidrógeno lo planteó como una solución a medio-largo plazo, destacando la opción de la acumulación del hidrógeno.
“Combinar la red gasista y la electricidad, aprovechando los ciclos combinados usando gas natural sintético, producido con Hidrógeno sería la solución ideal” Gracias a estos ciclos combinados se unificarían las dos redes.
El biogás, por su parte, es una solución compatible con calderas de gas y bomba de calor.
Otra opción es ir introduciendo hidrogeno en la red, hasta un 8% en nuestro país. Las calderas de condensación pueden usar hidrógeno hasta un 20% y el resto podría sustituirse por gas natural sintético. “De esta forma no hay que modificar los equipos actuales”, aseguró.
También propuso una adaptación progresiva de la red de hidrógeno y de los equipos para que puedan llevar hasta el 50-60% de Hidrogeno.
Otro escenario que planteó en su intervención pasaría por que la red estuviera preparada para trabajar con Hidrógeno al 100% en forma de islas y que progresivamente se fueran uniendo entre ellas.
Adelantó también que para aplicaciones residenciales se está contemplando que en el futuro las calderas que trabajen con hidrógeno, dispongan de una escala con información específica sobre su uso con hidrógeno.
Finalmente, recalcó la necesidad de formación técnica de los profesionales para que sepan recomendar la tecnología más apropiada a cada proyecto.
Al respecto, Diaz comentó que actualmente se está trabajando en mezcla de refrigerantes, pero reconoció que es un tema complejo y no es fácil, ya que las mezclas tienen deslizamiento. Por tanto, reconoció que hay que invertir mucho dinero en investigación sobre ello.