Repercusión de la crisis de las materias primas en el sector del frío
Los precios de materias primas necesarios en múltiples procesos productivos - acero, aluminio o cobre-, han alcanzado incrementos de hasta el 80%.
Ante la actual coyuntura, se está dando cobertura a la demanda con existencias previas, pero acentuándose el desequilibrio entre la oferta y la demanda. Muchos de los materiales imprescindibles para la ejecución de instalaciones con CO2 no están disponibles en el mercado internacional y los distribuidores no pueden garantizar entregas a corto plazo. Asimismo, en el caso de otros materiales necesarios en instalaciones con otros gases refrigerantes, los plazos de suministro son inciertos debido al colapso del mercado. Esta circunstancia afecta tanto a la ejecución de instalaciones nuevas como al mantenimiento de las existentes.
En consecuencia, a corto plazo es probable que la subida de precios de las materias primas y la escasez de algunas de ellas están repercutiendo en los costes actuales, especialmente en la maquinaria y los componentes. Además, podría llegar a producirse la paralización de algunas actividades no esenciales, una desaceleración en la inversión y el retroceso en soluciones sostenibles basadas en tecnologías limpias al tener que dar soluciones adaptadas.
Tal y como apunta Susana Rodríguez, presidenta de la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías (Aefyt), “en estos momentos en los que la demanda de los servicios de las empresas de refrigeración y climatización es elevada, las condiciones de mercado actuales están haciendo que los esfuerzos de éstas por abastecerse del material necesario para prestar sus servicios sean ímprobos”.
En resumen, la subida de los precios de la mayor parte de las materias primas está teniendo una gran repercusión en la economía. En opinión de Aefyt, todo indica que es urgente la adopción de medidas que favorezcan un reequilibrio económico desde la colaboración con las administraciones públicas, que deben implicarse activamente, hasta el impulso de la producción en la Unión Europea tras décadas de deslocalización. Solamente con la puesta en marcha de medidas de este tipo será posible frenar la escalada de los precios de las materias primas y evitar especulaciones que podrían conllevar un incremento aún mayor en los costes de determinados materiales, así como mitigar la inflación en la producción industrial
Antecedentes y situación global
Hay que destacar la escasez de determinados componentes electrónicos que afectan a la fabricación de diversos equipos y accesorios, en la medida que muchos sistemas de ventilación incorporan chips y otros componentes. En definitiva, la situación actual está marcada por una desestabilización en la industria internacional que impacta en múltiples sectores, entre ellos la refrigeración.
Se trata, además, de una situación que afecta a toda Europa, con una altísima dependencia de Asia en lo que a materias primas se refiere, acentuada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China existente desde hace años. A todo ello se ha sumado la ralentización del flujo habitual de mercancías por vía marítima desde China, uno de los principales canales del comercio mundial, como consecuencia de los nuevos brotes de COVID-19. Este reposicionamiento ha provocado el colapso en diferentes puertos y ha afectado a los mercados globales y a toda la cadena logística, a lo que hay que añadir el elevado coste de los fletes durante el último año, hasta un 400%. En este contexto, se requiere un importante esfuerzo por parte de la industria logística que permita dar respuesta a la demanda, lo que probablemente exigirá incrementar su capacidad mediante la adquisición de los equipos necesarios a fin de reducir los tiempos de espera.
Es una crisis cuyo final, expertos y empresas sitúan no antes de finales de 2021. Mientras tanto, los precios de materias primas necesarios en múltiples procesos productivos - acero, aluminio o cobre-, han alcanzado incrementos de hasta el 80%. La subida de los precios es tan rápida que en ciertas materias primas ha llegado a ser de hasta tres veces sobre su coste original a lo largo de los últimos meses.