Conductos metálicos de ventilación y aire acondicionado. Tecnologías y tendencias
La Asociación Nacional de Fabricantes de Conductos para Aire Acondicionado y Ventilación (Anfaca) reivindica la importancia del conducto metálico, ya sea en formato rectangular o circular, en cuanto elemento esencial de todo sistema de ventilación y climatización de un edificio. Sin redes de conductos, resulta imposible que un edificio de viviendas o de oficinas, o un centro comercial, goce del necesario confort de un sistema de aire acondicionado, climatización o ventilación.
En Europa, el conducto es considerado como un producto de tecnología, y en España, Anfaca, única asociación que aglutina a los fabricantes e instaladores de conductos de toda España desde hace más de veinticinco años, todos nuestros esfuerzos e iniciativas tienen por objeto dignificar el sector y lograr la debida calidad industrial en los productos que los fabricantes ofrecen al mercado, pretensión que estamos haciendo valer, aun con más tesón, desde que somos miembros corporativos de UNE, Asociación Española de Normalización.
En este sentido, no cejamos en nuestro empeño de que la sociedad española sitúe al conducto metálico destinado a ventilación, en el lugar que se merece. No por el hecho de discurrir en su mayor parte por tramos ocultos, ha de tener el conducto menor consideración que el resto de elementos, más visibles, que dotan a las instalaciones de las debidas medidas de comodidad y servicio.
Vemos como todos los días se organizan congresos y exposiciones sobre equipos de climatización, y nadie se preocupa del conducto de ventilación, de cómo se fabrica y cómo se instala, nadie se preocupa de los debidos estándares de seguridad y calidad que todo conducto que se precie debe tener y que son exigidos por la legalidad vigente. Parece que como es algo que va oculto, se ha de prescindir de su debida comprobación de exigencias. Por eso, podemos decir, que en Europa el conducto de ventilación está considerado por las ingenierías y las autoridades como un producto de tecnología, y sin embargo es España es un gran desconocido.
Esperemos que esta tendencia pueda ser invertida, sobre todo teniendo en cuenta las exigencias que en materia de ventilación, eficiencia energética y calidad del aire interior, se están aprobando en el ámbito de la Unión Europea. Vamos hacia una nueva consideración del sector de la climatización y ventilación, donde el conducto metálico tendrá un mayor protagonismo.
La estanqueidad y la resistencia de los conductos, van a ser parámetros que van a comenzar a exigirse, no sobre el papel, como hasta ahora se está haciendo, sino de una forma efectiva y real. La Comisión Europea ya ha mostrado su preocupación sobre aspectos claves de la ventilación, como lo son sin duda la contaminación acústica y la eficiencia energética.
El ingeniero que proyecte un sistema de ventilación o climatización, así como el director facultativo, deberán asegurar que el sistema no produzca a los usuarios del edificio contaminación acústica, y deberán asegurar que la climatización del edificio no se escape por cualquier recoveco. Sólo una red de conductos sólidamente fabricados y certificados puede ayudar a alcanzar tales fines.
En este sentido, en España, los agentes que participan en la construcción de un edificio deberán cambiar su punto de vista. Hay que dejar de lado las políticas draconianas de ahorro de costes de producción, y hacer primar la calidad del producto, aunque ello suponga unos costes de producción y de construcción más acordes con la calidad que debe tener el conducto de ventilación. Lógicamente, un conducto fabricado bajo los debidos estándares, ha de tener un precio acorde con la calidad exigida.
El mercado de la ventilación se dirige hacia un escenario donde la eficiencia energética y la calidad el aire interior, exigirá controles muy estrictos de la calidad y seguridad del conducto, de cara a evitar contaminación acústica y a evitar pérdidas no deseadas de carga de climatización, lo que sin duda redundará en una mayor exigencia de calidad del conducto fabricado, obligará a una perfecta instalación del mismo y obligará a que los técnicos que deben certificar la red de conductos y su instalación, para la puesta en marcha de los mismos, sean más exhaustivos de cara a la comprobación de que cumple la reglamentación vigente.
En este sentido, vemos como absolutamente insuficientes las comprobaciones que se establecen en el apartado 5 del RITE, donde se describen una serie de actuaciones programáticas que de modo alguno pueden suponer una investigación seria acerca de la calidad que debe tener el conducto de ventilación.
Llega a decir el apartado 5.1 del RITE: “5.1 Red de conductos. La puesta en marcha de la red de conductos parte de la comprobación de que en su día se realizaron las pruebas de resistencia estructural y de estanquidad. La red de conductos debe quedar identificada en la instalación, así como el equipo de ventilación encargado de la impulsión del aire.”
La legislación avanzará, en el sentido de que se exigirá no sólo comprobaciones de la documentación del fabricante, acerca del conducto, sino también las comprobaciones de las condiciones en que ha sido instalado. Vemos todos los días, ciertas prácticas no deseables cuando se procede a la instalación de un conducto, que hace desmerecer al mismo, respecto de las prestaciones con las que ha sido fabricado. Y muchas veces no se trata de un problema de fabricación propiamente dicho, sino de mala praxis en cuanto a su instalación. En no pocas ocasiones, en el devenir de una obra o construcción de un edificio, vemos como se somete al conducto a las exigencias de construcción de otros elementos del edificio, forzándose en su instalación, y haciendo por ello que la propia red de conductos finalmente instalada, no cumpla los estándares reglamentariamente establecidos.
Y no sólo en cuanto a fabricación e instalación vamos a ver en breve un cambio de comportamientos y de tendencias, afines al logro de una mayor calidad y eficiencia, sino también en cuanto al aspecto del mantenimiento de la red de conductos.
Se está hablando mucho en la actualidad de protocolos anti contagios a causa de la pandemia producida por el virus Sars-Cov-2, comúnmente conocido como “corona virus covid-19”.
Pues bien, en nuestra opinión se está hablando de forma interesada en estos días acerca de la posibilidad de que el citado virus pueda viajar a través de la red de conductos de ventilación.
Esto es de todo punto incierto. Basta con leer atentamente las conclusiones en la nota de posicionamiento recientemente publicada por SESA y Sespas en mayo de 2020, las reputadas Sociedad Española de Sanidad Ambiental y Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, en la que se dice “La probabilidad de que el virus entre en el sistema de climatización o extracción de aire y se difunda por los conductos es muy baja, aun así se debería garantizar una renovación suficiente, captando el aire exterior en un lugar apropiado, y favoreciendo la renovación respecto al confort climático y la eficiencia energética. En relación a la inquietud sobre que el virus se reproduzca en las instalaciones de aire acondicionado no tiene ningún sentido. El virus no se puede reproducir sin invadir células humanas, por tanto la limpieza de conductos o el cambio de filtros de aire exterior no tienen ningún efecto práctico, salvo cuando corresponda llevarlo a cabo.”
En cambio, no se está hablando del necesario mantenimiento que ha de tener la red de conductos para evitar la propagación de patógenos que puedan depositarse en sus paredes interiores, sobre todo en aquellos casos – instalaciones antiguas – donde se ha instalado revestimientos interiores adheridos con el fin de reducir ruidos, que actualmente no tienen la homologación apropiada y que dificultan incluso cualquier labor de mantenimiento, haciendo posible que aniden dentro de la red de conductos patógenos que afecten a la calidad del aire interior y puedan causar enfermedades, como por ejemplo la legionela.
Anfaca quiere iniciar en breve una campaña de concienciación en la ciudadanía para que se realicen las debidas operaciones de limpieza y mantenimiento de las redes de conductos, y para conocer qué hay instalado hoy día realmente en la red de conductos por la que viaja el aire que respiramos.
Se debe realizar el mantenimiento de las instalaciones conforme lo dispuesto en el Real Decreto 865/2003 de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis, y aprovechar los avances técnicos que se han incorporado durante los últimos tiempos en esta materia.
El RITE en la IT 1.3.4.2.10.1, indica que el revestimiento interior de los conductos resistirá la acción agresiva de los productos de desinfección, y su superficie interior tendrá una resistencia mecánica que permita soportar los esfuerzos exigidos por la norma UNE 100012, sobre higienización de sistemas de climatización. La norma EN 13403 indica una limpieza equivalente a un ciclo de vida de 20 años: tras 20 simulaciones de limpieza, el material de la superficie interior del conducto no debe desprenderse, desconcharse o mostrar evidencias de erosión o de laminación.
Dentro de las distintas alternativas de limpieza se aconseja seguir, de forma unitaria o combinada, uno de los tres métodos ampliamente aceptados y de reconocida eficacia: Aspiración con contacto, limpieza con aire a presión o limpieza con cepillado mecánico.
Pero cada día, nos encontramos con conductos que no son sometidos a la preceptiva limpieza anual de mantenimiento establecida por las normas UNE 100012:2005 y UNE 171330:2014, y la suciedad acumulada en revestimientos interiores de conductos presentan en muchas ocasiones un aspecto deplorable.
Todos los días desmontamos redes de conductos para instalar nuevas redes, y los operarios de nuestras empresas realizan reportajes fotográficos del estado que presentan esas redes antiguas de conductos en su interior, un aspecto realmente inaceptable y que merecería fuera analizado en laboratorios de sanidad.
Por eso, en Anfaca entendemos que sólo las superficies metálicas en condiciones impecables pueden considerarse que cumplen los requisitos necesarios para asegurar que de sus paredes no se desprenderán elementos que hagan daño a las personas por inhalación, y que en sus paredes no se acumularán patógenos que igualmente, tras su transporte por el aire, hagan peligrar la salud humana. Recomendamos que si hay que instalar algún producto contra el ruido o a modo de aislante, se haga por la parte exterior del conducto, o a doble pared.
Se esperan cambios que impondrán exigencias respecto a que los materiales, el diseño de las superficies y la forma geométrica de los componentes del sistema deberán ser tales que eviten la adhesión, el depósito y la liberación de contaminantes. Las superficies de los conductos deberán ser resistentes a la abrasión, y no se permitirán materiales, revestimientos, pinturas y materiales de sellado que puedan emitir sustancias u olores nocivos durante el funcionamiento de los sistemas de ventilación y aire acondicionado, ni revestimientos de celdas abiertas, materiales aislantes de celdas abiertas o sellados de celdas abiertas en contacto con el flujo de aire (excepción: silenciadores). Los selladores expuestos no deberán presentar un riesgo microbiológico y su uso estará incluso limitado.