Eficiencia energética y futuro en la industria del frío
El trabajo desarrollado por el sector del frío está muy enfocado hacia el cumplimiento de estos criterios medioambientales y, en los últimos meses, se ha intensificado con la entrada en vigor de la normativa F-Gas. Todo ello se está traduciendo en la búsqueda de soluciones dirigidas a mejorar el aislamiento de los locales refrigerados, con objeto de reducir la energía empleada; reducir la carga y fugas de refrigerante; e incrementar la eficiencia de los sistemas y de los componentes.
Los retos para alcanzar con éxito la implementación de estas soluciones pasan por tres premisas que aúnan factores externos e internos. El primero de ellos es la necesidad de contar con iniciativas financieras y reglamentarias en el ámbito de la energía deben acompañar a las relativas a los HFC (subvenciones basadas también en la reducción de emisiones de CO2, no solo en reducción energética y económica).
Y, el tercero, tiene que ver con los requisitos de seguridad que conduzcan a la adopción de normas de seguridad que tenga en cuenta que los refrigerantes de bajo PCA implican mayores riesgos derivados de su grado de inflamabilidad, con el esperado Reglamento de Seguridad de Instalaciones Frigoríficas a la cabeza.
Los fabricantes de fluidos refrigerantes han dado prioridad, por su parte, a la producción de gases con menor PCA. Esta sustitución debe producirse lo antes posible de cara a frenar el aumento de los precios, solventar la escasez de gases y detener el mercado negro. Esta coyuntura hace que se haya acumulado gran cantidad de refrigerantes en almacenes y dentro de las instalaciones de cara a hacer frente a la escasez, por lo tanto, la reutilización y el reciclado de los mismos deberán ser claves en los próximos años de cara a su máximo aprovechamiento. Sin duda, la importancia del reciclado es vital por razones tanto medioambientales como económicas.
- Gases regenerados de 2.500 o más, utilizados para el mantenimiento o conservación de equipos de refrigeración existentes, siempre que hayan sido etiquetados de conformidad con el artículo 12 (6).
- Gases reciclados de 2.500 o más utilizados para el mantenimiento o conservación de equipos de refrigeración existentes, siempre que hayan sido recuperados de dichos equipos. Dichos gases reciclados solo podrán ser utilizados por la empresa que realizó su recuperación como parte del mantenimiento o conservación.
Por lo tanto, reutilización, reciclado y sustitución son los pasos a seguir en el corto plazo. A pesar de ello, no hay que olvidar que el tiempo corre y la advertencia es no esperar al 2020. La realidad es que quién no haya comenzado ya a hacer la transición probablemente va con retraso.
El papel del instalador cobra especial importancia en este entorno en que van a convivir diferentes sistemas (CO2 transcrítico, centralizados, indirectos centralizados, 1:1, de agua glicorada…) y diferentes tipos de fluidos (R290, R32, HFO, amoniaco, refrigerantes naturales…). La profesionalidad a la hora de aconsejar el mejor sistema para cada circunstancia y de asegurar un correcto mantenimiento son, si cabe, más imprescindibles ahora que nunca.
Ante esta situación, podemos llegar a una conclusión: la regulación F-Gas está generando negocio en la industria del frío. Al sector le corresponde adoptar desde este momento las medidas adecuadas para que éste prospere. Todo ello sin olvidar apoyarse en los profesionales y no descuidar la formación de los técnicos.
"La profesionalidad a la hora de aconsejar el mejor sistema para cada circunstancia y de asegurar un correcto mantenimiento son, si cabe, más imprescindibles ahora que nunca"