Aefyt destaca el esfuerzo de la industria del frío por el medio ambiente y demanda más ayudas
El medio ambiente es el motor que fija en estos momentos las reglas en la industria del frío y el conjunto de empresas que participan en este sector llevan tiempo adaptando sus tecnologías a los conceptos de eficiencia energética y reducción de emisiones. En el Día Mundial del Medio Ambiente, Aefyt, Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías, resalta la implicación de la industria del frío en estas líneas de trabajo, a pesar de que los gases refrigerantes son responsables de menos del 0,8% del impacto global de emisiones a la atmósfera.
En todo caso, los criterios medio ambientales son imprescindibles como parte del desarrollo sostenible de esta industria, de la que dependen numerosos procesos comerciales e industriales. En lo relativo al ahorro energético, se impone la reducción del consumo de energía con el diseño de instalaciones más eficientes y la implementación de las normas de ecodiseño. Por otra parte, sobre la reducción de emisiones nocivas para el medio ambiente, en particular en lo que se refiere al efecto invernadero, el reglamento europeo F-Gas es el máximo exponente de la contribución de la industria del frío a este objetivo global.
Durante la reciente Jornada Técnica de Aefyt, que se celebró bajo el título 'Soluciones a la crisis de los gases refrigerantes' se ha hecho un llamamiento para que los esfuerzos de la industria se vean refrendados por iniciativas financieras y reglamentarias en el ámbito de la energía como, por ejemplo, subvenciones basadas en la reducción de emisiones de CO2.
Dentro de las acciones concretas en las que se está trabajando, cabe destacar actuaciones en tres ámbitos. El primero de ellos se desarrolla en el ámbito de la instalación frigorífica en su conjunto con el aislamiento de los locales refrigerados y zonas de baja temperatura del sistema, la minimización de infiltración de aire ambiente y la reducción de la energía utilizada en refrigeración, como los ventiladores. El segundo se refiere al control de los refrigerantes y se centra en la reducción de fugas y de carga. Y, por último, el tercero tiene que ver con la mejora de la eficiencia de sistemas y componentes, su control y su gestión y el análisis de conceptos como el TEWI y el ciclo de vida útil.
En cuanto a los refrigerantes, se impone una regla de oro: reciclado, reutilización y sustitución. Ante el almacenamiento de fluidos que se ha producido desde que empezara la crisis de los refrigerantes a finales del año pasado, ahora es más importante que nunca su reciclado y reutilización tanto en aras de protección medioambiental como desde el punto de vista económico e impositivo. Por último, es fundamental que la sustitución se enfoque hacia gases de bajo PCA (Potencial de Calentamiento Atmosférico).