EDITORIAL
Editorial: "No es tan difícil"
Toni Amat, director de Tradebike: “La primera conclusión y más importante es que la educación viaria en ese país es admirable a todos los niveles, ya sean conductores de coche, ciclistas o peatones.”
Artículo de opinión publicado en el Tradebike 91:
Estas vacaciones tuve la oportunidad de vivir cinco días en un ‘país ciclista’ en modo ciclista. Bélgica, aparte de su larga tradición deportiva, es uno de los países con mayor cultura ciclista del planeta.
Concretamente, estuve en Flandes (Brujas y Gante) como podréis leer en el reportaje de este número. Como explico en el artículo, quedé gratamente sorprendido por las facilidades que ofrece el país para desplazarte en bicicleta: vagones especiales en los trenes, parkings en cada estación importante y por la ciudad, parkings en los hoteles, carriles bici, semáforos bici, calles donde las bicis están autorizadas a circular en contra dirección a pesar de no tener carril bici, muchas calles con limite 30km/h, alquileres de bici en cada ciudad (bicis musculares, eléctricas o cargos). Y por último, la prioridad que le dan a la bicicleta, ya sean coches o peatones respetan al máximo a las bicicletas.
Incluso, en una de las rutas que hice en bicicleta de vuelta hacia Brujas, encontré un carril bici cortado, en obras. Pues bien, la solución que habían aplicado era poner conos y un semáforo provisional cortando un carril para coches y priorizando la circulación de las bicicletas.
Otra cosa que también llama la atención es la gran implantación con la que ya cuentan las cargo-bike, ya sea para llevar a los niños o como vehículo de entrega de mercancía. Son un vehículo más, totalmente aceptado e integrado.
Como comentaba, durante 5 días pude vivir esta experiencia, y una vez de vuelta a casa he estado pensando en ello y analizando todo lo que he visto y sacando conclusiones.
La primera conclusión y más importante es que la educación viaria en ese país es admirable a todos los niveles, ya sean conductores de coche, ciclistas o peatones. Si el semáforo está en rojo, no pasa nadie, ni coches, ni bicis, ni peatones, aunque la calle esté desierta. El respeto a los límites de velocidad y a las señales de trafico es absoluto, y el respeto a las bicicletas es máximo. Ello hace que la cultura ciclista sea máxima también, y que la administración cuente con las bicicletas como un aliado, como un sistema de transporte más y por tanto siempre presente en la toma de decisiones a nivel de tránsito y circulación. Una educación que imparten a los niños desde pequeños, y que crecen con ella como algo habitual, y evidentemente ya de mayores no hay que explicarles nada, pues la bici siempre está presente. Quizás esta sea la asignatura más difícil para nuestro país.
A nivel de infraestructuras, tampoco vi unas infraestructuras o inversiones descomunales: carriles bici, semáforos, señales de tráfico, vagones de tren autorizados para bicis, y parkings normalmente pintados en el suelo, o con algunas barras o soportes para atar las bicis. Y las infraestructuras más importantes que vi fueron algunos puentes adaptados con rampas y sobre todo los parkings cerca de las grandes estaciones de tren, parkings en algunos casos subterráneos y en otros exteriores, pero la gran mayoría nada sofisticados, con soportes o barras para apoyar y atar las bicis y poco más. Algo que también aprecié en Alemania.
Realmente, durante mucho tiempo pensé que teníamos un gran déficit de infraestructuras y de presupuestos y que este era el gran problema. Pero estos días me he dado cuenta que sí es importante contar con ellas, pero que tampoco son tan costosas y que un país como Bélgica o Alemania funcionan a la perfección con educación y pocos recursos. Y con un clima muy severo.
Lo que realmente necesitamos es esta cultura ciclista, esta educación, esta mentalidad de tener la bici como un aliado a la movilidad, la sostenibilidad y a la salud.