La administración quiere acabar con el MTB en Collserola
Llegan más restricciones a la práctica del ciclismo en zonas de montaña. En esta ocasión, es el Parc de Collserola de Barcelona el afectado por las nuevas exigencias de las administraciones públicas en referencia al uso de la bicicleta. Hasta ahora, solamente dos de los municipios que forman parte de Collserola habían aprobado ordenanzas que restringen la bicicleta en la zona, Esplugues de Llobregat y Sant Cugat. Sin embargo, las normativas se extenderán poco a poco por los otros siete: Barcelona, Sant Just Desvern, Sant Feliu de Llobregat, Molins de Rei, El Papiol, Cerdanyola y Montcada i Reixac.
Entre las medidas adoptadas se encuentra la prohibición de la circulación de bicicletas por pistas que hagan menos de tres metros de ancho. Esto reduce, y mucho, las posibilidades de caminos, senderos y rutas que puedan utilizar los ciclistas, ya que limita el uso de bicicletas a vías principales, pistas forestales y caminos de paseo. Además, la velocidad máxima permitida es de 20 km/h y, ante la presencia de peatones, estos siempre tendrán prioridad y deberán ser rebasados a una velocidad máxima de 10 km/h y respetando una distancia de seguridad de 1 metro. No obstante, también hay medidas que han sido bien recibidas por todas las partes, como el uso de timbre, luces y elementos reflectantes homologados para aumentar la visibilidad y la seguridad de todos los usuarios.
Ante la nueva ordenanza que ataca el MTB en un núcleo urbano donde viven 2 millones de personas, la comunidad ciclista se ha movilizado en contra de las nuevas medidas. Según los argumentos de la administración y de los gestores del Parc, a mayor velocidad, mayor peligro de accidente. Siguiendo esta regla, los senderos son más estrechos y eso hace que la velocidad se reduzca considerablemente, disminuyendo en igual la relación de riesgo de accidente. Para frenar la nueva normativa, se ha impulsado una petición en Change que ya lleva más de 7.000 firmas.
En estas peticiones se propone la adopción de un Trail Adoption Plan, como se hace en países como Canadá, de forma que se cuiden los senderos por voluntarios y se puedan usar por los ciclistas de forma respetuosa evitando prohibiciones infundadas. En un momento en el que la bicicleta se ha convertido en una herramienta de ocio, principalmente gracias a la creciente presencia de las eBikes, las nuevas restricciones supondría dar un paso atrás en el fomento de la bicicleta, tanto deportivamente como medio para la movilidad sostenible.