Vuelve The Pirinexus 360 Challenge
El ciclismo gravel o ciclismo híbrido por pistas de tierra, vías verdes y algunos tramos de asfalto tiene cada vez más adeptos pero todavía le faltan eventos donde poder ponerse a prueba. En Girona se organiza una prueba con una gran personalidad, dureza y, sobretodo, belleza.
A las seis de la mañana del sábado 30 de abril se dará la salida a participantes llegados de todas partes para enfrentarse al reto de recorrer una ruta, la Pirinexus, que ha sido reconocida internacionalmente por su belleza, variedad de paisajes y interés cultural.
Saliendo desde la ciudad de Girona los y las ciclistas encararán la zona volcánica de la Garrotxa, cruzarán los bosques del Ripollès y entrarán en el paisaje suave del Vallespir francés. Una vez hayan vuelto a cruzar la frontera por La Jonquera, disfrutaran de la llanura ampurdanesa hasta llegar al mar para volver a Girona bordeando la zona de las Gavarres. La variedad de paisajes y su belleza, el poder superar los Pirineos, la posibilidad de pedalear al lado del mar y el atractivo de las ciudades punto de etapa ha hecho que sea una prueba que ya en el primer año haya atraído corredores de toda la península y de Francia.
El evento se puede hacer individualmente o por relevos de tres personas. Los participantes individuales pueden utilizar una bicicleta gravel, una bicicleta de carretera con neumáticos más gruesos, una bicicleta de montaña o incluso un tándem. Cada corredor individual debe acreditar un equipo de apoyo que le irá siguiendo durante el recorrido para animarle y ayudarle en los momentos más complicados. Los equipos de relevos, por su parte, tienen los puestos de cambio en los municipios de Olot, La Jonquera y Calonge. Estos municipios marcan unos tramos que permiten que cada parte se pueda hacer con una bicicleta específica para aquel pavimento. La participación en relevos fue muy bien acogida por aquellos que aún no se ven capaces de pedalear tantos kilómetros pero que quieren encarar un reto en compañía del grupo de amigos y amigas o de los compañeros de empresa.
El año pasado el primer ciclista en completar esta prueba tipo "brevet" llegaba con un tiempo de 13 horas y 45 minutos, mientras que los últimos lo hacían sólo cuatro horas más tarde. La impresión general era que la singularidad del reto, el ciclismo por un pavimento variado, la belleza del paisaje y la emoción de poder terminar hacía el reto muy atractivo.