La UE apuesta por impulsar el reciclaje de baterías con el proyecto ReLieVe
La Unión Europea ha prometido unos 5 millones de euros en subvenciones iniciales para un proyecto que debería permitir el reciclaje a gran escala de las baterías utilizadas en vehículos eléctricos. A principios de este mes, el gigante químico alemán BASF anunció planes con las compañías francesas Eramet y Suez para reciclar baterías de iones de litio con el objetivo de asegurar un papel de liderazgo en un mercado en crecimiento.
Los millones de la UE ayudarán en el "desarrollo de un innovador proceso de circuito cerrado para reciclar baterías de iones de litio de vehículos eléctricos y para permitir la producción de nuevas baterías de iones de litio en Europa", dijo BASF en un comunicado.
Las tres empresas comenzarán el "desarrollo a gran escala" en enero de 2020 en el proyecto, conocido como "ReLieVe" (reciclaje de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos). "Responde al llamamiento de la Comisión Europea para unir a los jugadores europeos para posicionarse (ellos mismos) en el mercado de baterías de iones de litio de rápido crecimiento", dijo Laurent Joncourt, presidente de la unidad de investigación y desarrollo de la firma de minería y metalurgia Eramet.
"Se espera que en 2027 se reciclen alrededor de 50.000 toneladas de baterías en Europa y podría multiplicarse casi diez veces para 2035", predijo Jean-Marc Boursier, director de operaciones de la compañía de tratamiento de agua y desechos Suez.
El proyecto unirá los conocimientos de las tres empresas en el proceso de reciclaje, con Suez reuniendo y desmantelando baterías usadas, Eramet reciclando los componentes y BASF produciendo nuevos materiales de cátodo.
Representantes de la industria automotriz e investigadores universitarios de Francia y Noruega también asesorarán el proyecto.
Actualmente, los Estados miembros de la UE no están en el objetivo de cumplir con la marca de recolección de baterías WEEE del 65%. Esto lleva a prácticas ilegales, como la recolección, dan lugar a la pérdida de valiosas materias primas y la liberación de sustancias peligrosas en el medio ambiente.
La Directiva RAEE, que entró en vigencia en 2012, es para evitar el desperdicio de los equipos eléctricos, o para reducir dichos desperdicios al reutilizarlos y reciclarlos. Por esta razón, el objetivo primordial es aumentar el porcentaje de aparatos eléctricos retirados al final de su vida útil para proteger el medio ambiente. La ley exige que los fabricantes, distribuidores o importadores de equipos electrónicos contribuyan al costo de desecharlo (responsabilidad extendida del productor o responsabilidad de retirar y desechar aparatos eléctricos).
Para este propósito, cada país ha establecido sus propios esquemas de registro nacional. Antes de comenzar a vender sus productos, los fabricantes están obligados a registrarse allí y solicitar un número de RAEE. A menudo, también tienen que unirse a un sistema de cumplimiento reconocido. Dado que diferentes países han implementado la Directiva RAEE de diferentes maneras, el proceso de registro difiere de un país a otro y las empresas deben tener en cuenta muchas características específicas.