Edificios de consumo de energía casi nulo (nZEB), el gran reto de la construcción
Enric Gres - Marketing & Product Manager para España y Portugal de tremco illbruck
08/04/2019A partir del 31 de diciembre del 2020, todos los edificios tendrán que tener un consumo de energía casi cero (nZEB), un objetivo que, para los edificios que estén ocupados y sean propiedad de autoridades públicas, se adelanta a final del 2018. Este es uno de los retos que plantea la Directiva 2010/31/UE, del 19 de mayo, relativa a la eficiencia energética de los edificios, y que constituye una refundición de la directiva 2002/91/CE.
Las modificaciones del Código Técnico de la Edificación, aprobadas por esta disposición, son de aplicación obligatoria a las obras de nueva construcción y a las intervenciones en edificios existentes para las que se solicite licencia municipal de obras una vez transcurrido el plazo de seis meses desde la entrada en vigor de la disposición (desde 13-03-2014).
Las implicaciones de la aplicación de esta directiva son de enorme calado porque transformarán muchos de los procedimientos de diseño, construcción y gestión de los edificios hacia una mayor eficiencia energética en los edificios y las ciudades. Estos cambios implicarán tanto a los arquitectos como al resto de agentes (promotoras, constructoras, fabricantes de materiales, instaladores, sistemas y equipos) que tendrán que adaptarse para cumplir las exigencias normativas que se prevén según el calendario marcado por las Directivas Europeas.
El nuevo Código Técnico de la Edificación
El hueco, por definición, es una discontinuidad del cerramiento y los distintos encuentros que se van a dar entre los elementos que lo conforman y deben estudiarse en profundidad a nivel de detalle técnico. Es preciso resolver principalmente las exigencias que se derivan del Código Técnico de la Edificación (CTE) y las normas UNE de aplicación, principalmente en lo relativo a resistencia, iluminación, hermeticidad, ventilación, estanqueidad, aislamiento acústico y térmico, sin obviar el resto de exigencias básicas contenidas en los respectivos Documentos Básicos del CTE.
Colocación de una ventana en relación a la eficiencia energética de la vivienda
Durante la instalación de una carpintería nueva, hay varios puntos importantes que deben tenerse en cuenta imperativamente, de lo contrario, uno se expone a las principales disfunciones del edificio (entradas de aire, dificultades para calentar o enfriar la construcción, mal funcionamiento del sistema de ventilación...), o incluso, daños al edificio (fugas de agua, moho...).
Los principales errores radican en la elección incorrecta del producto para sellar y su rendimiento, pero también en la forma de colocar e instalar la ventana sin respetar las normas de recomendación.
- Recepción del soporte y control dimensional. Sobre todo, es esencial recordar la importancia de recibir los soportes. Es responsabilidad de la empresa que instala la carpintería y, por lo tanto, debe verificar el cumplimiento de los soportes con las normas de instalación y colocación de ventanas UNE 85219:2016.
- Estanqueidad al agua. Se debe garantizar que el sellado utilizado cumpla con los requisitos de las normas y estándares vigentes. Por ejemplo, para una junta de carpintería exterior tratada con una espuma impregnada, se debe usar al menos un producto impermeabilizante a prueba de agua Clase 1 0 BG 1, por lo tanto, resistente a 600 Pa según la norma EN 1027.
- Hermeticidad al aire. Debe ser al menos tan bueno como el de la carpintería para mantener las prestaciones declaradas.
- Permeabilidad al vapor de agua. Además de estos 3 criterios, es importante comprobar que, dependiendo del método de instalación y la naturaleza de la carpintería, si existe o no riesgo de condensación en la junta (es decir, en el vacío entre la carpintería y la obra). Para este propósito, existen selladores impermeables al vapor de agua que promueven la gestión del vapor de agua, para evacuarlo hacia el exterior y evitar cualquier condensación en la junta.
- Aislamiento térmico. En la junta, se debe garantizar que no haya riesgo de puente térmico entre la carpintería y la fábrica, por lo tanto, el producto de sellado debe aplicarse para garantizar la continuidad del aislamiento térmico entre el soporte y la carpintería, pero también debe tener una propiedad intrínseca de aislamiento térmico. Para un sellado térmicamente efectivo, buscaremos materiales con la ? más pequeña posible: por ejemplo, una espuma impregnada será más efectiva que un sellador ya que será más aislante por ser más ancha y más gruesa.
Para cumplir con todos los requisitos de la normativa para la certificación de la eficiencia energética de los edificios existentes o de nueva construcción, illbruck dispone de productos de nueva generación que realizan por sí solos la regulación térmica del sellado de la carpintería exterior, proporcionando una triple barrera de protección y colaborando activamente en el consumo de energía casi cero.