Diez retos del sector de la carretera y una llamada de atención frente al 'ghosting' viario

Las carreteras son un elemento clave para nuestra economía y nuestro modo de vida, algo que, por mucho que algunos se empeñen, no va a cambiar ni a medio ni tampoco a largo plazo.

Pese a ello, esta realidad pasa de soslayo frente a quienes deciden sobre política de infraestructuras, que vuelven la mirada ante las demandas de un sector que no consigue convencer, confiando en que las redes viarias sigan aguantando lo que se les eche sin mayores consecuencias. La pregunta es ¿hasta cuándo podrá mantenerse esta situación?

Pisamos un escenario muy poco favorable para la movilidad viaria, pero en la Asociación Española de la Carretera nos mantenemos inasequibles al desaliento, reivindicando contracorriente la importancia de estas infraestructuras, sus necesidades y, ahora también y más que nunca, su vulnerabilidad.

Desde nuestro punto de vista, los grandes retos a que nos enfrentamos se pueden resumir en diez.

1. Seguridad. Un reto que exige de respuestas múltiples, poniendo el acento en el conocido como “Sistema Seguro”. Un estudio reciente de la Fundación Mapfre y la AEC estima la posibilidad de reducir 300 víctimas mortales en accidente de tráfico al año y más de 800 heridos hospitalizados con una inversión de algo menos de 2.000 millones de euros en carreteras convencionales, inversión que se recuperaría en un plazo de entre 2 y 4 años.
2. Sostenibilidad ambiental: mitigación del cambio climático, eficiencia energética y economía circular. Un reto inaplazable. Estudios realizados por la Asociación Española de la Carretera identificaron una reducción de hasta un 6%, que podría llegar hasta el 12% en algunos casos, en las emisiones de los vehículos asociadas a la repavimentación de tramos de carreteras.
3. Adaptación al cambio climático. Sin duda, uno de los grandes desafíos del momento actual, en el que los fenómenos meteorológicos ligados al cambio climático están teniendo un enorme impacto en las infraestructuras. Exige de actualización de normativas para diseñar las infraestructuras de acuerdo con estos nuevos condicionantes, aumentando su resiliencia.
4. Conservación. El último estudio de la AEC sobre este aspecto prioritario ponía de manifiesto la necesidad de invertir 10.000 millones de euros en la red de carreteras del Estado y de las comunidades autónomas y diputaciones forales, no sólo en la mejora de los pavimentos, sino también del equipamiento viario.
5. Adaptación digital. En este ámbito, las administraciones de mayor tamaño están dando pasos muy significativos, pero también las autonómicas y las provinciales. La Asociación Española de la Carretera ha publicado recientemente la “Hoja de Ruta para la adaptación digital de las carreteras locales”, desarrollada en el Foro de Gestores de Carreteras de diputaciones provinciales, cabildos y consells.
6. Multimodalidad. Cualquier planteamiento de multimodalidad debe realizarse manteniendo a la carretera como eje central. Conexiones con los puertos y estaciones ferroviarias, centros logísticos, última milla… Todas ellas necesitan, en mayor o menor medida, una carretera.
7. Reto demográfico. Si hay un arma poderosa para luchar contra la despoblación, ésta no es otra que la accesibilidad a servicios básicos, una accesibilidad que, hoy por hoy, solo puede proporcionar la red viaria.
8. Innovación. La búsqueda de soluciones innovadoras a los problemas más conocidos (como la reducción de la siniestralidad), pero también a los de nueva aparición (carreteras para permitir el despliegue de la movilidad autónoma), pasa por generar un marco normativo, financiero, colaborativo, etc. en el que todo el ecosistema de la movilidad pueda participar.
9. Colaboración. Sector privado (grandes empresas, pymes, start-ups y autónomos) y sector público (estatal, autonómico, foral, provincial, insular y municipal), junto con los organismos de investigación, encuentran en la Asociación Española de la Carretera un punto de unión para la búsqueda de soluciones consensuadas a retos como los planteados en este artículo.
10. Financiación. Necesitamos un modelo de financiación estable, sostenible y equilibrado que permita afrontar las necesidades de inversión de la red viaria, en tanto que espina dorsal de una movilidad más segura, sostenible y conectada.

Estos diez retos no son los únicos, pero sí resumen una parte importante de lo que nos preocupa como sector entregado al servicio público. Diez retos y multiplicidad de soluciones que no pueden ser ignorados sin más y sin que ello acabe teniendo consecuencias difíciles de revertir.