Industriales de productos del mar buscan soluciones a los problemas del sector en el Congreso Internacional Conxemar-FAO
Directivos de industrias de la transformación y comercialización de productos del mar, que atraviesan un momento crítico a causa del atasco logístico, el incremento de precios del combustible, la inflación desbocada y la guerra en Ucrania, tratan de analizar esta semana en la feria Conxemar de Vigo soluciones globales a esos y otros problemas.
Ese es el principal diagnóstico del sector que han hecho algunos de sus protagonistas durante la apertura del X Congreso Internacional Conxemar-FAO, que se celebró el lunes en Vigo y que reunió a expertos, empresarios y políticos.
Según el presidente de Conxemar, Eloy García, el sector de los productos del mar tiene la “oportunidad de responder a todo ello con más investigación y conocimiento”. García destacó la elevada internacionalización del sector, las inversiones de capital en terceros países, el fluido flujo comercial importación-exportación, la notable experiencia en gestión empresarial o la especialización de la cadena de valor, como algunas de las fortalezas del sector para capear la crisis. “Tenemos los ingredientes y la resiliencia necesaria para salir adelante”, afirmó el presidente de Conxemar.
Por su parte, el director adjunto de acuicultura y pesca de la FAO, Audun Lem, aseguró que 2022 es un año “particularmente difícil" por las consecuencias de la guerra en Ucrania, los altos costes de la energía y las materias primas o el incremento de los tipos de interés, que ha supuesto "una disminución de la demanda de los consumidores”.
Sin embargo, en su opinión, 2022 “es también un año de esperanza”, ya que, entre otras cosas, la Organización Mundial del Comcercio (OMC) ha logrado concluir un acuerdo sobre las subvenciones en el sector pesquero y la FAO ha conseguido aprobar la creación de un subcomité sobre gestión pesquera.
Por ello, Lem consideró de “importancia fundamental” tejer alianzas, trabajar conjuntamente y encontrar soluciones compartidas de alcance internacional al difícil momento que vive el sector.
En ese diagnóstico coincidió la secretaria general de Pesca del Gobierno central, Alicia Villauriz, según la cual “la situación de contexto en la que nos encontramos introduce más variables que nunca en la definición de los principales retos”. Villauriz incidió en el “impacto muy significativo en el sector de la logística y el transporte que tuvo y que sigue teniendo” las consecuencias de la pandemia de covid-19.
Ante la complejidad de la situación, dijo que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación trabaja para poner a disposición del sector industrial pesquero todas las herramientas posibles para dar la más rápida respuesta a los desafíos de esta nueva época. Así, destacó que España fue el país que “primero planteó la activación del Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y de la Acuicultura aún incluso sin tener aprobado el programa operativo”, y que después promovió su modificación para poder usar los fondos que aún disponibles con el fin de impulsar a todo el sector pesquero por la crisis generada por la invasión militar rusa en Ucrania.
Según Villauriz, “las respuestas han de ser integrales y abarcar a toda la cadena de producción, desde el mar hasta la mesa“por lo que ha señalado que su departamento tiene entre sus prioridades mejorar la eficiencia energética del sector pesquero. Villauriz aludió a las líneas de ayuda encaminadas a paliar el aumento de los costes, especialmente del combustible, puestas en marchar por el Ministerio y ha mostrado su convencimiento de que”las estructuras asociativas deben ser plataformas desde las que tomar la iniciativa a la hora de emprender proyectos ambiciosos que repercutan en el beneficio de sus miembros y del conjunto del sector”.