En tiempos de crisis, la promoción es la clave

Si hay una zona en el mundo ligada al cultivo citrícola ésta es, sin duda alguna, la Comunidad Valenciana. De hecho, desde hace décadas tres productos –sol, paella y naranja- han dado fama internacional a esta región mediterránea en las diferentes latitudes del planeta.

Sus excelentes cualidades organolépticas, con un equilibrio perfecto en acidez y azúcar, confieren un sabor único y distintivo a los cítricos cultivados en la Comunidad Valenciana. Y eso es algo bien reconocido en los diversos mercados internacionales, en los que, desde hace años, los cítricos valencianos ocupan un lugar preeminente.

No obstante, la fuerte competencia desleal de terceros países productores, la reforma de la OCM de frutas y hortalizas y los diferentes procesos de globalización de la economía mundial han llevado al Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cítricos Valencianos a redoblar sus esfuerzos para defender el puesto que, por méritos propios y gracias al trabajo conjunto de todo el sector, ha logrado la citricultura valenciana a lo largo de los años.

Y es que toda nuestra historia e idiosincrasia, y hasta el desarrollo económico de nuestra tierra, se encuentran íntimamente ligadas a nuestra realidad citrícola. Y eso es algo que no podemos permitirnos el lujo de olvidar. Todo lo contrario, tenemos que ser bien conscientes de ello y mucho más en los actuales tiempos de crisis económica en los que nos encontramos.

Este es uno de los objetivos que persigue la IGP Cítricos Valencianos, que está empeñada en reivindicar nuestro papel como pueblo ligado a la citricultura, así como en llevar la excelente calidad de nuestras producciones hasta el último rincón del planeta.

Con esta intención, la IGP Cítricos Valencianos ha desarrollado un completo plan de promoción internacional que incluye, entre otras acciones, la participación en las principales ferias agroalimentarias que se desarrollan a nivel mundial, diferentes acciones de promoción en los principales mercados europeos, así como degustaciones in situ en grandes superficies de nuestro país.

A nadie extraña ya la presencia de la IGP en certámenes como ‘Asia Fruit Logistica’ (Hong-Kong), ‘World Fruit & Vegetable Show’ (Londres) o la edición berlinesa de ‘Fruit Logistica’, lo que da buena muestra de la dimensión internacional de la citricultura valenciana, así como de los esfuerzos de promoción de este Consejo Regulador.

Por su parte, París, Stuttgart, Hamburgo o Milán son algunas de las ciudades europeas que han acogido diversas actividades promocionales basadas en la degustación de naranjas y clementinas. Con ellas, el consumidor extranjero ha podido conocer nuestro valor diferencial, y ese es el primer paso para que decida a incluir los cítricos valencianos en su cesta de la compra.

Desde la IGP Cítricos Valencianos estamos convencidos de que la promoción es la mejor herramienta para defender nuestra posición en los mercados, así como para lograr introducirnos en aquellos en los que aún no operamos.

El futuro de esta IGP pasa por consolidar el trabajo realizado hasta ahora, así como por seguir aumentando los volúmenes comercializados y los canales de distribución de las producciones amparadas por este marchamo de calidad, y para ello resulta clave seguir apostando por la promoción.

El tiempo dirá si el camino emprendido es el correcto, pero las cifras indican que estamos en la dirección correcta. Un total de 14.350.943 kilos de cítricos comercializados durante la última campaña con la contramarca de la IGP, 7.043 productores inscritos en este Consejo Regulador y 8.599 hectáreas inscritas dan buena muestra de ello.