Alimentos mejor conservados, gracias a nuevos materiales y sustancias para envases activos

El proyecto profundiza precisamente en el conocimiento de los mecanismos que ocurren en la interacción entre estas sustancias activas y el alimento. Para ello, se están estudiando estos componentes que actúan sobre la oxidación y el crecimiento microbiológico del alimento envasado, principales causas de su deterioro. A través de este proyecto, se están analizando los materiales que protegen al alimento de los agentes adversos (oxígeno, humedad, luz, microorganismos), por una parte, y también se están identificando los polímeros portadores (compuestos) de sustancias funcionales con efectos beneficiosos sobre el alimento así como los recubrimientos comestibles depositados directamente sobre el propio alimento. “Para poder incorporar las sustancias activas en el envase y ponerlas cerca del alimento vamos a estudiar diferentes alternativas, como por ejemplo aplicándolas en la formulación del recubrimiento del alimento o en el propio envase”, señala José Ángel Garde.
Para que una sustancia sea considerada como funcional, se tendrá que demostrar su actividad sobre el propio alimento en estudios de simulaciones y su actividad antimicrobiana sobre cultivos de microorganismos aislados.
Ainia y Aimplas juntos de la mano
En el proyecto ya se ha cubierto la fase de probar si las sustancias seleccionadas como activas tenían efecto sobre la microflora habitual responsable del deterioro del alimento, fundamentalmente de pescado fresco; y la fase de los estudios necesarios para ver cómo incorporar las sustancias activas a los procesos de transformación convencionales de envase, bien sea por recubrimiento o por extrusión. “A partir de ahora el objetivo está en obtener materiales prototipo que permitan ya realizar experimentos de envasado con alimentos reales”, añade el profesor Garde.

El presente y el futuro del envase
A la pregunta si hoy un envase es más seguro que hace 15 años, el técnico de Ainia se muestra categórico: “Sin ninguna duda, porque se le está dando mucha más importancia al estudio del envase, a la vez que se están cumpliendo mucho más los requisitos. Eso no quiere decir que hace 15 años no los hubiera, pero sí es verdad que actualmente se cumplen mucho más, porque el proveedor y el consumidor exigen esos requisitos”.

Los envases activos son sistemas de envasado que desempeñan una función específica adicional a la de constituir una barrera física entre el producto que contienen y el exterior, pasan a ejercer un papel activo en el mantenimiento o incluso mejora de la calidad del alimento envasado. Entre sus características, se destaca su capacidad para alargar la vida útil del alimento envasado, aumentando la duración del producto. Además, mantienen las propiedades sensoriales y nutricionales del alimento y contribuyen a la facilidad de uso y comodidad de utilización por parte del consumidor.
El proyecto Novovase, dentro del programa de proyectos en colaboración en I+D+i promovido por el Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana (Impiva), ha sido cofinanciado por los Fondos FEDER, dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2007-2013.