Joan Artigas Campás, ingeniero técnico especialista en maquinaria agrícola, reflexiona sobre el mercado de tractores
Pedagogía de valores, formación y buenas praxis
Joan Artigas Campás, Ingeniero Técnico titulado en Mecánica
29/10/2021Quisiera plantear este comentario desde varias perspectivas, a saber: fabricación histórica del producto, tecnificación del marketing, colectivo que implica la demanda del producto (los agricultores), el mercado (distribuïdor mayorista/vendedor final) y los que 'pagan la fiesta', los consumidores.
Fabricación de tractores, aperos y máquinas agrícolas
Por lo que he vivido y leído, refiriéndome a España, Europa y USA, hubo una mayoría de 'herreros' emprededores que evolucionaron en su profesión y, de esa evolución, surgieron los fabricantes de máquinas agrícolas, ganaron dinero y prestigio, como para, en una segunda evolución, adquirir fábricas de motores, para emprender la fabricación de tractores y cosechadoras de cereales (dos excepciones pudieron ser Henry Ford y Harry Ferguson).
Entre todos facilitaron una vida más digna a los agricultores de todo el planeta, a la vez que se aseguraba una mayor producción de alimentos, para una población mundial creciente. Unos fabricaban máquinas, otros producían más alimentos y la población mundial disponía de mayor cantidad de ellos. Toda esta evolución dentro de un orden en el mercado que, suponía una mejoría económica equilibrada. Estaríamos a finales del siglo XX.
Implementación del màrketing y economía de mercado
Es muy antigua la ley de la oferta y demanda. En consecuencia, desde hace algún tiempo la demanda (compra) de tractores ha descendido tozudamente hasta venderse un tractor nuevo por cada 3 usados. Naturalmente, esto preocupa a los fondos de inversión que controlan las fábricas y estas a los concesionarios. Es de suponer, todos se preguntarán el porqué.
La demanda
Ante el deseo y la necesidad de renovar un tractor, históricamente, el posible usuario genera el deseo de adquirir uno de mayor potencia y de última generación. Dos aspectos negativos que pudieran frenar el impulso de compra de un nuevo tractor son los siguientes:
- Elevado coste, frente a los bajos precios de la mayoria de los productos agrícolas. En algunos casos, el beneficio no cubre los gastos de explotación; la irracional diferencia entre el precio en origen y el precio al consumidor, mientras que los intermediarios obtienen pingües beneficios (falta de apoyos para fijar precios justos de mercado).
- Excesiva sofisticación electrónica e hidráulica, que incrementa los gastos de mantenimiento y resta potencia disponible al eje toma de fuerza y a la tracción. Esto causa desaliento en el agricultor y entiendo que es una de las razones por las que vemos anuncios de venta de tractores con 4.000/6.000 horas de trabajo. La conclusión es que el agricultor medio podria sentirse atrapado ante unos gastos que le sorprenden y determina su venta, antes de su amortización.
Distribución
A mediados del siglo pasado, los fabricantes de tractores, aparte de la descripción del modelo asignado, indicaban unas cifras 10/20 - 20/40, que explicaban los CV (potencias) a la tracción y la segunda los CV motor/polea o TdF como potencia útil.
A pesar de esta meridiana claridad, cuentan que sobre los años 20 en USA, un potente agricultor, amigo de un senador, no estaba de acuerdo con una de estas potencias, protestó via judicial y, como consecuencia de esta demanda, el gobierno del Estado, en el Campus de la Universidad de Nebraska, en la capital Lincoln, construyó la primera 'estación de ensayos de potencia de tractores' oficial. Se inauguró en 1920, hoy sigue.
¿Por qué? En los catálogos solo se indicaban las potencias de motor (Gross Power o Potencia Bruta) y muy pocas ocasiones (Net Power) o se indican las potencias de acuerdo a la Norma ISO/TR 14396 Gross Power u otras, en la misma línea, adecuadas para motores 'estacionarios' imposible de conseguir, cuando el motor está instalado en un tractor. Antiguamente, durante la mitad del siglo XX eran normales las pruebas de tracción, con dinamómetros móviles; ahora, solo conozco Nebraska (USA) y la DLG alemana. Faltaría mayor difusión.
Consumidor
Sé que es difícil retomar el camino de la seriedad, integridad y buenas praxis en el mercado de tractores y máquinas agrícolas, pero entiendo que se debería volver a aquellos momentos en los que, sin duda, se impulsó la prosperidad. Desde hace un tiempo, los expertos alertan de que el mercado muestra signos de retroceso y esto es preocupante, utilizando una expresión suave. Faltaría pedagogía de valores, formación y buenas praxis.
Aunque pudiera estar equivocado.
Un técnico con experiencia empresarial
El autor de este artículo de opinión es Técnico titulado en Mecánica y diplomado en escuelas MF = 1957 a 1965 ; Stoneleig (Leamington, Inglaterra).- Ford New Holland = 1980 a 1992 = Boreham House y NH Zedelgem (Brujas, Bélgica). Con cuarenta y dos años de permanencia activa en el sector de la distribución de tractores, máquinas y aperos, para el campo español, con distintas responsabilidades, dentro del organigrama de empresa, en los departamentos de Recambios, Apoyo a Concesionarios en zona nordeste y puntualmente al resto del territorio. También cooperó en la homologación de tractores Ford y en la formación en conocimiento de producto y distribución a delegados comerciales internos de empresa y concesionarios de arados Kverneland.