AGRAGEX cumple 43 años al servicio de las empresas españolas del sector de la maquinaria, equipos y productos para la agricultura y la ganadería
El mundo de la exportación, tan lejos y tan cerca
España tiene grandes fabricantes de maquinaria agropecuaria, que gozan de un amplio reconocimiento en el exterior. Para su desarrollo internacional cuenta con el apoyo de la Asociación Española de Fabricantes-Exportadores de Maquinaria Agrícola y sus Componentes, Invernaderos, Protección de Cultivos, Sistemas de Riego, Equipamiento Ganadero, Salud y Nutrición Animal, Maquinaria Forestal, de Biomasa y de Post-cosecha (AGRAGEX), cuyo director general, Jaime Hernani, cuenta en este artículo la evolución continua y los resultados obtenidos tras muchos kilómetros recorridos por todos los rincones del planeta.
Coincidiendo con este entrañable aniversario del número 300 de TIERRAS me viene a la memoria recuerdos de cómo era AGRAGEX hace 25 años. Como enfocábamos la promoción internacional. Que cifra de negocio movíamos. Cuáles eran los mercados más importantes y cuales los objetivo. El equipo de AGRAGEX, sus empleados, sus socios.
Este año cumplimos 43 años al servicio de las empresas españolas del sector de la maquinaria, equipos y productos para la agricultura y la ganadería. 43 años que nos los hemos pasado volando, dando vueltas por el mundo, organizando actividades de promoción. Empezamos 2 personas. En 2019 llegamos a ser 10 técnicos dedicados en cuerpo y alma a ayudar a las empresas españolas a exportar sus fabricados más allá de nuestras fronteras.
¡Y todo esto sin viajar! Porque prácticamente los viajes realizados se pueden contar con los dedos de una mano. Y esta información también nos hace reflexionar sobre el trabajo de promoción y siembra de información realizada por AGRAGEX durante los últimos 25 o tal vez 40 años. Han sido tantas las actividades realizadas en tantos mercados y países distintos que algún poso debían de haber dejado que ha permitido a nuestras empresas asociadas mantener sus exportaciones en un año tan difícil. Hemos vendido más cerca, Europa, que lejos, América o Asia, pero la experiencia también debe de considerarse positiva sobre todo para momentos excepcionales.
Aunque parece que fue ayer, hace 30 años las cosas se hacían de otra manera, se veían de diferente forma. La tecnología digital no estaba tan desarrollada y la relación humana prevalecía por encima de las maquinitas. Se viajaba mucho, a veces demasiado, pero los contratos se firmaban, la economía crecía y la riqueza se repartía. Fueron años trepidantes donde aprendimos mucho. AGRAGEX creció con sus empresas y se hizo más sabio con ellas y cuando enfilábamos una segunda década del siglo XXI tranquila, llena de retos y proyectos ambiciosos, tenemos que parar en seco nuestra forma de vivir y nos esconden en nuestras casas para que el que no debe de ser nombrado no nos encuentre.
De la noche a la mañana nuestra vida cambia de manera radical y tenemos que cambiar el avión por la bici estática, la comida de trabajo por una pantalla de plasma de 24 pulgadas y el apretón de manos como compromiso de compra por una conversación digital, impersonal y llena de interferencias. Y encima nos dicen que este nuevo modelo de comunicación ha venido para quedarse. ¡Un largo tiempo!
Los exportadores no queremos este contacto de plasma y plástico, esta relación fría y distante. Necesitamos viajar, volver a estar físicamente con nuestros clientes. Buscarlos cogiendo un taxi cochambroso en carreteras llenas de baches pero que al final nos llevan a ese comprador desconocido, inalcanzable virtualmente, que se transforma con el paso del tiempo en un nuevo e importante cliente. Queremos volver a celebrar una operación comercial celebrando una cena de trabajo con nuestros clientes, sus traductores y sus tradiciones, aunque sea en una mesa redonda, con palillos o teniendo que comernos el ojo de una cabra cocida en el medio del desierto.
Nosotros lo necesitamos y nuestros clientes también. Las relaciones comerciales están basadas en los encuentros presenciales entre comprador y vendedor donde este debe trasmitir confianza para que la operación llegue a buen puerto.
¡Y si me apuran, debemos de volver a salir ya! Los marinos del aire están hartos de estar en tierra y 'algun@s' también…
No quiero terminar esta reflexión estratégica, tan de moda en estos días, sin felicitar a TIERRAS y al grupo INTEREMPRESAS por estas 300 ediciones y animarles a seguir por este camino editorial en su objetivo 1.000.
