John Deere cierra el ejercicio fiscal con un beneficio neto de 2.300 M€
Deere & Company cerró el pasado 31 de octubre el año fiscal 2020 y lo hizo con un beneficio neto de 2.751 millones de dólares (al cambio, unos 2.301 M€), es decir 8,69 dólares (7,27 €) por acción, mientras que el 2019 la cifra ascendió a 3.253 millones de dólares (10,15 dólares por acción).
Según informa la compañía, las ventas netas totales a nivel mundial descendieron un 9%, a 35.540 millones de dólares (29.732 M€), durante todo el ejercicio, mientras que las ventas netas de las operaciones de equipos fueron de 31.272 millones de dólares (26.161,22 M€), en comparación con los 34.886 millones de dólares del año fiscal anterior.
Los ingresos netos del cuarto trimestre y de todo el año 2020 se vieron afectados negativamente por las provisiones de ajuste del valor de los activos y los gastos derivados del programa de bajas voluntarias —de 211 millones de dólares y 458 millones de dólares después de impuestos, respectivamente—. Para los mismos períodos en 2019, los cargos similares fueron de 74 millones de dólares y 82 millones de dólares. Además, los ingresos netos se vieron afectados desfavorablemente por ajustes de la provisión para impuestos sobre la renta en ambos períodos de 2020 y favorablemente en ambos períodos de 2019.
El ejercicio fiscal de Deere & Company va del 1 de noviembre al 31 de octubre.
“John Deere ha anotado un año sólido a pesar de los desafíos asociados con la gestión de la pandemia”, dijo John C. May, presidente y director ejecutivo. “En este sentido, me gustaría agradecer a los miles de empleados, concesionarios y proveedores de John Deere en todo el mundo que nos han ayudado a mantener nuestras operaciones y a dar servicio a los clientes de forma segura. Gracias a su contribución, Deere ha podido completar un año exitoso y está en condiciones de seguir proporcionando soluciones diferenciadas y propuestas de mayor valor para los clientes”.
De cara al actual ejercicio fiscal, Deere & Company prevé que sus beneficios netos atribuidos oscilen entre 3.600 y 4.000 millones de dólares. (3.310-3.350 M€) y espera beneficiarse de la mejora de las condiciones de la economía agrícola y de la estabilización de los mercados de la construcción y la silvicultura. “El aumento de los precios de las cosechas y la optimización de los fundamentos están llevando a un renovado optimismo en el sector primario y mejorando la demanda de equipos agrícolas”, señala el CEO. “Al mismo tiempo, estamos deseando hacer realidad los beneficios de nuestro modelo operativo Smart Industrial, diseñado para acelerar la propuesta de soluciones que impulsen una mayor rentabilidad y sostenibilidad en las operaciones de nuestros clientes”.