Aragón reitera la tranquilidad ante la enfermedad hemorrágica epizoótica
La incidencia de la enfermedad en Aragón no alcanza el 10% en rumiantes salvajes y en granjas, los contabilizados son casos puntuales.
Fernando Laguna, director general de Calidad y Seguridad Alimentaria.
El mosquito que transmite la enfermedad llegaba desde el Norte de África a finales de 2022. El 14 de agosto de este año, se detectaba el primer positivo en EHE, en Cañete (Cuenca). Días más tarde se hallaba el primer ciervo con este diagnóstico en la reserva natural turolense. “La enfermedad afecta en mayor grado a los animales con menos defensas. La población de rumiantes, una vez pasados los síntomas, queda autovacunada contra este virus”, ha afirmado el director general de Calidad y Seguridad Alimentaria, Fernando Laguna.
La Consejería de Agricultura recuerda que los equipos de veterinarios ya estaban alertados y tanto los responsables de explotación y ADS (Agrupaciones de Defensa Sanitaria) como los de las OCA (Oficina Comarcal Agroambiental) están trabajando rápida y ejemplarmente para atajar la expansión del mosquito. “En las explotaciones de vacuno el número de animales afectados es mínimo. Hay que recordar que una vez picado el animal los síntomas pueden hacerle dejar de comer, pero pasados unos días vuelve a la normalidad. En animales sanos los efectos serán la perdida de peso”, han asegurado los expertos.
Para atajar la circulación del mosquito transmisor del EHE, se actúa desinsectando a los animales directamente a través de pipetas. La Consejería de Agricultura está estudiando la posibilidad de ayudar al sector ganadero afectado con tratamientos a través de las ADS (Agrupaciones de Defensa Sanitaria). No existe ningún tipo de restricción con relación al movimiento o consumo de productos de estos animales (carne, leche, piel, etc.), ya que la EHE no es una enfermedad que afecte al ser humano. Se reitera la calma puesto que se trata de una dolencia conocida en el sector y en la que se trabaja desde su conocimiento. De hecho, a todos los animales que se exportan fuera de los países de la comunidad europea o con los que España no tiene acuerdos previos, se les realiza un test PCR para descartarla.