La industria láctea publica un libro que analiza la producción de la leche y el queso y anima a su consumo
FENIL, organización que agrupa a las industrias lácteas españolas ha publicado el ‘Libro Blanco de los Lácteos’, una actualización del publicado en 2009, en el que diversos profesionales relacionados con la ganadería y la nutrición humana valoran la leche como producto, la complejidad de su producción y transformación, así como sus beneficios para los consumidores. El documento será distribuido a todos los profesionales relacionados con el sector. Al final de esta información se incluye un enlace para su descarga.
En la introducción se señala que la historia del consumo de la leche y los productos lácteos se remonta a la aparición de la ganadería en la historia de la humanidad. En el Mesolítico, el hombre pasó de cazar y recolectar exclusivamente a dedicarse al cultivo agrícola y a la cría de ganado. Un día descubrió el ordeño, y toda su vida se transformó. A partir de aquel momento, la leche de vaca, cabra y oveja, se consideró el alimento por excelencia, la fuente de la fortaleza y de la vida y desde entonces la leche y los productos lácteos que se obtienen a partir de ella han estado y están presentes en la mayor parte de las civilizaciones y culturas.
A lo largo del libro, además de resaltar las virtudes de los lácteos (leche, queso, nata, mantequilla...) como alimentos, se señalan también sus características, sus formas de elaboración y presentaciones comerciales, su historia y los cambios que están experimentando, especialmente con el desarrollo creciente de los llamados alimentos funcionales.
El libro se cierra con un apartado que se titula DIEZ RAZONES PARA CONSUMIR LÁCTEOS:
1. La leche es necesaria por su contenido en calcio, fósforo y proteínas. Estos nutrientes son necesarios para el crecimiento y el desarrollo normal de los huesos.
2. La leche es fuente importante de péptidos bioactivos.
3. La leche es un alimento ideal para enriquecer con vitaminas A, D, E y K, en especial con vitamina D, ya que los productos lácteos enteros tienen un bajo contenido en esta vitamina.
4. La leche, el yogur y el queso son una fuente importante de calcio, lo que contribuye al mantenimiento de huesos y dientes en condiciones normales.
5. La leche y el queso tienen un alto contenido en vitamina B12, lo que contribuye a la formación normal de glóbulos rojos en la medula ósea. Además, contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario .
6. El yogur y algunas variedades de quesos tienen bajos niveles de lactosa, por lo que estarían indicados en personas intolerantes a la lactosa.
7. En situaciones de desnutrición por baja ingesta, la nata y la mantequilla pueden aportar un extra de calorías que además contiene vitamina A. Estas contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
8. La vitamina A , contenida en los productos lácteos, cuenta con mayor presencia en aquellos con alto contenido en grasa. Esta contribuye al mantenimiento de la piel y de la visión en condiciones normales.
9. La vitamina D , presente en mayor cantidad en la nata y en la mantequilla, contribuye en la absorción y utilización normal del calcio .
10. El ácido linoleico, ácido graso insaturado presentes sobre todo en la nata y en la mantequilla, contribuye a mantener los niveles normales de colesterol en sangre.
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