A la hora de elegir de pavimento, la empresa instaladora debe valorar las características de cada uno de ellos y meditar bien la decisión

El ritmo frenético de las empresas dedicadas al sector industrial y las complejas actividades que se realizan en sus instalaciones han promovido la tecnificación de los pavimentos que se aplican en ellas. La aparición de nuevos materiales, herramientas y técnicas es la responsable de que en el mercado actual dispongamos de una gran variedad de pavimentos con características dispares que se adaptan a las necesidades de cada ámbito.

Las compañías especializadas en la aplicación de pavimentos, especialmente en el sector industrial, deben hacer un uso correcto de la materia prima y saber qué tipo de pavimento instalar en cada emplazamiento en función del tipo de actividad que allí se realice y de los materiales, productos y maquinaria que se utilicen, además de establecer un protocolo de aplicación y ejecución. En el momento de elegir un tipo de pavimento, es vital que la empresa instaladora valore las características de cada uno de ellos y tome una decisión previamente meditada. En Pavimdur, experimentada y reputada empresa barcelonesa dedicada a la aplicación de pavimentos, comentan que su equipo siempre va de la mano del fabricante en el momento de elegir el pavimento. Gracias a esto, se ha consolidado como una de las compañías que más confianza ofrece a sus clientes, pues aportan una garantía conjunta. Afirman, además, que presentar un certificado es vital para que la empresa cumpla con la normativa correspondiente.

Debido a la actividad que se realiza en estos sectores y a los materiales que se utilizan en sus instalaciones, cumplimentar la normativa legal respecto a los pavimentos que se instalan se ha convertido en un aspecto fundamental.

Desde Pavimdur, nos comentan que dos de los sectores que tienen la obligación de aplicar pavimentos especiales siguiendo una normativa especial son el alimentario y el farmacéutico, razón por la que grandes y pequeñas empresas especializadas en dicha área prestan especial atención tanto en el tipo de suelo que se instala como en la certificación posterior. Según la ley, ambos deben disponer de certificados que garanticen que cuentan con el pavimento adecuado para su actividad.

La industria alimentaria, dividida en diversas áreas como almacenaje, trabajo en cadena, procesos en seco y en húmedo y cámaras frigoríficas, debe aplicar en sus instalaciones pavimentos que sean resistentes al contraste térmico, a los impactos, a la mecánica (dependiendo del tipo de maquinaria con que se trabaje) y al desplazamiento. Los suelos, además, tienen que mantener el lugar en unas óptimas condiciones de higiene para mantener la salubridad, por lo que es imprescindible que sean capaces de soportar la aplicación constante de productos de limpieza y desinfección agresivos. Es obligación de la empresa disponer del certificado alimentario que indique que los pavimentos de sus instalaciones cumplen con la normativa adecuada.

Lo mismo ocurre con los pavimentos de la industria farmacéutica. La superficie que se utilice debe poseer unas características de salubridad adecuadas para no retener residuos que puedan contaminar los productos, y ser fácil de limpiar incluso con productos de gran potencia. En Pavimdur comentan que los pavimentos multicapa antideslizantes son una muy buena opción para este sector, ya que aportan resistencia química y mecánica, permeabilidad, limpieza y una acabado antideslizante que previene accidentes laborales, aunque los pavimentos con resina epoxi también cumplen con las expectativas demandadas y son muy recurridos.

Sanidad es el ministerio encargado de revisar y dar la homologación a los suelos industriales de la industria farmacéutica, lo que acentúa la importancia de recurrir a empresas que garanticen la calidad de los pavimentos que instalan y que presenten el certificado sanitario correspondiente una vez se ha terminado el trabajo.

Desde Pavimdur recalcan que los pavimentos adquieren una gran importancia en el sector alimentario y en el farmacéutico, y que es responsabilidad de cada empresa disponer del certificado correspondiente que garantice que cumple con la normativa actual al respecto, así como de la compañía instaladora entregarlo.