Anzeve, proveedor en la demolición del Windsor

Anzeve ha participado, aunque no de forma directa, en los trabajos de demolición del edificio Windsor en Madrid gracias a su condición de empresa distribuidora de los robots de demolición Brokk.

Situado en la avenida de Raimundo Fernández Villaverde número 65, el edificio Windsor tenía 98 m de altura y contaba con 28 plantas sobre rasante, además de las plantas técnicas y cinco sótanos. La estructura del inmueble era de hormigón armado, excepto los pórticos perimetrales compuestos por una estructura metálica, a la vez que la estructura en planta estaba formada por un núcleo de ascensores y escaleras, conformado por grandes pantallas de hormigón que conferían estabilidad transversal al edificio.

Tras el incendio que arrasó por completo el edificio se hizo necesaria su demolición, para lo que se contrató a la empresa "Ortiz Construcciones y Proyectos, S.A.”, en virtud de su carácter de adjudicataria de la zona noroeste, del contrato de obras de apeos, reparaciones, consolidaciones y reparaciones del Ayuntamiento de Madrid.

En la elección del sistema de demolición se primó la seguridad de los trabajadores y del entorno y fue estructurada en etapas para permitir el empleo de técnicas alternativas. Así, se decidió desmontar por el orden lógico de la degradación existente, de elementos de menos a más seguros, es decir, de fachada a núcleo de escaleras. Se comenzó pues por el despiece de los forjados, delimitando elementos de superficie variable y, una vez eliminado el tramo de forjado, se procedió a eliminar las vigas mixtas y pilares en orden de fuera a dentro, dejando para el final el núcleo central como elemento más sólido seguro del conjunto estructural.

Los trabajos de demolición, iniciados el 25 de febrero de 2005, contaron con un proceso muy determinado:

- Desmontaje de grúas exteriores.

- Desmontaje de la grúa-torre situada sobre el edificio, operando con tres grúas exteriores y utilizando sopletes y lanzas térmicas.

- Desmontaje de elementos y restos de estructura que permanecían inestables rebasando el exterior de las fachadas, accediendo desde dos de las grúas exteriores mediante cabina-jaula.

- Inicio de la demolición propiamente dicha mediante el auxilio de 4 grúas exteriores e interviniendo desde dos cabinas-jaula de operarios.

- El proceso se ha realizado siguiendo el orden de la degradación estructural existente, de elementos de menos a más seguros, es decir, de fachada a núcleo de escaleras, comenzando por el despiece de forjados y prosiguiendo por la eliminación de las vigas mixtas y pilares en orden de fuera a dentro hasta llegar al núcleo central.

- Este sistema se mantuvo hasta la segunda planta técnica, previa retirada selectiva de los escombros y restos de los forjados superiores acumulados en dicha planta. A partir de ella, se ha seguido el mismo proceso de demolición, hasta que la altura permitió acometer el reto de la misma, mediante máquinas específicas.

Para dichos trabajos, la empresa contó con infinidad de máquinas de demolición, reciclaje y corte, además de grúas de gran tonelaje, pulpos, grupos hidráulicos, equipos demoledores secundarios, cizallas, focos de iluminación, retroexcavadoras, equipos de oxicorte, etc., y las cinco unidades de máquinas demoledoras Brokk, modelos 90, 180 y 330 con cazo cargador, cizalla y martillo neumático como implementos, comercializadas por Anzeve.