Los nuevos envases sostenibles se utilizan tanto en los productos cosméticos tradicionales como en los naturales

Crema de manos en un tubo de compuesto de papel de Stora Enso, recubierto con una barrera EVOH que hasta ahora únicamente se utilizaba en los cartones para bebidas. Imagen: Kneipp.

El tubo Picea con una proporción de madera de abeto fue distinguido con el galardón 'Tubo del año 2022' en el concurso organizado por la European Tube Manufactures Association (etma). Imagen: etma.

Los jabones y champús sólidos y los polvos cosméticos naturales que pueden mezclarse fácilmente en casa con agua y convertirse en geles y productos capilares están de moda y permiten ahorrar en el envasado. Pero también tienen un buen recibimiento entre los consumidores los productos líquidos en frascos reciclados o las bolsas de monomaterial con productos para rellenar. En esta tendencia hacia la sostenibilidad encaja también un tubo de la empresa expositora en la interpack Hoffmann Neopac que está compuesto en más de un 95% con materiales renovables. De ellos, el 10% procede de madera de abeto. Como consecuencia de ese contenido de madera, la superficie del llamado tubo Picea tiene un tacto rugoso. En cuanto a la función de barrera, la decoración, la idoneidad para el uso alimentario y la reciclabilidad, ofrece las mismas propiedades cualitativas que los tubos de PE tradicionales. La madera de abeto procesada proviene de bosques certificados de la UE, mientras que las fibras de madera se obtienen a partir de restos de serrín de aserraderos alemanes.

Usar y tirar: esa suele ser la suerte de la mayoría de los envases utilizados en la cosmética y el cuidado corporal. Algunos fabricantes luchan contra este modelo con los sistemas de rellenado. Como alternativa a los envases desechables, permiten ahorrar en material de envasado y en costes de transporte y logística. Estos sistemas de rellenado están ya muy extendidos en muchos países. En Japón, por ejemplo, hace ya mucho tiempo que es habitual comprar jabón líquido, champú y productos de limpieza en finas bolsas de lámina que se usan para rellenar el dispensador de casa; o utilizar el envase del relleno directamente como envase primario gracias a una sujeción especial.

Pero el concepto refill no se limita únicamente a las bolsas de rellenado reciclables. Las droguerías y supermercados ya están probando estaciones de llenado para ver la respuesta de sus clientes a la posibilidad de rellenar ellos mismos los recipientes con productos de cuidado corporal, de limpieza, de lavado o detergentes. Los clientes pueden traer los recipientes de casa o comprarlos en el establecimiento. También hay planes para implantar un sistema pionero de envases de cosmética retornables. Funcionaría mediante la colaboración entre los fabricantes de envases y marcas y las empresas de gestión de residuos: unos se encargarían de recoger los envases de cosmética usados, otros de reciclarlos; y los últimos, finalmente, de transformar el producto reciclado en nuevos envases.

La instalación de llenado Robomat, combinada con una máquina taponadora, coloca automáticamente los más diversos tipos de cierres en los frascos de cosméticos llenados previamente. Imagen: Rationator.

Para Marchesini Group, el creciente sector de la cosmética supone una proporción cada vez mayor de su facturación. Actualmente, las máquinas de la división Beauty del grupo son capaces de cubrir todo el ciclo de producción de un producto cosmético. Además, los nuevos modelos permiten envasar los productos cosméticos con materiales respetuosos con el medio ambiente, gracias, por ejemplo, a las máquinas para el empaquetado de productos en bandejas de cartón, a las máquinas de termoconformado y de envasado en blísteres para la fabricación de blísteres y bandejas de PLA o rPET o a las líneas de stickpack que utilizan monomateriales plásticos 100% reciclables.

Una nueva máquina de llenado de tubos se encarga del llenado automático y del cierre de los tubos de plástico, laminados y de aluminio. Imagen: Marchesini Group.

Ante la demanda de flexibilidad, Schubert Cosmetics ha desarrollado recientemente una instalación de embotellado monoblock capaz de cubrir una gran variedad de formatos. El catálogo de productos en cuestión incluye actualmente once medios de llenado distintos con muy diferentes viscosidades, con los que se pueden llenar cinco formatos de frascos de plástico y dos de vidrio. A su vez, cada formato puede incluir hasta tres componentes distintos, como frasco, bomba y tapa a presión. Con la nueva instalación, todo el proceso de llenado y envasado se integra de forma compacta en una única línea. En pasos consecutivos, los frascos de plástico y vidrio se limpian, se llenan con precisión, se cierran y se embalan en cajas plegables pegadas previamente con carga lateral automática. Los estrictos requisitos para garantizar que los productos y envases estén completos e íntegros se cumplen gracias a varios sistemas de cámaras que revisan los productos en distintos puntos del proceso y, si es necesario, los expulsan sin interrumpir el proceso de envasado en marcha.

Una nueva instalación de embotellado monoblock de Schubert Cosmetics cubre una gran variedad de formatos. Imagen: Gerhard Schubert GmbH.

La clave para poder cambiar de formato de forma especialmente fácil y con un coste atractivo es la plataforma Schubert de impresión en 3D 'Partbox', que permite a los fabricantes de cosméticos crear sus propios repuestos o piezas de formato. Con escasas excepciones, de esta forma pueden fabricarse con posterioridad piezas de recambio completas. Entre ellas, las bandejas de los recipientes o las pinzas para las pipetas, por ejemplo.

Prácticamente todas las piezas de recambio provienen de la impresora 3D; por ejemplo, las bandejas para el transporte de los frascos de cosméticos. Imagen: Gerhard Schubert GmbH.

Los envases de cosméticos pueden ser muy, muy pequeños. Las barras de cuidado labial, por ejemplo, no ofrecen mucho espacio, pero igualmente deben identificarse. Conseguir la orientación óptima en la manipulación de estos productos tan pequeños durante el proceso de identificación puede convertirse en un desafío. Por eso, la empresa de marcado Bluhm Systeme ha desarrollado una instalación especial para el etiquetado y la identificación de los productos cosméticos más pequeños. El nuevo sistema de etiquetado Geset 700 consta de un dispensador de etiquetas, un marcador láser y la tecnología de transporte correspondiente. La instalación procesa hasta 150 productos cosméticos cilíndricos por minuto para dotarlos de etiquetas preimpresas e identificar cada lote particular. En la nueva instalación se transportan de forma fiable los pequeños productos cilíndricos a lo largo de todo el proceso de identificación: una cinta con vibración transporta las barras en vertical hasta un volteador de producto, que las gira 90 grados con la ayuda de un tornillo sinfín. En posición horizontal, los productos pasan por los llamados rodillos prismáticos, que los transportan por la instalación a distancias definidas. Para garantizar la rastreabilidad, las barras de cuidado labial deben incluir información del lote individual. Antes de la expedición, un marcador láser se encarga de incluir estos datos en las etiquetas. Como medida de seguridad, una cámara verifica inmediatamente después la información impresa.

El nuevo sistema de etiquetado Geset 700 identifica los productos cosméticos más pequeños. Imagen: Bluhm Systeme.

Quienes visiten la feria líder mundial para la industria del Processing & Packaging en Düsseldorf podrán conocer de primera mano todo lo que se mueve actualmente en la cosmética y de qué soluciones sostenibles y de futuro dispone el sector. Del 4 al 10 de mayo de 2023, las empresas que exponen en los pabellones 15, 16 y 17 de Interpack mostrarán los últimos avances en torno al llenado y envasado de productos cosméticos, de cuidado corporal y de limpieza. Encontrará más información sobre la interpack en www.interpack.com