Se pone en marcha el registro de operadores de la nueva IGP Queso Castellano
El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) ha publicado la aprobación del reglamento del órgano de gestión de la Indicación Geográfica Protegida Queso Castellano. Una vez registrada la nueva figura de calidad por la Comisión Europea, la asociación IGP Queso Castellano solicitó el pasado mes de junio su reconocimiento como órgano de gestión.
En la citada Orden se regula el procedimiento para la incorporación de los operadores al régimen de calidad, el funcionamiento del Órgano de Gestión y se establece el régimen de control a que deben estar sometidos los operadores que quieran etiquetar queso amparado por la Indicación Geográfica Protegida.
El Órgano de Gestión tendrá a su cargo la representación, defensa, garantía, investigación, desarrollo y promoción del producto amparado por la Indicación Geográfica Protegida Queso Castellano y para su cumplimiento tendrá, entre otras funciones, la de colaborar con la autoridad competente gestionando el correspondiente registro de la Indicación Geográfica Protegida Queso Castellano donde se inscribirán los operadores agroalimentarios y sus medios e instalaciones.
El etiquetado para la comercialización del producto amparado con la Indicación Geográfica Protegida ‘Queso Castellano’ se podrá realizar siempre que previamente el operador acredite el cumplimiento de lo establecido en el Pliego de Condiciones mediante el certificado emitido por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León. A partir de ahora, el producto protegido se expedirá provisto de una contraetiqueta numerada con la mención Indicación Geográfica Protegida Queso Castellano acompañada del símbolo de la Unión Europea y el logotipo de la denominación.
El Queso Castellano es un producto de coagulación enzimática de prensado intenso que da lugar a una pasta cerrada y compacta sin ojos o con pequeñas oquedades y de una larga vida útil. Presenta un sabor desarrollado e intenso, pero más ácido en boca que otros quesos similares debido a su mayor humedad y un valor ligeramente menor de pH, fruto de las etapas de prensado y maduración del proceso tradicional de fabricación. Está elaborado con leche cruda o pasteurizada de oveja procedente de explotaciones ubicadas en Castilla y León y con una maduración mínima de treinta días para quesos con peso igual o inferior a 1,5 kg y de sesenta días para el resto de formatos. Podrá presentarse para su comercialización entero, en porciones, loncheado y rallado, siempre y cuando se encuentre perfectamente envasado y etiquetado permitiendo de manera inequívoca conocer su procedencia.