Entrevista a Ana Fernández Ros y Silvia Anía Bartolomé, del Departamento de Autovacunas de Exopol
Ana Fernández Ros, DVM PhD. Responsable del Departamento de Autovacunas Exopol S.L.; y Silvia Anía Bartolomé, DVM PhD. Técnico I+D Departamento de Autovacunas Exopol. S.L.
¿En qué consiste el pedero en ganado ovino? ¿Es un problema sanitario en el que influyen un número significativo de patógenos?
El pedero es una enfermedad infecciosa muy contagiosa que afecta al ganado ovino y caprino y en menor medida al vacuno y a los rumiantes silvestres, produciendo en estos últimos un proceso mucho más leve. El agente primario es el Dichelobacter nodosus bacteria Gram negativa y anaerobia estricta que se considera el causante principal de la patología. Se ha relacionado durante mucho tiempo con la acción sinérgica de Fusobacterium necrophorum, pero en los últimos años se ha demostrado que este germen actúa como oportunista y que contribuye en gravedad y duración del proceso, pero su papel en la instauración y desarrollo del pedero no está del todo claro. Otros agentes que pueden complicar la evolución de esta patología son Bacteroides fragilis, Prevotella spp. o Porphyromonas spp, aunque su papel todavía está por definir.
¿Qué consecuencias en la producción tiene esta patología? ¿Cómo se traduce en la rentabilidad económica de una explotación?
¿Es un problema sanitario que ha sido ‘menospreciado’ en las granjas españolas de ovino? ¿Puede pasar desapercibido?
El problema en las granjas ha sido el mal o tardío diagnóstico de esta patología y la aparición de los problemas crónicos en una explotación. Si se ataca el proceso en sus etapas más iniciales, ya sea mediante tratamientos o profilaxis, puede llegar a controlarse la enfermedad. El problema grave surge cuando los animales aparecen muy cojos y el proceso no va a mejorar. En estas situaciones eliminar la infección de la explotación va a ser muy difícil, ya que los animales más crónicos van a actuar como reservorios de la enfermedad. En las etapas más iniciales, el pedero puede incluso confundirse con una dermatitis interdigital producida por F. necrophorum que no va a presentar gravedad. En procesos más avanzados y cojeras graves es necesario realizar un diagnóstico diferencial con otras patologías como la dermatitis digital ovina (CODD) provocada por filogrupos patógenos de género Treponema.
¿Hay diferencias significativas de prevalencia entre las explotaciones intensivas y extensivas? ¿En qué sentido?
Las explotaciones intensivas tanto de carne como de leche y en animales de cualquier edad están más predispuestas a la infección por D. nodosus que las explotaciones extensivas, aunque un foco importante de infección también pueden ser los pastos comunes con animales enfermos. Los factores predisponentes son la humedad y las temperaturas suaves, por lo tanto, las explotaciones de intensivo con gran número de animales y la presencia de heces y suciedad pueden facilitar la entrada de gérmenes o agravar procesos ya instaurados.
¿Qué aspectos deben tener en cuenta los ganaderos para prevenir los problemas de pedero en sus explotaciones? ¿A qué deben prestar especial atención?
La presencia de cojeras en sus estadios más iniciales no debe pasar desapercibida, ya que solo con un diagnóstico precoz vamos a poder diferenciar una dermatitis interdigital leve o escaldadura provocada por F. necrophorum de un proceso que puede llegar a ser mucho más grave como es el pedero o el CODD. Solo entonces podremos establecer tratamientos adecuados y dirigidos a cada uno de estos procesos.
¿Cómo debe realizarse el tratamiento?
En este sentido, ¿qué importancia tiene el diagnóstico diferencial? ¿Qué papel juega el laboratorio en ese diagnóstico?
El diagnóstico diferencial es fundamental para atajar este proceso patológico y así conocer de primera mano los patógenos implicados en el proceso. Por ello conocer, qué agente o agentes tenemos en nuestra granja nos ayudará a instaurar tratamientos y programas vacunales adaptados a nuestras explotaciones.