Documentos exclusivos de los veterinarios y responsabilidades del ejercicio profesional
La sesión titulada ‘Documentos exclusivos de los veterinarios y responsabilidades del ejercicio profesional, que se celebró en el pasado I Congreso Nacional de la Profesión Veterinaria, estuvo moderada por Héctor Palatsi, consejero del Consejo General de Colegios Veterinarios de España.
Inconvenientes de la cumplimentación de los documentos veterinarios y sus condiciones
Luis Colmenar Astudillo, presidente del Colegio de Veterinarios de Cuenca, experto en rumiantes, analizó los inconvenientes que encuentra el veterinario al cumplimentar documentos veterinarios. Definió como obligaciones “la emisión y recepción de certificados para la circulación, intercambio, exportación e importación de animales y sus productos para uso o consumo humano, facilitando así la transparencia de las transaciones comerciales y la protección del consumidor”. Y especificó que una garantía de calidad se consigue con un buen juicio profesional, independencia, integridad, objetividad y conocimiento de la legislación veterinaria. Luis Colmenar repasó la tipología de los documentos:
- Declaración veterinaria responsable (DVR). Necesitan conocimiento técnico y científico de la normativa, no existen protocolos de actuación y tienen un criterio de independencia e imparcialidad. El veterinario de explotación la figura clave para los DVR, debe establecerse una relación confianza entre este profesional y la Administración.
- Receta Veterinaria. El veterinario es el único profesional sanitario que puede hacer una receta veterinaria. Es necesario un uso prudente de medicamentos y el veterinario tiene que estar familiarizado con el historial del rebaño. El veterinario debe de hacer una exploración-diagnóstico y mediante un protocolo determinar la prescripción y después vigilar sus consecuencias en el ganado. Y lo peor que puede ocurrir es que los clientes determinen el tratamiento y el veterinario lo firme, porque es un gran problema de responsabilidad.
Problemática contractual y la dependencia de la administración
Experto en porcino y avicultura y vocal del Colegio de Veterinarios de Murcia, Francisco Gomariz analizó los problemas contractuales del veterinario y la problemática de su la dependencia de la Administración. Comenzó enumerando las distintas tipologías profesionales del veterinario: de explotación, de integradora, de cooperativa o sindicato ganadero, de empresa de servicio o de comerciales zoosanitarias o laboratorios. También hizo una clasificación de los veterinarios en la Administración: dependientes de la UE, del Estado, de las Autonomías o de empresas dependientes de la administración como Tragsa.
Gomariz se detuvo especialmente en la problemática del veterinario de explotación que, en su opinión, vive tres conflictos: es un trabajador que tiene un solo pagador que es el propietario de los animales; se ve en la obligación de defender los intereses de la empresa que le paga; tiene familia e hipoteca.
Según Gomariz a este trabajador/veterinario la empresa lo ve como un trabajador, con unos conocimientos de veterinaria que sirven para que la empresa sea rentable y la administración como un veterinario, con conocimientos que sirven para trasmitir una seguridad frente a terceros, y que genera unos impuestos.
A continuación Gomariz analizó el papel del veterinario en la expedición de los DVR para hacerse una pregunta: ¿Somos independientes a la hora de tramitar documentación que afecta a terceros? Y constató que el veterinario de explotación depende económicamente del empresario. Para finalizar realizó una reflexión sobre cómo debería ser el futuro de los veterinarios de explotación: “La creación de veterinarios independientes para la certificación de los actos frente a terceros y demás documentación y que no se utilice a los veterinarios de explotación para cubrir las deficiencias de personal de la administración”.
Responsabilidad penal, civil, administrativa y disciplinaria
Juan José Jiménez Alonso, director jurídico del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, analizó los cuatro tipos de responsabilidades en los que puede incurrir el veterinario en su ejercicio profesional y que tienen diferentes sanciones:
- Penal. Es requisito imprescindible el dolo (intencionalidad) o imprudencia grave. El delito más habitual es la falsedad documental. Se castiga con penas contenidas en el Código Penal: prisión, multa, inhabilitación...
- Civil. Normalmente la responsabilidad civil se exige siempre a veterinarios empresarios, aunque luego el empresario reclame contra el empleado veterinario responsable. Se incurre en responsabilidad civil por actuaciones culposas o negligentes (no intencionadas) como, por ejemplo, los errores profesionales. Se suele solventar con indemnización de daños y perjuicios.
- Administrativa. Se trata de actuaciones intencionadas sin repercusión penal, como la infracción de normas administrativas. Pueden ser infracciones leves o graves, con sanciones desde apercibimiento a multa de 60.000 euros.
- Disciplinaria. Actuaciones intencionadas sin repercusión penal consistentes en infracciones de la normativa estatutaria de la Organización Colegial y su Código Deontológico. El alcance de las sanciones es el apercibimiento privado, público, suspensión en el ejercicio profesional desde 1 día a 3 años y expulsión. La sanción de suspensión en el ejercicio profesional es de aplicación en todo el territorio del Estado.
