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Optimización de la gestión reproductiva en ovino de leche: sistema 5.10

Redacción oviespana.com12/04/2019
OPTIMIZACIÓN DE LA GESTIÓN REPRODUCTIVA EN OVINO DE LECHE: SISTEMA 5.10

TERCERA SESIÓN / Ponencia. Patrocina ALLTECH.

GIOVANNA GONZÁLEZ. Veterinaria de Alltech Spain.

En esta ponencia se va a explicar la experiencia de un ganadero que buscaba hacer algo distinto en la gestión reproductiva del rebaño.

SISTEMA ANTIGUO

La explotación se encuentra ubicada en la provincia de León, en concreto en Santibáñez del Porma. Su nombre es El Villar. Es una ganadería con 1.500 cabezas, incluidos reposición y machos. Está integrado en el núcleo de selección de Assafe. También tiene un sistema de identificación y medición electrónica en sala de ordeño, que es reciente en la explotación. A partir de la implementación de este tipo de sistemas de monitorización, se plantea un cambio en el manejo y en la estructura de la producción. Este ganadero comienza a tener inquietudes por hacer cosas distintas. Insemina aproximadamente al 50% de las cubriciones de su explotación. Tiene lactancia artificial. Antes del cambio de sistema, hacía cinco parideras al año, que es un sistema tradicional. Tiene un periodo de secado de 45 días, con lo que tiene periodos improductivos bastante cortos. Si se hace un secado de 60 días, como no todos los animales van a la vez, podemos encontrar periodos improductivos de unos 80 días. Además, con la nueva implantación del sistema, no es que los 45 días sean exactos, pero sí que van bastante ajustados. En el sistema que usaba con anterioridad, la paridera le duraba 40 días y tenía parideras incluso de 700 animales, porque el rebaño se decantaba hacia la cubrición en época favorable. Alimenta con carro unifeed y en la explotación hay cuatro trabajadores a tiempo completo más el propietario de la explotación, que hace labores de agricultura, gestión y coordinación, además de trabajar en la explotación cuando es necesario.

Los trabajadores que tiene esta explotación llevan ya bastante tiempo. El coordinador de este equipo es una persona de origen extranjero que lleva trabajando en la explotación desde hace ocho años. Está bastante integrado, así como el resto del equipo. Además, son personas que están integradas en la vida social del entorno y se encontraban con unas circunstancias de épocas con muchísima intensidad de trabajo y épocas de muy poca intensidad. Los trabajadores necesitaban conciliar su vida personal, igual que el propietario de la explotación. Necesitaban saber de una forma más o menos regular el horario de trabajo que iban a tener, la intensidad, los descansos que iban a tener, y también los periodos vacacionales de una forma estructurada, como ocurre en una empresa de cualquier otro ámbito. Este hecho es complicado de ajustar con un sector como el de la producción de leche, que tiene unos horarios bastante difíciles, sobre todo debido al ordeño.

En el estudio inicial para gestionar los recursos humanos que se tenían en la explotación, se comprobó que se tenían entre 446 y 1.000 ovejas en ordeño, en función de las épocas del año, se tenían que preparar cuatro carros unifeed al día lo que llevaba dos horas al día, se tenía que hacer la limpieza de las camas y la retirada de estiércol. Respecto a los días de paridera, se tenían cinco parideras con una duración media de 30 días cada una, lo que se convertía en 150 días de trabajo, que no estaba optimizado porque los partos estaban distribuidos a lo largo de 30 días. Era un trabajo intenso, pero hay que tener en cuenta que coger un cordero y llevarlo en un carro a la sala de lactancia artificial cuesta el mismo trabajo que llevar en ese carro diez corderos. Eran 150 días de trabajo que se podían optimizar. Respecto al trabajo en la nodriza, también había 150 días de trabajo, porque en todos esos días entraban corderos nuevos para el aprendizaje. La entrada de corderos nuevos en una nodriza es lo que más tiempo consume. Además, la entrada de corderos de una forma escalonada hace más dificultoso el aprendizaje por imitación de unos corderos con otros, sobre todo al final de las parideras, cuando ya hay pocos corderos que puedan imitar a sus homólogos de la semana anterior. La última parte del trabajo son actuaciones especiales como vacunaciones, ecografías, inseminaciones...

ESTUDIO DE UN NUEVO SISTEMA

El objetivo era organizar los trabajos en la explotación e intentar reducir al máximo posible los periodos improductivos. El ganadero planteó la posibilidad de hacer parideras cortas, con cubriciones a un único celo, con un sistema semejante al que se puede utilizar en reproducción de vacuno. La idea es que los ciclos fueran más rápidos. La respuesta es que se pueden hacer parideras cortas y también las cubriciones a un único celo con sincronización, aunque en este caso con un número suficiente de machos para poder hacerlo. También hay que tener en cuenta que no se saben los índices de fertilidad que se van a obtener en cada una de las épocas del año y en cada uno de los lotes de las ovejas.

El sistema tradicional consiste en que hay una cubrición, se hacen ecografías a los 35 días y se hace una sincronización con esponjas a las ovejas que están vacías en un periodo de 12-14 días. Por lo tanto, se trata de un sistema con un ciclo de 49 días. Queríamos reducir ese intervalo. Para ello, se estudió el ciclo reproductivo de la oveja, se decide obviar la estacionalidad y se intenta determinar el número de ciclos anuales que se puede dar a cada una de las ovejas sin perder ninguna ocasión de cubrición. A partir de ahí, se determinaba el número de cubriciones anuales que se iban a tener en la explotación.

Los limitantes que nos encontramos son los 35 días de diagnóstico de gestación y los 12-14 días de sincronización.

Así, en primer lugar estudiamos el tiempo mínimo de detección de la gestación. La fecundación se realiza en las trompas de Falopio y el blastocito circula por esa zona durante aproximadamente cuatro días, luego cae al cuerpo del útero, tiene lugar la fecundación, y posteriormente llega la implantación. Finalmente, determinamos que la implantación tiene lugar entre los días 13 y 16, momento a partir del que podemos empezar a plantearnos cuándo se pueden hacer las ecografías de una manera eficiente y de la forma más temprana posible. Disponíamos de un ecógrafo normal de mercado de veterinario de explotación de ovino, con una sonda convexa de 3,5 a 5 megahertzios. Se trata de un ecógrafo que cuesta en el mercado unos 3.000 euros. Con este aparato comenzaron a hacerse pruebas.

En noviembre de 2016, se aprovecharon los lotes de inseminación para hacer ecografías a partir del día 14, en el que no había ninguna preñada. Al final, este lote tuvo una fertilidad total del 63,5% con ovejas adultas inseminadas en intrauterina. Se calculó la eficiencia, es decir, los animales de los que estaban preñados a los 40 días resultaban positivos en diagnósticos tempranos de gestación. En el día 17 tenía lugar la implantación y se encontró 1 animal preñado, que es un 2,5%. A los 20 días, la eficiencia era del 65%. A los 22 días, crecía al 77%. A los 24 días ya era del 90%.

Se repitió la experiencia con otro lote de ovejas inseminadas por vía cervical. Se comenzó a partir del día 20 con una eficiencia del 64%. Subió al 81% a los 22 días, fue del 95% a los 26 días y el 100% a los 29 días.

Por lo tanto, se valoró reducir los días de diagnóstico de gestación entre 22 y 26 días. A los 22 días se obtenía un 81%, mientras que a los 26 días fue un 95%. Al final, ese trabajo en el día a día se reduce, porque en una prueba la intensidad de la búsqueda y el tiempo que se dedica a cada una de las ecografías es mayor que cuando se implanta el sistema en un trabajo habitual de granja. Por lo tanto, la eficiencia de los 22 días podía bajar del 81% al 75%, mientras que a los 26 días podía bajar del 95% al 90%. El diagnóstico de 26 días permitía hacer una organización semanal, por lo que cada cinco semanas se repetía de forma continua durante todo el año todas las operaciones en granja. De esta forma, se podía aplicar un calendario y tener actividades todos los miércoles, que es el día que se planteó. Con el diagnóstico de 22 días, se van comiendo días a la semana e iría cambiando de día de semana. Con 22 días se pueden obtener 12 ciclos continuos sin pérdidas, mientras que el de 25-26 días se obtienen 10,5 ciclos, que es el que finalmente escogimos.

Una vez resuelta la reducción del tiempo de diagnóstico de gestación con 25 días, consideramos que posteriormente había que esperar 12-14 días de puesta de esponja. Se estudió cómo conseguir el tiempo mínimo de inducción. Fue más sencillo porque ya estaban en marcha los protocolos cortos de sincronización de celos. La duración del ciclo de una oveja son 17 días, lo que supondría 21 ciclos al año, pero es un animal poliestrico estacional, que se cubre más fácilmente en una época del año, y algunos ciclos son más largos que otros. Pero básicamente una oveja tiene un ciclo de 17 días en fase de gestación. Tiene 14 días de fase luteal y 3-4 días de fase folicular, que es el periodo en el que tiene lugar la ovulación y los celos. Durante la fase luteal, el cuerpo lúteo joven de menos de cinco días no responde a las prostaglandinas. Además, cada cinco días hay unas ondas de ovulación que provocan un crecimiento de los folículos, hasta el momento en el que el cuerpo lúteo, que va evolucionando de joven a maduro y posteriormente a viejo, deja que el ovario siga su ciclo y salgan en celo las ovejas. Este es el ciclo de forma natural. Si se inyecta una prostaglandina el día 7, pero nunca antes de los cinco días porque los cuerpos lúteos jóvenes no son reactivos a la prostaglandina, se puede conseguir reducir ese ciclo a los 7 días, en los que se retira la esponja y se aplica la inyección de prostaglandina. Por lo tanto, se reduce el ciclo de 14 a 7 días.

Así, entre la reducción en el periodo de diagnóstico y en el ciclo corto de sincronización, se han pasado de los 49 días anteriores a 32 días. De esta forma, pusimos en marcha un nuevo protocolo. Sin embargo, se tenía la incógnita de los resultados que podía dar este nuevo sistema. Este sistema permitía tener once ciclos anuales, pero se decidió dejar en diez ciclos, porque no interesaba tener partos durante la época navideña. Este sistema permite ofrecer estar variaciones, ya que las ovejas tienen oportunidades suficientes de quedarse cubiertas.

El sistema que se diseña es ecografía a los 25-26 días, 7 días de sincronización y 2 días de cubrición. Por lo tanto, se realiza la cubrición y en el mismo acto de la ecografía, si el animal no es positivo con la eficiencia antes referida del 90%, se la coloca la esponja vaginal. A los siete días se repite otra vez la ecografía y a los animales que siguen siendo negativos, se les retira la esponja y no se inyecta eCG y prostaglandina. En el caso de los animales que son positivos, sí que se les inyecta.

De esta forma, se consigue un calendario secuenciado a lo largo de las 52 semanas del año, para trabajar de cinco en cinco. Además, en este calendario los trabajos que hay dentro de la explotación no se solapan. Un miércoles se hacen las ecografías a 25 días, el miércoles siguiente a 32 días, se meten los machos los jueves, salen el sábado... Y la paridera del mes anterior comienza a la semana siguiente de la última ecografía. Por lo tanto, en la semana que se hacen ecografías, el único trabajo que hay es el reproductivo. A la semana siguiente, comienzan los partos. La paridera dura una semana, aunque la cubrición se haga en el mismo día, porque los animales que traen dos o tres corderos se adelantan y algunos se retrasan. Sin embargo, el 70% del volumen se concentra en tres días de paridera. Esa misma semana de paridera son los mismos días de aprendizaje en nodriza. Una vez que entran los corderos en la nodriza y se les enseña, el proceso de aprendizaje va mucho más rápido. Cuando pasan los siete días de paridera, si los corderos saben mamar, a la nodriza sólo hay que entrar a vigilar dos veces al día y a limpiar. No hay que estar continuamente enseñando a animales.

Con este nuevo sistema, se han conseguido tener 900 animales en ordeño de forma constante, ya que se tienen cubriciones y parideras cada cinco semanas, con una eficiencia de la máquina de ordeño de 313 litros a la hora. Se han organizado los horarios de ordeño con los cuatro trabajadores de la explotación. Hay dos personas ordeñando y otra persona que hace labores de encamado en la explotación. Mediante ‘walkie talkies’, se avisan para el cambio de lotes, porque este sistema requiere de espacio y de tener a los animales separados por lotes. La preparación del carro de alimentación sigue llevando dos horas y la limpieza de camas continúa igual que antes. Sin embargo, hay una semana de paridera diez veces al año, por lo que son 70 días de paridera, frente a los 150 días de paridera que tenía anteriormente la explotación. Y las horas de nodriza son siete días de aprendizaje por diez parideras, frente a los 150 del día anterior. El trabajo que se ha incrementado son los manejos especiales, como el manejo reproductivo con la realización de ecografías y la puesta y retirada de esponjas, que se realiza en dos ocasiones durante cinco semanas.

RESULTADOS

Una de las características de este sistema es hacer cubriciones a un único salto, ya que no se dejan repeticiones de los animales a celo natural. Todos los celos van a ser sincronizados. Se distribuyó a los animales por lotes. Los de leche, son de alta producción, media producción y baja producción. Los lotes estaban separados. Los lotes de alta entraban por primera vez a cubrición y tenían un 65% de media de fertilidad a una sola cubrición. El lote de ovejas, de media o baja producción, en el que ya hay animales que no quedaron cubiertos en el 65% anterior y que han cambiado de lote porque bajaron de producción y no quedaron preñadas en la primera o segunda oportunidad, tiene una fertilidad media del 54%. Finalmente, el lote de secas y vacías con animales que han repetido en varias ocasiones, tiene una fertilidad media del 33%.

Por lo tanto, en un ejemplo de 100 ovejas, en la primera cubrición quedan preñadas 65, en la segunda son 19 y en la tercera 8. Por lo tanto, el 93% de las ovejas de un lote están cubiertas en tres intentos, que son 105 días. Por lo tanto, no se pierde fertilidad global a lo largo del tiempo. En sistemas de cinco parideras, con varias oportunidades de cubrición, se puede llegar a un 85% o 88% de fertilidad, pero con cubriciones de mes y medio. De esta forma, se dispersan las cubriciones.

Este sistema se ha hecho en base a que las fertilidades fueran buenas, porque es un aspecto fundamental. Si en este sistema, la fertilidad no es buena, el sistema entero se cae. Se ha cuidado mucho desde la parte de la alimentación y todo lo que tiene que ver con reproducción y la utilización de minerales orgánicos, para amortiguar las posibles afecciones reproductivas que puedan interferir en el sistema.

En las cubriciones realizadas de agosto a enero, en plena época favorable, el lote que entraba por primera vez a cubrición tiene un 77%, el lote del segundo intento tiene un 60% y el de secas o vacías sigue con el 35%, que no varía respecto a la media. Al final, el 94% de las ovejas del lote se cubren en 105 días y el 91% estaría en 70 días. En época desfavorable, se baja en la primera cubrición al 61%, en segundos intentos en 43% y el lote de vacías con 30%. En este caso, el 84% se quedan cubiertas en 105 días.

Este sistema se ideó para toda la explotación y se implantó también para corderas. En el caso de las corderas, hubo un aspecto que llamó la atención. En ecografías, al igual que en ovejas se obtenía un 90% de eficiencia a 25 días, en corderas la eficiencia bajaba hasta el 68% y es algo que se repetía en todos los lotes. Es decir, en la ecografía 25 días no se detectan el 32% de las corderas que en realidad sí estaban preñadas. La duda que surgió es si esta falta de eficiencia también ocurriría a los 32 días, por lo que se estaría cometiendo un error en el sistema, porque las corderas que dieran negativo en la segunda ecografía, entrarían en el siguiente ciclo y se les inyectaría prostaglandina, por lo que se provocarían abortos. Sin embargo, el diagnóstico de gestación es eficiente prácticamente al 100% en 32 días. Por lo tanto, observamos que el problema estaba en las ecografías a 25 días con las corderas, por lo que la consecuencia es que simplemente tiramos un mayor porcentaje de esponjas que en ovejas.

Además, se comprobó que en el total de las corderas de reposición, que fueron 320 corderas nacidas de mediados de 2016 a mediados de 2017, la fertilidad media de las corderas fue del 56%, también a un único salto y todo sincronizado. La edad media al primer parto del 93% de las corderas fue de trece meses y diez días. Lo cierto es que, de las 320 corderas, hay 22 corderas vacías, de las que siete tienen catorce meses, seis tienen trece meses, dos tienen once meses y cinco tienen diez meses. Se trata de un muy buen dato de la edad al primer parto de las corderas, teniendo en cuenta que son el 93% de las corderas porque el resto aún no se han quedado preñadas. En las corderas se aplica un programa de cubrición a los siete meses y se realiza un programa específico de alimentación para conseguir una buena talla a los siete meses, para que la edad media al primer parto y los índices de fertilidad no se vean afectados.

Se realizó otro estudio haciendo un seguimiento por ecografía de todas las ovejas cada cinco semanas. Se observó que, en las cubriciones que había de septiembre a noviembre, desde el momento de la confirmación a 32 días hasta el momento del secado, había un 2% de reabsorciones. Es decir, son animales positivos a ecografía pero, que si no se hace el seguimiento mediante ecografías, llega el momento del parto y no llegan a parir. Son animales que no han sido rescatados por el sistema, por lo que han pasado sus cinco meses de gestación falsa más otros cinco meses que van a tener que pasar hasta que vuelvan a parir, por lo que son diez meses de periodo improductivo. En las cubriciones de enero a agosto, hubo una media del 10% de reabsorciones. En el análisis que se hizo por lotes, se observó que había lotes con el 15% o 12% de reabsorciones. Lo normal era tener un 6% o 7%. Se estudiaron los lotes de esas reabsorciones tan altas y coincidía que, entre el mes y medio y los dos meses, o se había puesto una vacuna, o había venido el saneamiento, o habían pasado meses de mucho calor que habían provocado estrés por calor. Tampoco se puede obviar la parte de enfermedades infecciosas que puede haber en estos datos, pero de los catorce lotes ha ocurrido en cuatro, por lo que se entiende que no hay ninguna patología de fondo, además porque el programa sanitario que se sigue es muy completo.

Con el cambio de sistema, se pasó de 1.065 partos en un año con el sistema clásico de cinco parideras a 1.354 partos con las diez parideras al año. También se ha crecido en partos en el segundo semestre del año, del 31% al 37%. Se debe seguir incrementando para desestacionalizar la producción lo máximo posible.

VENTAJAS E INCONVENIENTES

Las ventajas de este sistema son los siguientes:

-Mejora la optimización de los recursos humanos de la explotación. Se pueden hacer turnos y vacaciones. Todo el trabajo reproductivo y de manejo de la alimentación está planificado.

- Ingresos fijos estables por lechazos y por leche todos los meses, lo que afecta de forma positiva a la tesorería de la explotación.

- Mayor eficiencia en la cría de los lechazos. Con partidas de corderos que nacen todos durante la última semana, en tres cargas de corderos se han conseguido vender todos los lechazos. De la otra forma, se están con las colas de crianza. En este nuevo sistema, queda algo de cola, pero prácticamente residual.

- Incremento en el número de partos y de corderos vendidos.

- Eficiencia en la alimentación y en el estado de carne de las ovejas, porque cada animal se cubre cuando se tiene que cubrir. No tienen que pasar dos meses y diez días, como en el sistema de cinco parideras, para tener una nueva oportunidad de cubrición.

- Mejor control sanitario y de carnes con parideras de 120 o 150 animales, que es mucho más fácil que cuando hay parideras de 500 o 600 ovejas. Como todas las ovejas paren en una semana, las necesidades nutricionales de cada una son las mismas, por lo que la competencia de los prepartos se disminuye. Una semana antes de parir, las ovejas bajan la ingesta y van todas a la vez.

- Detección precoz de animales infértiles. Se puede detectar que, si un animal pasa por dos o tres cubriciones en época favorable sin cubrirse, ya se puede eliminar de la explotación.

Y también hay varios inconvenientes:

- Existen varios lotes de corderas, lo que dificulta los protocolos vacunales. Para disminuir el número de lotes en las corderas, se juntan dos lotes, que al final es lo mismo que en otras explotaciones en las que se hacen parideras largas y de un animal a otro se pueden llevar dos meses y están juntas. Lo cierto es que resulta un problema que haya tanto lotes de corderas. Más que en el espacio que necesita cada lote en la explotación, se observa en los protocolos de vacunas.

- Es un sistema rígido en fechas. Las operaciones tienen que realizarse en fechas muy determinadas.

- Incremento de los gastos en la gestión reproductiva, ya que prima la sincronización.

- Se necesita espacio en las instalaciones para poder lotear.

NUEVAS LÍNEAS DE TRABAJO

Se están afrontando nuevas líneas de trabajo:

- La explotación está orientada en la actualidad a mejorar la fertilidad, ya que es la base del modelo está en mejorar la fertilidad a un solo salto. De esta forma, se está diseñando un núcleo para tener una alimentación especial del lote de machos, que en ocasiones son los olvidados de las explotaciones, en base a minerales orgánicos. El objetivo es mejorar la fertilidad, además de la calidad y el volumen espermático.

- Combatir el estrés térmico en alimentación.

- Definir el sistema de elección. Se ha escogido el sistema de diez ciclos en lugar de doce ciclos, e incluso se puede reducir el número de ciclos. Pero la idea de la explotación es seguir con el sistema de una cubrición a un único salto para tener parideras cortas.

Si el personal de una explotación trabaja de forma satisfactoria, se nota en la producción de leche. Pero si el personal no trabaja con objetivos y no se siente integrado, repercute de forma importante en la producción.

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