Luces y Sombras en el Scrum
Desde el pasado mes de octubre, el Servicio Clínico de Rumiantes del Hospital Veterinario de la Universidad de Zaragoza (SCRUM) está pasando por una época de luces y sombras.
El servicio, que está ampliamente reconocido en los diferentes ambientes donde se desarrolla su actividad, participa con gran aceptación, a través de sus alumnos internos, en diferentes ferias, jornadas o congresos, nacionales e internacionales, defendiendo el trabajo realizado a lo largo de estos seis años de existencia. Además, los profesores defienden su trabajo en congresos nacionales e internacionales y plasman su actividad en numerosos artículos científicos en revistas del sector e indexadas a nivel internacional.
No obstante, desde este otoño, su actividad no ha desaparecido, pero ha quedado reducida a la atención básica necesaria para mantener la relación con los veterinarios con los que existe convenio de colaboración y para llevar a cabo las actividades ya programadas con anterioridad (cursos, congresos, conferencias, etc.).
Esta relajación o “huelga parcial” se debe al desprestigio y acoso que el mismo Consejo del Hospital Veterinario de la Universidad de Zaragoza ha lanzado contra el SCRUM. La mayoría de veterinarios de pequeños animales y équidos de este Consejo consideran que el trabajo realizado en los rumiantes no tiene la calidad del servicio que dan ellos en los animales de compañía y en los caballos y, según sus propias palabras, “en el SCRUM no se hace clínica, juegan con las ovejas”. Esto a pesar de que en la memoria que se elabora en el Hospital todos los años, la carga de casos y publicaciones que presenta el SCRUM es más que relevante.
Ante el ninguneo y desprestigio constante al que se ha sometido este Servicio, que, comparado con los animales de compañía, adolece de los medios necesarios para poder desarrollar un buen servicio clínico y ha tenido que buscar estos medios en compañías ajenas a la Universidad que colaboran de manera altruista con el servico, se decidió bajar la actividad, cosa que están llevando muy mal los alumnos internos que reclaman el trabajo clínico y la formación que se ha estado dando hasta el otoño.
Esta situación de sombra, tan oscura que ya parece negra, se contrapone con la situación de los internos deportistas de alto rendimiento que entraron el pasado año (en el presente curso no se matriculó ningún atleta de élite o alto rendimiento y parte de los del pasado año están compitiendo fuera de España), los cuales no paran de cosechar éxitos. Así, este fin de semana, nuestra taekondista del SCRUM, María, ha revalidado el título de campeona de Aragón, que lleva defendiendo durante los últimos cinco años. También participó en septiembre en el Open de la Vendimia (La Rioja) con otro oro, y en octubre en el Open Ciudad de Benicàssim, con un tercero. Además, ha obtenido el bronce en el Campeonato de España por clubes y en dos semanas competirá en el Campeonato de España por selecciones.
En el internado que se lleva a cabo en el SCRUM, el estudio y el deporte no están reñidos, sino que se complementan. Muchos de nuestros internos compiten en diferentes actividades deportivas o combinan sus estudios con música, arte, etc. Para ser un buen interno en este servicio, se seleccionan “personas”, personas que tengan ganas de trabajar, personas que sepan trabajar en equipo, personas que estén dispuestas en todo momento a hacer algo más que el resto y a invertir tiempo y esfuerzo en su futuro. Es una pena que todo esto no se tenga en cuenta y se llegue a situaciones que nunca se debieron haber producido.
Cuando Louis Pasteur dijo, la Medicina cura al hombre, la Medicina Veterinaria salva a la humanidad, seguro que no estaba pensando en los veterinarios de pequeños animales, sino en los de abasto, que aseguran una alimentación de calidad y suficiente para nuestra sociedad.
Todos los veterinarios podemos ser iguales, pero intentar dejar en un segundo plano a los profesionales que “salvan a la humanidad” es tirarse piedras contra su propio tejado y desde el Hospital Veterinario de la Universidad de Zaragoza, es lo que está ocurriendo en estos momentos.
Sirva esta reflexión para poner cada cosa en su sitio. Ante esta situación, se han sucedido diferentes quejas por parte de los profesionales del sector, principales beneficiarios del servicio ofrecido por el SCRUM, y las cuales han sido remitidas a los diferentes cargos universitarios, animando a la Universidad a defender la altura de trabajo con la que siempre se ha intentado ayudar a nuestros compañeros veterinarios y a los ganaderos del sector.