Protocolo de la vacunación contra el Complejo Respiratorio Ovino en corderos
Los programas de vacunación contra el Complejo Respiratorio Ovino en corderos deben ir acompañados de medidas preventivas no específicas, por ejemplo, el establecimiento de condiciones adecuadas de manejo y cría. Implementar un plan de vacunación contra este complejo requiere participación de todo el personal de la granja, registro de datos, análisis de beneficios y monitoreo continuo a lo largo del tiempo.
Las vacunas autorizadas para ovejas son solo contra ‘Mannheimia haemolytica’ (MH), ‘Bibersteinia trehalosi’ (BT) y ‘Pasteurella multocida’ (PM). De acuerdo con los antígenos contenidos en las vacunas MH, estos se pueden dividir en vacunas de proteínas de membrana externa (OmpA), vacunas de leucotoxoides (LKT) y vacunas de proteínas reguladas de hierro (IROMP). Cada serotipo de MH o BT presenta diferencias en estos tres antígenos, aunque en el caso de IROMP, existe una efectiva protección cruzada entre ellos. Además, las cepas de origen bovino no protegen a las ovejas y viceversa. Para PM, las vacunas que contienen bacterias cultivadas en condiciones restringidas de hierro dan mejores resultados.
Los corderos deben vacunarse durante la primera semana de vida, seguido de una dosis de refuerzo con tres semanas de diferencia. Los mejores resultados se obtienen con las vacunas LKT, cuando el serotipo que está presente en la granja se incluye en la vacuna, o con IROMP, que se puede aplicar en cualquier situación.
Esta investigación se ha publicado en forma de artículo en la prestigiosa revista científica internacional Small Ruminant Research, en un grupo liderado por investigadores españoles: J.M. González, T. Navarro, D. Lacasta, J.J. Ramos, L.M. Ferrer, N.G.C. Vasileiou y M. de las Heras.