Presentación del estudio de la evolución de la etiología de abortos 2011-2015

PRIMERA SESIÓN / Seminario sobre Control de Abortos (MSD Animal HEALH)

LAURA ELVIRA. Gerente Técnico de MSD Animal Health.

Los problemas de abortos se suelen relacionar con los corderos a término, porque es lo más llamativo para el ganadero. Pero a la hora de cuantificar o de comprobar si se tiene un problema a nivel de rebaño, hay otros tipos de abortos que quizás no se le dan la misma importancia, como son las reabsorciones, porque únicamente se observa que las hembras están vacías en la ecografía y se piensa que ha sido un problema de infertilidad. Hay que tener en cuenta que los distintos agentes afectan a cada una de las fases de la gestación. En otras ocasiones, cuando la pérdida es temprana se piensa que ha sido un fallo en el diagnóstico del veterinario, pero en realidad la pérdida es en las fases iniciales de la gestación. Una vez avanzado, no se ve el feto pero sí la oveja manchada. Se suele detectar, pero puede que no se anote y se registre para comprobar la casuística. En otros casos, se ve un feto pequeño. Pero el problema de los abortos tempranos es que no se suele ver el feto, lo que afecta al diagnóstico, porque no se tiene la muestra completa.

Dentro de la patología del aborto, también deben incluirse las muertes que son corderos que llegan débiles al parto porque tenían lesiones en la placenta. Esa mortalidad de las primeras horas también está asociada a las causas de abortos. Es interesante registrar para saber si se tiene un problema de abortos en una explotación. Cuando se tiene una tormenta de abortos y un porcentaje alto, son los casos que llaman la atención y entonces siempre se envían las muestras al laboratorio. Cuando se trata de casos en goteo y no se hace un registro, el ganadero no se da cuenta de que tiene un porcentaje alto de abortos con pérdidas económicas. En muchos casos, incluso hay rebaños en los que se asumen unas pérdidas del 5% o del 10% de abortos a lo largo del año. Se normalizan esos abortos, sobre todo si no se tienen datos registrados.

Un 60% de los rebaños de ovino están por debajo del 5% de los abortos, que son datos normales si no se tienen problemas infecciosos y se trataría de pérdidas puntuales. Así, un 20% de las granjas estaría entre el 5% y el 10% de los abortos, mientras que otro 20% estaría por encima del 10%. Por lo tanto, hay una gran cantidad de rebaños afectados por este problema.

Cuando se tiene un problema, es importante medir para saber si las medidas de control son las más adecuadas después de haber investigado la causa y haber hecho un diagnóstico. Sin embargo, la muestra que se envía al laboratorio es el origen de instaurar un plan vacunal o de prevención en el rebaño, por lo que se vacuna en terapéutico, cuando ya ha aparecido el problema. Lógicamente, el efecto de la vacunación ya no va a ser el mismo.

Por esa razón, se ha realizado un estudio aunando esfuerzos, para conocer cómo ha evolucionado la etiología de los abortos. Hemos participado MSD Animal Health, especialmente Jorge Gutiérrez y yo; el CSIC, con Julio Benavides; y Analítica Veterinaria con Antón Esnal. También ha colaborado Ángel Ruiz Mantecón en el análisis de todos estos datos y mostrar el resultado de lo que ocurre en los abortos. Se trata de ver las enfermedades que tienen más importancia y por zonas geográficas.

EL ESTUDIO

Este estudio parte de otro estudio previo realizado en el año 2010, con las analíticas del Servicio de Apoyo a las Clientes de MSD. La idea era hacer un estudio de seguimiento para saber si la situación ha cambiado o sigue similar.

Para este estudio, se han recogido todos los datos de los casos que se han analizado en el Servicio Técnico, que en total han sido 571 casos remitidos de toda España, tanto de ovino como de caprino. Estas muestras se remiten a través del Servicio Diagnóstico y han sido analizadas en su totalidad por Analítica Veterinaria. Algunas de ellas, por ejemplo las de toxoplasma, se han confirmado en el CSIC.

Cuando se revisan los datos entre países, un punto importante es saber cómo se hace el diagnóstico. En este caso, en Analítica Veterinaria hacen un panel muy robusto y muy completo, porque se hace examen lesional macroscópico, histopatología, bacteriología, cultivos microbiológicos generales o específicos, identificación directa, serología, virología... No siempre se pueden hacer todas las analíticas, porque una parte del análisis que se hace depende de las muestras que están disponibles. Según el tipo de muestra y la orientación que se da en el historial y la casuística, se eligen unas muestras u otras de este panel tan completo.

De los 571 casos recibidos, un 80% era en ovino y un 20% en caprino. Por regiones, se muestran las zonas en las que hay un mayor censo de cada especie. En el caso del ovino, están Castilla y León y Castilla-La Mancha; y para caprino están Andalucía y Castilla-La Mancha. Un porcentaje muy elevado, tanto en ovino como de caprino, son de aptitud láctea. Por sistemas productivos, una gran mayoría son sistemas intensivos o semi-intensivos. Hay una menor presencia de extensivo.

Respecto a la época del año en la que se recibieron los casos, está marcado por la estacionalidad reproductiva de estas especies, por lo que se reciben más muestras en primavera.

En el tamaño de las explotaciones que envían estas muestras, se observa que la distribución es homogénea. Da igual el tamaño de las granjas, porque el problema de los abortos está presente en granjas grandes, pequeñas y medianas.

Si se observan los datos por fase de gestación, fundamentalmente las muestras que se envían son los abortos a final de gestación, porque realmente son los que más se identifican. Sin embargo, si se compara con un estudio que se hizo en Inglaterra respecto a la tipología de las pérdidas asociadas a abortos, el 33% son las reabsorciones y el 30% son de la primera fase. En España no se tiene igual representado. Puede ser porque entre países las etiologías tampoco son iguales, aunque en Inglaterra los patógenos que más les afectan son parecidos a los de España. También puede ser porque en este muestreo se están subestimando los abortos tempranos, porque no siempre se avisan por parte del ganadero y se toman muestras para identificarlo.

Son 571 casos, pero de cada caso se envían distintos tipos de muestras. Por lo tanto, se analizaron unas 3.000 muestras con diferentes combinaciones. La más frecuente es enviar un suero con un hisopo, ya que son las más fáciles de conseguir. Las más difíciles de conseguir para el ganadero es conseguir la muestra del feto y la placenta. Un 25% de los casos no se tiene feto y placenta para el diagnóstico.

RESULTADOS DEL ESTUDIO

El 50% de los casos diagnosticados de abortos son las clamidias, un 16% es toxoplasma y un 14% sería coxiella. El resto son más minoritarios. Entre clamidias y toxoplasma, se tiene prácticamente el 70% de la casuística abortiva. Si se comparan estos datos con los del estudio previo, se mantiene igual la clamidia, pero se observa que en toxoplasma hay una mayor prevalencia. Hay que tener en cuenta que una de las fases importantes del toxoplasma es en fases tempranas, por lo que no es fácil el diagnóstico porque muchas veces no se tienen buenas pruebas. Hasta ahora, muchos casos se quedaban sin confirmar, porque había serologías que apuntaban, pero era muy difícil aislar el patógeno. A partir de 2013, se hizo un convenio con el CSIC y se empezaron a enviar muestras para identificar las lesiones, que histopatológicamente son muy orientativas y patronómicas, para mejorar el diagnóstico de toxoplasma. Seguramente, se ha tenido una mayor sensibilidad y hemos sido capaces de identificar y diagnosticar más casos de toxoplasma.

Al analizar los resultados por época del año, vemos que hay una distribución homogénea. En realidad, no hay ninguna época del año en la que domine un patógeno u otro. Está bastante desestacionalizado.

Si se analiza en función a la base de gestación, en los abortos iniciales hay un mayor porcentaje de abortos sin diagnóstico, ya que es más difícil conseguir la prueba. Mientras tanto, al final de gestación domina clamidia, coxiella y toxoplasma.

Estos resultados se basan en los que se aísla el patógeno, porque está inequívocamente asociado a la infección y a la etiología. En otra parte de los casos, el diagnóstico que hace Analítica Veterinaria está basado en los indicios serológicos, porque más de un 50% de las muestras apuntan hacia un patógeno. Lo ideal sería una combinación de los dos aspectos.

En un 60% de los casos se ha conseguido aislar el patógeno, que son unos datos muy positivos ya que resulta complicado en el diagnóstico de abortos. Si a estos casos, se les unen los que se han hecho indicios serológicos, ya tendríamos otro 19%. De esta forma, en total se puede confirmar el diagnóstico en un 80% y únicamente se quedó un 20% sin resolver. Uno de los factores más importantes para tener más o menos éxito diagnóstico es el número de muestras. Cuando se tienen sólo una o dos muestras, un 40% de los casos se quedan sin diagnóstico. Cuando se sube a tres o cuatro muestras, los casos sin diagnóstico se quedan ya en el 15% y, por encima, se queda en el 12%. Por lo tanto, entre tres, cuatro o cinco muestras se optimiza.

Otro factor importante son las muestras concretas que se envían. En función del patógeno, es importante una muestra u otra. Así, en toxoplasma es fundamental tener el feto, mientras que en clamidia o en coxiella es muy importante la placenta para confirmar el diagnóstico. Si se observan los datos de las muestras que se reciben, un 25% son sueros o hisopos. Sin embargo, si se analizan los casos que se diagnostican, el éxito diagnóstico con un hisopo baja un 50%, mientras que otras combinaciones se consigue un mayor éxito diagnóstico. Este hecho pone de relevancia que es muy importante que ganaderos y técnicos consigan enviar feto y placenta, porque se va a tener una mayor probabilidad de éxito diagnóstico.

Si se analiza la tipología de muestra con cada patógeno implicado, de nuevo se observa que un mayor número de muestras permite un mayor acierto. La muestra que se envíe tiene un gran peso en el resultado. Si se analiza la muestra en función del patógeno, en los casos de clamidia se tienen un éxito con el 84% si hay placenta. Igual ocurre en coxiella, por lo que se tiene un mayor éxito de diagnóstico si se envía la placenta. En toxoplasma, el éxito con la placenta se queda en el 60%, por lo que es importante mayor variedad de muestras para aumentar la sensibilidad y el diagnóstico.

RECOMENDACIONES DE MUESTREO Y ENVÍOS

El envío ideal de muestras sería poder enviar feto, placenta y suero de tres o cuatro ovejas de las que han abortado. En el caso de los abortos tempranos, sería enviar de tres o cuatro ovejas de las abortadas el hisopo y el suero.

Es importante el proceso de envío de las muestras para el resultado. El feto y la placenta son tejidos, por lo que es muy importante enviar las muestras refrigeradas. Respecto a la congelación, puede ser una técnica para los casos en los que está el fin de semana por el medio, pero limita el examen microbiológico y no es recomendable en todas las situaciones.

La mayor parte de las causas de abortos en ovino y caprino son zoonosis, por lo que es fundamental tomar todas las precauciones en la toma de muestras y en el envío, porque la persona del laboratorio también se puede infectar. Se debe intentar enviar todo separado y bien preparado para optimizar los resultados.

CONCLUSIONES

El diagnóstico de abortos es un reto. Interesa mucho para poder tomar decisiones en los rebaños, pero las posibilidades de diagnóstico dependen en gran parte de la cantidad y calidad del muestreo que se realice, por lo que debe ser el mejor posible.

Además, este tipo de resultados y conocer la prevalencia, además de la tipología del rebaño o del diagnóstico que se haga en explotaciones similares del entorno, se debería utilizar para instaurar medidas preventivas como la vacunación y no esperar a que llegue el caso. Si se vacuna después, se corre detrás del problema, pero no se anticipa para poner la solución.