La compañía cumple un siglo centrando su actividad en la viña y el frutal
Industrias David: 100 años enfocados hacia la innovación
La historia de una empresa se escribe a partir de las decisiones tomadas por sus responsables y el trabajo de sus empleados. Industrias David es un buen ejemplo de ello. Los cambios de rumbo acordados en momentos estratégicos de su historia han hecho que esta compañía murciana se haya convertido, un siglo después de su fundación, en un referente de la maquinaria agrícola española y de innovación en toda Europa.
Un siglo de historia da para mucho y durante cien años existen altos y bajos importantes en cualquier empresa. Algunos los habrá vivido en primera persona y otros se los habrán contado. ¿Cuáles han sido los momentos duros y cómo se superaron?
Todas las personas y todas las empresas han pasado en algún momento de su vida por esos momentos bajos, forma parte del rol empresarial, con lo que hay que estar preparado para ello. Uno muy significativo fue la fuerte apuesta que se hizo en la empresa, a mediados de los 70, por cambiar de producto y de mercado, es decir, dejar de fabricar vertederas para el campo abierto y empezar a diseñar y fabricar equipos muy especializados y automatizados para la viña y el frutal. Ese cambio radical no fue ni mucho menos fácil, casi todo era nuevo. La apuesta fue fuerte y arriesgada, pero adoptando una actitud positiva y analizando, corrigiendo y superando los problemas que fueron surgiendo por el camino, lo logramos. En cualquier caso, todo el equipo humano de la empresa, siempre ha tenido una actitud positiva para afrontarlos y superarlos con éxito.
¿El arado de vertedera, cuya fabricación se abandonó en los años 80, fue quizás el primer gran estandarte de Industrias David?
Efectivamente. Hablamos de los primeros aperos que se empezaron a popularizar con la llegada de los tractores a todo el campo español. En aquellos días no había tanta competencia como ahora, por lo que se hicieron muy populares. Ese arado de vertedera, que fue el primer producto que empezamos a producir y comercializar en serie, sigue presente hoy en día en nuestro logo.
Francisco López lleva junto a su hermano a Javier las riendas de la empresa.
Hace 40 años Industrias David recibía en FIMA su primer gran premio por su intercepa electrohidráulico y por un cultivador extensible hidráulico. ¿Fue el primer gran salto adelante de la empresa?
Fue un gran salto tecnológico que provocó una gran cambio en el devenir de la empresa. En muy pocos años pasamos de fabricar un producto como la vertedera, muy conocido, a otros completamente nuevos en el mercado, que nunca nadie había hecho antes, como eran el intercepas electrohidráulico y el localizador de estiércol hidráulico. Todo este merito se lo debemos a mi padre, que en aquellos años apostó por especializar la empresa hacia dos vías muy claras.
La primera fue la incorporación de la electrohidráulica a nuestros equipos. Teniendo en cuenta que en aquellos años esa tecnología había que importarla de Estados Unidos o Japón, la cosa se complicaba bastante. Además, el agricultor era bastante reacio a usar aperos agrícolas con electroválvulas y componentes eléctricos. La segunda apuesta fue enfocar los productos hacia la agricultura ecológica y en concreto hacia la viña y el frutal. Intentemos imaginar, hace 45 años, qué era eso de la agricultura ecológica y para qué servían esas maquinas ‘raras’ que empezaba a comercializar Industrias David.
¿Qué significó para su familia tomar las riendas de la empresa de manera definitiva en 2005?
Pues otro gran salto cualitativo, pero también arriesgado. Pasamos se ser una empresa a la que le costaba tomar decisiones estratégicas, como realizar inversiones en fabrica, apostar por la internacionalización, crecer o mantenerse como pequeña empresa o apostar por la incorporación de nuevas tecnologías a nuestros productos, a ser una empresa familiar donde mis dos hermanos y mi padre remábamos en la misma dirección sin escatimar esfuerzos y prácticamente con la misma idea de cómo queríamos que fuese Industrias David dentro de unos años. Y parece que salió bien.
Industrias David lleva años apostando por la innovación en el diseño y fabricación de sus equipos.
El I+D no lo lleva Industrias David solo en el nombre, sino también en el ADN. ¿Qué parte de su facturación reinvierte anualmente para evolucionar los equipos?
No es poco, un 10 % de nuestra facturación, incluyendo también la ‘i’ de innovación, que repercute directamente en la modernización y automatización de los procesos productivos dentro de la empresa.
En este sentido que una empresa puntera y un socio como SFK, que también cuenta con más de un siglo de historia, ponga a Industrias David como un caso de éxito debe ser todo un orgullo…
Por supuesto, aunque sin perder el norte, porque somos conscientes de que tenemos muchas cosas que mejorar para seguir creciendo de una manera estable y exitosa.
Actualmente forman parte del proyecto Agritech junto a otras empresas murcianas más punteras. ¿Qué significa para Industrias David el divulgar la tecnología de la Región por todo el mundo?
Como podrá imaginar es un placer y un privilegio. Agritech es el ejemplo claro de éxito que ha sabido conjugar el saber hacer de la industria murciana enfocada a la agricultura con el conocimiento que aportan la Universidad Politécnica de Cartagena y otros centros de investigación siempre apoyados por la Administración Autonomica de Murcia. El resultado es un grupo fuerte y preparado para ofrecer soluciones integrales, flexibles y eficaces a los agricultores de todo el mundo con garantías de éxito.
Industrias David fabricó el pasado año unos 2.000 equipos de todas sus gamas.
Otro eje importante es la formación, y por ello están presentes en multitud de cursos, jornadas y congresos relacionados con la viticultura…
La viticultura, arboricultura, olivicultura y la horticultura es nuestro campo de trabajo por lo que intentamos estar lo más cerca de los que conocen bien o divulgan esta cultura. Intentamos aportar nuestro granito de arena a la vez que aprender sobre nuevas técnicas de cultivo, tendencias de mercado o cualquier otro conocimiento sobre estos cultivos, tanto para seguir evolucionando nuestros equipos como para divulgar o aconsejar al agricultor cuando este lo necesite.
Un día Industrias David decidió abrir las puertas y buscar nuevos mercados fuera de nuestros país. ¿Cómo fue ese proceso hasta estar presente hoy en más de 50 países de los cinco continentes?
Duro, pero divertidísimo. Explorar nuevos mercados, nuevos clientes, nuevas oportunidades está cada vez más al alcance de todos, se puede hacer desde el ordenador de casa o incluso desde el móvil. Hacerlo en los años 70, 80 o 90 suponía un esfuerzo titánico: viajes, otros idiomas, otras culturas, adecuación de nuestros equipos a las condiciones agronómicas de cada país, diferentes normativas en cada país, etc. No es fácil, por lo que tuvimos que priorizar, y una vez abierto un mercado consolidarlo, porque esas máquinas o equipos que salen de nuestra fabrica hacia otros lugares de España u otros países deben disponer de un buen soporte técnico. Como toda máquina necesitará tarde o temprano un mantenimiento o una reparación, de ahí que dediquemos mucho empeño en ofrecer un buen servicio técnico postventa.
¿Cuántos equipos fabrica Industrias David cada año y qué cuota de mercado tiene en España y en los principales países vitícolas de nuestro entorno?
Difícil pregunta. Nuestra cuota de mercado es variable según el producto o equipo y país que estemos analizando. Otro hándicap es que es difícil extraer datos estadísticos, puesto que no siempre los productos de nuestra gama cuentan con un registro oficial bien definido como si tienen los tractores, cosechadoras, pulverizadores o remolques. Si que puedo comentar con orgullo que algunos de nuestros productos son el referente mundial a nivel de calidad y número de máquinas fabricadas al año y lo mejor de todo es que seguimos mejorando las cifras año tras año.
Por no dejar a los lectores sin datos, el año pasado Industrias David fabricó aproximadamente unos 2.000 equipos, repartidos en gamas según el tipo de labor para la que están diseñados. Algunas gamas de producto rondan el 70% de cuota de mercado.
Una de las señas de identidad de Industrias David es la cercanía con el cliente. ¿Qué es lo que más valoran sus clientes?
Quizás deberíamos de preguntárselo mejor a ellos, pero creo que es la capacidad de adaptación a las condiciones particulares de cada agricultor, nuestro asesoramiento, y la larga vida y utilidad que tienen nuestros equipos.
¿Se apuesta desde Industrias David por una edición de Demoagro especializada en maquinaria para viñedos y frutales?
Sin lugar a dudas, y de hecho ya hay alguna propuesta por parte de Ansemat para su realización en 2019. Y seguro que estaremos allí.
Aunque sea sin nombres, ¿ha venido alguna compañía a lo largo de los últimos años a adquirir el proyecto de Industrias David?
¿Dónde tiene el foco puesto Industrias David para los próximos años?
Clarísimamente en dos puntos clave. A nivel interno, organizativo y de producción nuestro foco está centrado en seguir promoviendo la filosofía LEAN, y para 2018 reinaugurar nuestras actuales instalaciones dotándolas de las últimas innovaciones tecnológicas encaminadas a conseguir una ‘fabrica inteligente’, cuando ya nos estamos en los prolegómenos de la cuarta revolución industrial, la Industria 4.0. Por otro, seguir profundizando en la agricultura ecológica, como siempre de la mano de nuestros clientes, que son al fin y al cabo nuestra razón de ser.
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