El aumento de las embarcaciones con combustibles alternativos impulsa la descarbonización
Las últimas estadísticas de la plataforma Alternative Fuels Insight (AFI) de DNV revelan que se ordenaron un total de 298 barcos con propulsión de combustibles alternativos en 2023, lo que representa un aumento del 8% con respecto al año anterior. Este año también marcó la consolidación del metanol, con un notable aumento en los pedidos (138), colocándolo al mismo nivel que el gas natural licuado (GNL) (130). Además, 2023 fue un año destacado para el amoníaco, con 11 pedidos de embarcaciones impulsadas por este combustible y más en proceso.
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Ante la creciente presión para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, incluidos los objetivos más estrictos establecidos por la Organización Marítima Internacional (OMI) en julio de 2023, el sector marítimo está considerando diversas opciones de descarbonización. A través de su plataforma AFI, DNV registra los esfuerzos de la industria relacionados con la construcción de nuevas embarcaciones y la adaptación con 298 pedidos de barcos capaces de funcionar con combustibles alternativos registrados en 2023, y un total de 1.281 barcos en general.
"A medida que navegamos hacia un futuro marítimo más verde, la creciente demanda de barcos con combustibles alternativos habla por sí sola. Estos pedidos envían señales cruciales a los proveedores de combustibles y otros actores importantes en el viaje de descarbonización del transporte marítimo. Si bien está claro que la transición tecnológica de combustibles marítimos ya está en marcha, ahora debemos asegurarnos de que los combustibles que alimentan estos motores estén disponibles”, señala Knut Ørbeck-Nilssen, CEO de Maritime.
“Sin embargo, es crucial enfatizar que centrarse únicamente en los combustibles puede desviar nuestra atención de lograr un impacto significativo en esta década. Lo que se requieren son medidas concretas que reduzcan activamente las emisiones. Las iniciativas de eficiencia energética pueden generar resultados de descarbonización, tanto ahora como hasta 2030”, continúa Ørbeck-Nilssen.
Por un pequeño margen, el metanol resultó ser la opción de combustible alternativo más popular en 2023, con 138 barcos pedidos (excluyendo los transportadores de metanol), un aumento pronunciado en comparación con los 35 pedidos para funcionar con este combustible el año anterior. El segmento dominante para este combustible fueron los buques portacontenedores (106), seguidos por los graneleros (13) y los transportadores de automóviles (10).
El segundo combustible alternativo elegido en 2023 fue el GNL, con 130 buques pedidos, frente a los 222 en 2022. Sin embargo, al observar solo las nuevas construcciones, el GNL estaría a la cabeza, ya que una proporción considerable de los pedidos de metanol eran para adaptaciones. El año pasado también marcó el momento en que el GNL finalmente superó la barrera de los 1.000 buques (excluyendo los transportadores de GNL), mostrando la importancia continua de este combustible en la transición energética marítima. En 2023, el segmento de contenedores fue el más activo (48) para el GNL, seguido por los transportadores de automóviles (40) y los petroleros (30). El año pasado también vio los primeros pedidos de buques destinados a funcionar con amoníaco (11), mientras que, con solo cinco pedidos, el hidrógeno fue una opción menos popular en comparación con el año anterior (18).
“Las inversiones en buques con combustibles alternativos han sido impulsadas en gran medida por el auge de la construcción de nuevos buques portacontenedores y transportadores de automóviles en los últimos tres años. Queda por ver si esta tendencia continúa en 2024”, indica Martin Wold, consultor principal de Asesoría Marítima de DNV.