La flota del Mediterráneo amarra en protesta por la rebaja de pesca de la UE
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Madrid, 4 jun (EFE).- La flota pesquera del litoral Mediterráneo ha protagonizado este viernes paros y amarres en protesta por la normativa de la Unión Europea (UE) que les ha reducido los días de trabajo en el mar.
En la protesta han participado marineros y armadores de arrastre, cerco y artes menores de las autonomías del litoral (Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Baleares y Cataluña) representantes de Ayuntamientos y de algunos gobiernos autonómicos.
Durante los paros, los pescadores han leído manifiestos de rechazo para reclamar que la Comisión Europea (CE) y el Gobierno español actúen, porque consideran que la reglamentación de la UE les pone “en riesgo de extinción”, según la patronal de armadores Cepesca, en la que están integradas algunas de las asociaciones que han participado.
La flota considera que las normas amenazan la supervivencia de 17.000 puestos de trabajo y la actividad de 600 barcos en España, según los acuerdos de la patronal.
El plan de gestión del Mediterráneo reduce los días que los barcos demersales (pesca de fondo) pueden pasar en el mar, lo que se llama “esfuerzo pesquero”, con el fin de proteger los caladeros
En 2020, la flota redujo un 20 % sus días de faena y para 2021 está previsto que se rebaje un 8,3 % para los arrastreros, de acuerdo con Cepesca.
Las organizaciones pesqueras afirman que, desde la entrada en vigor del plan de gestión, la actividad se está reduciendo, se están perdiendo puestos de trabajo, cerrando empresas pesqueras y auxiliares y la comercialización de las capturas de otras modalidades está empezando a verse afectada.
En Baleares, los barcos han quedado amarrados, con seguimiento total en islas como Menorca, donde los pescadores han manifestado que están “al límite”, ya que sus ingresos se han visto afectados también por la covid-19, además de anunciar que seguirán programando concentraciones.
En Cataluña, el Gobierno autonómico ha mostrado su apoyo al paro de pescadores, pues un 70 % de las embarcaciones de arrastre del Mediterráneo son catalanas o de la Comunidad Valenciana.
Por ello, los Ejecutivos de las dos autonomías se han unido para defender un cambio de reglamento y medidas alternativas, como la creación de nuevas reservas marinas o la bajada de capturas de peces de talla pequeña.
El rechazo a la reducción de días de faena se suma al descontento de los pescadores españoles por las nuevas normas de control comunitarias, que plantean medidas como la geolocalización obligatoria de los barcos y que han provocado también paros en otras zonas costeras, como Galicia.
En el caso de Andalucía, el presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), José María Gallart, ha afirmado que «lo único que pretende la CE protagonizada por este comisario nefasto Sinkevicius es la desaparición de la flota de bajura, y no podemos permitirlo», tras señalar que están en «límite insostenible, pues hay barcos que no llegan al umbral mínimo de rentabilidad».
En Andalucía, hay en arrastre 92 embarcaciones con 500 empleos directores y 3.000 indirectos, que ha recibido hoy el apoyo de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, quien ha insistido en que Europa debe tener «sensibilidad» y estudios científicos actualizados para «poder tomar decisiones sobre la pesca» y no hacer que sea inviable el arrastre.
La flota valenciana también ha protagonizado este viernes diversas protestas contra los planes de la Unión Europea, unas movilizaciones que «entienden y comparten» desde la Administración valenciana, que ha reclamado al Gobierno una reunión de urgencia para abordar la puesta en marcha de un plan de viabilidad destinado a garantizar el futuro del sector.